La Bandera Sin Territorio: Cómo el Viaje de un Atleta Apátrida Redefine los Futuros de la Nacionalidad, la Pertenencia y el Alma de Chile:Escenarios Proyectados: De la Ciudadanía por Mérito a las Naciones Fluidas y el Ocaso del Pasaporte

La Bandera Sin Territorio: Cómo el Viaje de un Atleta Apátrida Redefine los Futuros de la Nacionalidad, la Pertenencia y el Alma de Chile:Escenarios Proyectados: De la Ciudadanía por Mérito a las Naciones Fluidas y el Ocaso del Pasaporte
2025-07-17
  • El caso del atleta Yunerki Ortega abre la puerta a una ciudadanía por mérito, donde el talento y la contribución podrían redefinir la pertenencia a una nación.
  • Esta tendencia coexiste con un endurecimiento global de las fronteras y el surgimiento de figuras apátridas, revelando la profunda contradicción del sistema de nacionalidad actual.
  • Chile se encuentra en un punto de inflexión, debatiendo entre un modelo de nación más fluida y el refuerzo de la identidad tradicional, un dilema que marcará su futuro social y político.

La Señal: Un Atleta, Dos Futuros

En julio de 2025, mientras el Senado chileno otorgaba la nacionalidad por gracia al para-atleta de origen cubano Yunerki Ortega, un titular internacional contaba la historia de Jermaine Thomas, un hombre nacido en una base militar estadounidense, deportado a Jamaica —un país que no conocía— y declarado apátrida. Ortega, quien desertó en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, expresó que recibir la ciudadanía era “más grande que un oro olímpico”. Thomas, por su parte, preguntaba desde un limbo legal: “¿Cuándo volveré a casa?”.

Estas dos historias, aparentemente desconectadas, son en realidad las dos caras de una misma moneda y una poderosa señal sobre los futuros en disputa de la nacionalidad. El caso de Ortega no es solo una anécdota deportiva; es un catalizador que obliga a Chile y al mundo a cuestionar las bases mismas de la pertenencia en el siglo XXI. ¿Qué define a una nación? ¿La sangre, el suelo, un documento, o el deseo de contribuir y pertenecer? Las respuestas a estas preguntas están dibujando escenarios radicalmente distintos.

Escenario 1: La Ciudadanía por Mérito y el Pasaporte de Talento

La nacionalización de Yunerki Ortega, siguiendo los pasos de otros deportistas de origen cubano como Santiago Ford y Yasmani Acosta, consolida una tendencia emergente: la ciudadanía por mérito. En este futuro, proyectado a mediano plazo, las naciones compiten por el talento global no solo con incentivos económicos, sino con la promesa de una identidad y un pasaporte. El mérito —ya sea deportivo, científico, artístico o empresarial— se convierte en una vía rápida y legitimada para la integración.

Podríamos ver la formalización de “visados de talento” que evolucionen hacia procesos de naturalización acelerados, donde el potencial de contribución a la “marca país” pese más que el lugar de nacimiento o los años de residencia. Para Chile, esto podría significar una sociedad más dinámica y competitiva, capaz de atraer a los mejores del mundo. Sin embargo, este modelo también plantea un riesgo: la instrumentalización de la ciudadanía. Si la nacionalidad se otorga en función de la utilidad, ¿qué ocurre con quienes no pueden ofrecer un “retorno de inversión” visible? Este enfoque podría crear una jerarquía de migrantes, donde los “deseables” son celebrados y los “no productivos” son marginados, convirtiendo la pertenencia en una relación transaccional.

Escenario 2: La Fortaleza Nacional y el Endurecimiento de la Pertenencia

En paralelo al aplauso por Ortega, se libra una batalla política y cultural que apunta en la dirección opuesta. La controversia en torno al voto de los extranjeros en Chile, con propuestas para eximirlos de multas por no sufragar, y la proliferación de desinformación al respecto, revelan una profunda ansiedad. Según datos del Servel, más de 786,000 extranjeros estaban habilitados para votar en las municipales de 2024, una cifra que crece y genera tensiones.

Este escenario proyecta un futuro de reafirmación de la soberanía tradicional. Impulsado por discursos de seguridad y cohesión cultural, el Estado-nación refuerza sus fronteras, no solo físicas sino también legales y simbólicas. La nacionalidad se convierte en un club exclusivo, y los requisitos para acceder a ella se endurecen. Este modelo se nutre de tendencias globales, como las deportaciones masivas de haitianos desde República Dominicana, que priorizan la integridad territorial sobre las consideraciones humanitarias. En este futuro, el pasaporte no es un premio al mérito, sino un escudo protector. La consecuencia para Chile sería una sociedad más homogénea en su definición, pero potencialmente más cerrada, polarizada y menos adaptable a los flujos globales.

El Abismo de la Apatridia: La Falla del Sistema

El caso de Jermaine Thomas es la consecuencia lógica y brutal de un sistema que opera en binarios: inclusión selectiva o exclusión categórica. Thomas no es un delincuente de alta peligrosidad, pero sus transgresiones menores, sumadas a su limbo legal, lo convirtieron en un sujeto desechable para Estados Unidos. Su historia demuestra que, mientras un país puede optar por “adoptar” a un individuo prometedor, otro puede “desterrar” a quien considera una carga, dejándolo sin bandera ni territorio.

La existencia de apátridas como Thomas es el punto ciego de la narrativa del mérito. Expone la fragilidad de un sistema donde los derechos humanos fundamentales dependen de la posesión de un documento nacional. Si la tendencia al endurecimiento de las fronteras se acelera, podríamos ver un aumento de estas poblaciones fantasma: personas atrapadas entre legislaciones, sin acceso a derechos básicos como la salud, el trabajo o la libertad de movimiento. Son el recordatorio de que por cada Ortega que encuentra un hogar, puede haber un Thomas que lo pierde todo.

Síntesis y Puntos de Inflexión: ¿Qué Futuro Construye Chile?

Chile no se dirige hacia un único futuro, sino que navega en la tensión entre estos escenarios. El camino que tome dependerá de decisiones críticas en los próximos años:

  1. Legislación Migratoria: ¿Se diseñarán leyes que equilibren seguridad con flexibilidad, creando vías claras para la integración basada en criterios diversos, o se priorizará un enfoque de control restrictivo?
  2. Cultura Política y Discurso Público: ¿Prevalecerá la narrativa de la inclusión y el aporte migrante, o ganará terreno el discurso del miedo y la desconfianza, como se observa en los debates sobre el voto extranjero?
  3. Definición de “Pertenencia”: ¿Seguirá Chile el modelo tradicional basado en el jus soli (derecho de suelo) y el jus sanguinis (derecho de sangre), o se abrirá a un concepto más fluido de ciudadanía, donde el compromiso cívico, la contribución y la identidad sentida jueguen un rol central?

La historia de Yunerki Ortega es una invitación a pensar en un Chile que se enriquece con quienes lo eligen. La de Jermaine Thomas es una advertencia sobre la crueldad de un mundo que abandona a quienes no encajan. La elección entre un futuro de naciones más fluidas y adaptativas o uno de fortalezas amuralladas está en juego, y cada decisión legislativa, cada debate público y cada gesto de acogida o rechazo inclina la balanza.

La historia presenta una narrativa humana de largo aliento que ha madurado a lo largo de varios meses, permitiendo un análisis profundo sobre las consecuencias visibles de las políticas migratorias y los conceptos de identidad nacional. El tema trasciende el evento individual para explorar debates universales sobre pertenencia, burocracia y el significado de la ciudadanía en un mundo globalizado. Su evolución permite contrastar el inicio de una aspiración personal con las complejas realidades políticas y sociales, ofreciendo un terreno fértil para proyectar escenarios futuros sobre la flexibilidad de las fronteras y el valor del talento humano.