El Ocaso del Zar del Litio: Cómo la Salida de Julio Ponce Redibuja el Poder en SQM y el Futuro del Oro Blanco Chileno

El Ocaso del Zar del Litio: Cómo la Salida de Julio Ponce Redibuja el Poder en SQM y el Futuro del Oro Blanco Chileno
2025-07-08

- La salida de Julio Ponce Lerou no es una jubilación, sino un movimiento estratégico que despeja el camino para la alianza Codelco-SQM, cediendo el control formal a su hija Francisca Ponce.

- La histórica y compleja estructura de las sociedades "cascadas" se simplificará, poniendo fin a un modelo de control criticado por décadas y revalorizando las acciones para los minoritarios.

- El evento consolida narrativas en conflicto: la del propio Ponce, que se autodefine como un visionario, frente a la de sus críticos, que apuntan a un legado de controversias y a una salida forzada por la presión estatal y del mercado.

Inicio Contextualizado: El Fin de una Era Anunciada

A principios de junio de 2025, un comunicado sacudió los cimientos del poder empresarial chileno. Julio Ponce Lerou, la figura que por más de tres décadas controló Soquimich (SQM) —una de las mayores productoras de litio del mundo—, anunció que dejaría de ser “protagonista de esta historia”. Sin embargo, este anuncio, presentado como una decisión personal y soberana, es la culminación de un proceso que se venía gestando por meses, catalizado por la histórica asociación entre la estatal Codelco y la propia SQM para explotar el Salar de Atacama hasta 2060. Más que un retiro, la movida de Ponce es una reconfiguración calculada del poder, un paso al costado que asegura la continuidad de su legado a través de una nueva generación, mientras se adapta a un nuevo escenario donde el Estado vuelve a ser un actor central en la industria del "oro blanco".

Desarrollo Analítico: La Doble Jugada Maestra

El anuncio de Ponce se materializó en dos actos simultáneos y profundamente interconectados. El primero fue la reorganización de las sociedades "cascadas" (Norte Grande, Oro Blanco, Pampa Calichera, entre otras), un complejo entramado societario que le permitía controlar SQM con una participación minoritaria del capital total. Este esquema, largamente criticado por accionistas minoritarios por su opacidad y los altos descuentos de valorización, será simplificado drásticamente, pasando de seis a solo dos sociedades (Oro Blanco y Potasios) en un proceso que se espera culmine en 2026. Esta decisión, celebrada por el mercado con alzas significativas en las acciones, desarma una estructura de poder emblemática de los años 80 y 90.

El segundo acto fue la publicación de una carta personal. En ella, Ponce no solo anunció su salida, sino que construyó su propio epílogo. Defendió su trayectoria, calificando las críticas como “mitos y polémicas” que ceden ante “la evidencia de los hechos”. Crucialmente, legó “el control y dirección” a su hija, Francisca Ponce Pinochet, formalizando una sucesión que ya se venía gestando y asegurando la continuidad familiar en el nuevo esquema. Este movimiento ocurre en un momento en que la presión sobre su figura era máxima, especialmente por las cláusulas del acuerdo con Codelco que vetaban su participación y la de su familia en el directorio de la nueva sociedad hasta, al menos, 2030.

Perspectivas Contrastadas: ¿Legado Visionario o Retirada Forzosa?

La salida de Ponce Lerou cristaliza una disonancia cognitiva fundamental en la historia económica reciente de Chile.

  • La narrativa de Ponce: En su carta, se presenta como un fundador y desarrollador de “uno de los grupos industriales más importantes del país”, que toma su decisión “quizás en el mejor momento de las empresas”. Es la autoimagen de un estratega que, habiendo ganado la partida, decide retirarse en sus propios términos. Su frase “en el momento, lugar y forma en que yo así lo he decidido” es una declaración de autonomía frente a quienes buscaron removerlo por años.
  • La visión del Estado y el mercado: Para muchos analistas y actores políticos, la salida no fue una elección libre, sino una condición implícita para viabilizar la alianza con Codelco. La figura de Ponce, asociada a la privatización de SQM durante la dictadura y a escándalos de financiamiento irregular de la política, era un obstáculo reputacional y político insalvable. Máximo Pacheco, presidente de Codelco, aunque siempre mantuvo una relación institucional con la gerencia de SQM, se vio obligado a defender el pacto de ataques que, como los del Grupo Errázuriz, usaban la figura de Ponce como argumento para exigir una licitación abierta, acusando que el acuerdo era un regalo para el histórico controlador.
  • La perspectiva legal: Mientras el debate político ardía, las instituciones zanjaban las controversias. Una carta al director publicada en julio por los abogados William García y Claudia Sarmiento recordaba que la Corte Suprema y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ya habían desestimado los principales cuestionamientos legales contra el acuerdo, como la supuesta omisión de la consulta indígena o la falta de facultades de Codelco. Esto subraya una tensión clave: la persistencia de una narrativa de ilegalidad en la esfera pública, a pesar de que las instancias jurídicas pertinentes ya habían validado el proceso.

Contexto Histórico y Estructural: El Origen de un Imperio

Para comprender la magnitud de este cambio, es ineludible recordar el origen del poder de Ponce. Su ascenso está ligado a su rol como yerno de Augusto Pinochet, lo que le permitió presidir Corfo y luego SQM en los años 80. La posterior privatización de la empresa y la creación de las “cascadas” le permitieron consolidar un control férreo que perduró por décadas. Esta estructura, aunque legal, fue un constante foco de conflicto con accionistas minoritarios y un símbolo de una era de concentración económica y vínculos opacos entre el dinero y la política. La simplificación de esta estructura no es solo un cambio financiero, sino el desmantelamiento de un ícono de la arquitectura de poder chilena.

Estado Actual: Una Sucesión en Marcha y un Futuro Abierto

El tema no está cerrado; ha entrado en una nueva fase. Julio Ponce Lerou se ha retirado de la primera línea, pero su influencia perdura a través de su familia y de una red de ejecutivos de confianza formados bajo su alero. Francisca Ponce asume el liderazgo formal, y su capacidad para navegar la compleja relación con Codelco y gestionar el legado de su padre será clave. La reorganización societaria está en marcha y la nueva asociación Codelco-SQM avanza, habiendo superado las barreras legales y de libre competencia impuestas por la Fiscalía Nacional Económica (FNE).

El ocaso del “Zar del Litio” no significa el fin de su linaje en la industria. Más bien, es una metamorfosis forzada por las circunstancias, una jugada que sacrifica al rey para salvar el reino. La pregunta que queda abierta es si este cambio de rostro traerá consigo una nueva cultura corporativa o si, como en la célebre novela El Gatopardo, todo ha cambiado para que todo siga igual.

La historia marca el fin de una era controversial y de alta influencia en el panorama empresarial nacional, encarnada en una figura de inmenso peso histórico y económico. Permite analizar la transición de poder en una compañía estratégica, explorando temas de legado, sucesión familiar y gobernanza corporativa. El evento ofrece un contexto crucial para comprender uno de los acuerdos económicos más significativos de la historia reciente del país, revelando la interacción entre el poder personal y la estrategia estatal. Posee una estructura narrativa clara con un clímax definido —el anuncio del retiro— y consecuencias visibles, lo que facilita un reportaje profundo y contextualizado. El tema genera una reflexión sobre la concentración del poder económico, la ética en el liderazgo empresarial y el futuro de un recurso natural clave para el país y el mundo.