El Punto de Inflexión: Más Allá del Secuestro
El secuestro y tortura del exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, a fines de junio de 2025, dejó de ser una noticia policial para convertirse en una señal de época. Más allá del drama personal y los detalles escabrosos de una doble vida, el caso funciona como un trazador que ilumina las fisuras de un sistema y anticipa la reconfiguración de las amenazas a la seguridad y la estabilidad institucional en Chile. Lo que emergió no fue un simple delito, sino la anatomía de un nuevo tipo de contagio: la simbiosis entre la vulnerabilidad de las élites locales y la lógica empresarial del crimen organizado transnacional. Este fenómeno no solo redefine la delincuencia, sino que proyecta futuros donde la soberanía del Estado se disputa territorio a territorio, empezando por los municipios.
Escenario 1: La Era de la Vulnerabilidad y la Corrupción Simbiótica
El caso Montoya es el arquetipo de una nueva vulnerabilidad. Un exfuncionario público con una vida secreta, presuntos vínculos con redes de explotación sexual y acceso a grandes sumas de dinero en efectivo se convirtió en el objetivo ideal. La banda "Los Mapaches", una célula de origen venezolano, no necesitó un motivo político; su negocio fue explotar la brecha entre la imagen pública y la conducta privada. Este modelo es escalable y altamente rentable.
Proyecciones a mediano plazo (2026-2030):
- Extorsión como Herramienta de Gobernanza Criminal: Veremos un aumento de secuestros y extorsiones dirigidos no solo a figuras políticas, sino también a empresarios, jueces y funcionarios de nivel medio cuyas transgresiones los hacen chantajeables. El verdadero poder de estas redes no radicará únicamente en la violencia física, sino en la posesión de información comprometedora. El capital de estas bandas será el secreto.
- Surgimiento de una "Clase Política Cautiva": La consecuencia más peligrosa es la posibilidad de una gobernanza en la sombra. Funcionarios y políticos podrían tomar decisiones no en función del bien común, sino bajo la coacción de grupos criminales. Esto no requiere una infiltración masiva, sino la captura estratégica de actores clave, transformando la corrupción en una forma de control territorial indirecto.
El punto de inflexión crítico será la capacidad del Estado y la sociedad civil para abordar la corrupción endémica. Si se opta por minimizar estos casos como "asuntos personales", se estará abonando el terreno para que esta simbiosis entre poder vulnerable y crimen organizado se convierta en una característica estructural del sistema.
Escenario 2: El Crimen como Franquicia y el Desafío al Estado Central
La detención de un miembro de "Los Mapaches" reveló un modelo operativo que desafía a las fuerzas de seguridad tradicionales. No se trata de una organización jerárquica y monolítica como los carteles de antaño, sino de células o "franquicias" que operan con autonomía táctica bajo una "marca" criminal más amplia, en este caso, con ecos del modus operandi de megabandas como el Tren de Aragua.
Proyecciones a largo plazo (2030-2035):
- La "Hidra" Criminal: El Estado se enfrentará a una amenaza en red, resiliente y adaptable. Desarticular una célula como "Los Mapaches" tendrá un impacto limitado si la "marca" matriz puede activar o reclutar nuevas franquicias en otros territorios. Esto podría llevar a un desgaste crónico de las fuerzas policiales, atrapadas en un ciclo de reacción ante brotes de violencia que nunca abordan la raíz del problema.
- Mercado de "Crimen como Servicio" (CaaS): La especialización de estas células (secuestro, sicariato, extorsión) permitirá que actores locales —desde empresarios en disputas comerciales hasta individuos con rencillas personales, como se vio en el caso del "Rey del Meiggs"— contraten sus servicios. Esto democratiza el acceso a la violencia organizada y la desvincula de las grandes narrativas del narcotráfico, haciéndola más impredecible y difícil de rastrear.
La principal incertidumbre es si las agencias de inteligencia y la cooperación internacional podrán evolucionar hacia un modelo igualmente en red, capaz de mapear y neutralizar estas estructuras transnacionales. De lo contrario, el Estado seguirá combatiendo los síntomas locales de una enfermedad globalizada.
Escenario 3: El Municipio como "Zona Cero" y el Nuevo Contrato Social del Miedo
Si un exalcalde de una comuna como Macul es un blanco viable, la implicación para la gobernanza local es profunda. El municipio se perfila como la "zona cero" donde la soberanía del Estado se pondrá a prueba de forma más directa. La confianza en la autoridad local se erosiona, no solo por la corrupción, sino por la percepción de que es incapaz de proteger a sus ciudadanos o, peor aún, que sus propios miembros son parte del problema.
Futuros plausibles:
- Fragmentación Territorial y "Estados Fallidos Municipales": Podríamos ver la consolidación de territorios dentro de las ciudades donde la presencia del Estado es meramente simbólica. En estos enclaves, el contrato social real se establecerá con el poder fáctico local: la banda que extorsiona a los comercios a cambio de "protección", que resuelve disputas y que impone un orden a través del miedo. La ciudadanía, por pragmatismo, podría empezar a ver a estas bandas como un mal necesario o incluso como un proveedor de orden más eficaz que el Estado ausente.
- Polarización de las Políticas de Seguridad: Este escenario alimentará un debate político cada vez más polarizado. Por un lado, surgirán con fuerza las propuestas de mano dura, modelos de seguridad autoritaria y militarización de las ciudades, que prometen orden a costa de libertades civiles. Por otro, se alzarán voces que abogan por una intervención social profunda para disputar la base social del crimen, una estrategia de largo aliento y resultados inciertos en el corto plazo. La elección entre estos dos futuros definirá el carácter de la democracia chilena en las próximas décadas.
El caso Montoya, por tanto, nos obliga a mirar más allá de la crónica roja. Nos invita a un ejercicio de futurología crítica: ¿estamos presenciando los primeros síntomas de una enfermedad que podría cronificarse? Las decisiones que se tomen hoy —en materia de transparencia, reforma policial, cooperación internacional y política social a nivel local— determinarán si este contagio se contiene o si redefine permanentemente el mapa del poder y el miedo en el Chile del siglo XXI.
La historia trasciende el evento criminal inmediato para convertirse en un caso de estudio sobre la fragilidad de las instituciones estatales a nivel local frente al crimen transnacional sofisticado. Muestra una clara evolución narrativa, desde un acto singular (secuestro) hasta la revelación de complejas redes de explotación y corrupción, forzando un debate público sobre soberanía, seguridad y la naturaleza de la esclavitud moderna. Sus consecuencias son visibles en el proceso judicial, el discurso político y la percepción pública de la seguridad, lo que lo hace ideal para un análisis profundo y contextualizado de futuras vulnerabilidades sociales.