El Pasado como Campo de Batalla: Las Réplicas Políticas de la Justificación del Golpe de 1973

El Pasado como Campo de Batalla: Las Réplicas Políticas de la Justificación del Golpe de 1973
2025-07-08

- Unas declaraciones sobre el golpe de 1973 de una candidata presidencial reabrieron un debate que trasciende lo electoral, evidenciando las fracturas persistentes en la memoria colectiva chilena.

- La controversia expuso cálculos estratégicos y tensiones internas en la derecha, obligando a recalibrar discursos y alianzas de cara a la carrera por La Moneda.

- Más allá de la polémica inmediata, el episodio forzó una reflexión sobre cómo las narrativas históricas son instrumentalizadas en la política contemporánea, definiendo los contornos éticos y estratégicos de las campañas.

A más de dos meses de que la carrera presidencial fuera sacudida por unas controvertidas declaraciones, las ondas expansivas del debate sobre el golpe de Estado de 1973 continúan redefiniendo el escenario político. Lo que comenzó como una frase en una entrevista radial, se transformó en un catalizador que no solo reavivó la perenne disputa sobre la memoria histórica de Chile, sino que también desnudó las estrategias, tensiones y cálculos que subyacen en los distintos bloques políticos.

El Origen de la Tormenta: "Necesario" e "Inevitable"

A mediados de abril, la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, calificó el golpe de Estado de 1973 como “necesario” para evitar que el país se convirtiera en “Cuba”, añadiendo que las muertes ocurridas en los años inmediatamente posteriores fueron “bien inevitables”. Estas palabras no fueron un simple desliz; activaron de inmediato las fallas tectónicas de la política chilena.

La reacción del oficialismo y de los sectores de izquierda fue unánime y contundente. Desde el Palacio de La Moneda hasta los comandos de los otros candidatos, la condena se centró en la relativización de las violaciones a los derechos humanos. La frase de la abanderada socialista, Paulina Vodanovic, encapsuló esta postura: “No hay matices ante el horror: o se lo condena, o se es cómplice”. Para este sector, las declaraciones de Matthei representaron el cruce de una línea roja, un atentado al consenso democrático fundamental de que ninguna crisis justifica el terrorismo de Estado.

El Mosaico de Reacciones en la Derecha

La controversia, sin embargo, no generó un frente monolítico en la oposición. Por el contrario, reveló un espectro de posturas que van desde el apoyo cerrado hasta la crítica estratégica.

  • El blindaje de Chile Vamos: Figuras clave de la UDI y Renovación Nacional salieron a “blindar” a su candidata. El diputado Juan Antonio Coloma (UDI) defendió las palabras de Matthei como su “convicción” e “historia de vida”, mientras que la diputada Camila Flores (RN) afirmó que su postura era refrendada por “un número importante de chilenos”. Esta defensa no solo buscaba proteger a su abanderada, sino también validar una narrativa histórica que presenta el golpe como una intervención solicitada por la ciudadanía ante el colapso institucional.
  • La crítica de la derecha radical: Desde los flancos, las reacciones fueron distintas. Tanto José Antonio Kast (Partido Republicano) como Johannes Kaiser (candidato del Partido Nacional Libertario) criticaron a Matthei, pero no por el fondo de sus dichos, sino por un supuesto “oportunismo electoral”. Acusaron a la candidata de endurecer su discurso para disputar el voto más conservador, cuestionando la autenticidad de su postura y marcando su propio territorio como los verdaderos herederos de ese sector.
  • La cautela del centro: Actores como Ximena Rincón, timonel de Demócratas, calificaron las declaraciones como un “error” y un potencial “lapsus”. Su crítica fue pragmática: un discurso de esa naturaleza, argumentó, aleja al electorado de centro y dificulta la construcción de una mayoría. Si bien condenó cualquier relativización de la democracia, su principal preocupación parecía ser la viabilidad electoral de una candidatura que se acerca a los extremos.

Contexto y Consecuencias: Más Allá de la Frase

Este episodio no puede entenderse como un hecho aislado. Ocurre en un contexto donde la conmemoración de los 50 años del golpe, en 2023, ya había demostrado que no existe una, sino múltiples memorias en pugna. La narrativa del “quiebre democrático” como un fracaso colectivo compite ferozmente con la de la ruptura violenta e injustificable de la democracia.

Las consecuencias para la campaña de Matthei fueron inmediatas y tangibles. La polémica coincidió con una seguidilla de lo que analistas calificaron como “errores no forzados”, generando una profunda inquietud en su coalición. Se pospuso el anuncio sobre la realización de primarias y se intensificaron las críticas internas a la falta de un equipo de campaña consolidado que pudiera anticipar y gestionar este tipo de crisis.

Dos meses después, la tormenta mediática ha amainado, pero sus efectos persisten. El debate obligó a todos los actores a posicionarse con mayor claridad. La izquierda reafirmó su anclaje en la defensa irrestricta de los derechos humanos como pilar de su identidad. La derecha, por su parte, se vio forzada a confrontar sus propias divisiones internas sobre cómo narrar el pasado y qué tan conveniente es hacerlo en una campaña presidencial.

El tema, lejos de estar cerrado, ha quedado instalado como un marcador de identidad. Demostró que, en Chile, el pasado no es un capítulo concluido, sino un campo de batalla activo donde se siguen librando las luchas por el presente y el futuro del país.

La historia representa un caso ejemplar donde un único evento —una declaración controversial— desencadenó una cascada de consecuencias políticas visibles y medibles. Permite analizar las profundas fracturas ideológicas que persisten en el espectro político, no solo entre bloques opuestos, sino también dentro de las propias coaliciones. Con el paso del tiempo, la narrativa ha madurado desde una noticia de impacto inmediato a un complejo estudio sobre comunicación de crisis, la instrumentalización de la memoria histórica en campañas electorales y su resonancia en el presente. Se dispone de suficiente material para examinar el ciclo completo: la declaración inicial, las reacciones estratégicas de diversos actores y el impacto duradero en la percepción pública y el discurso político, superando la inmediatez de la polémica original.