El Licitante Fantasma: Cómo el Fracaso del Seguro de Fonasa Proyecta los Futuros de la Salud Pública y el Ocaso del Modelo Mixto

El Licitante Fantasma: Cómo el Fracaso del Seguro de Fonasa Proyecta los Futuros de la Salud Pública y el Ocaso del Modelo Mixto
2025-07-21

- El fracaso de la licitación del seguro complementario de Fonasa no fue un error administrativo, sino un síntoma de la inviabilidad del actual modelo mixto de salud.

- Se abren tres escenarios futuros: la persistencia del Estado con un modelo subsidiado, una reforma pragmática que fortalezca los mecanismos existentes, o una fragmentación acelerada del sistema.

- Factores como el drenaje financiero por licencias médicas y la desconfianza ciudadana definirán cuál de estos futuros se materializará, marcando un punto de inflexión para la salud en Chile.

El Espejismo de un Puente

El 23 de junio de 2025, en las oficinas del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), no hubo ganadores. Tampoco perdedores. Simplemente, no hubo nadie. La licitación para la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), el mecanismo estrella diseñado para actuar como un puente entre el sistema público y el privado tras la crisis de las Isapres, fue declarada desierta. El silencio de las aseguradoras, el “licitante fantasma”, no fue un mero contratiempo administrativo, sino un veredicto del mercado sobre una política pública y, más profundamente, una señal inequívoca de las fracturas que atraviesan el sistema de salud chileno.

La MCC prometía a los afiliados de Fonasa la opción de contratar un seguro voluntario para acceder a la red de prestadores privados con una cobertura similar a la de las Isapres. Era la pieza clave para absorber a los potenciales migrantes del sistema privado y para ofrecer una alternativa a las crecientes listas de espera del sector público. Sin embargo, su diseño nació con una debilidad fundamental: la incertidumbre. Las aseguradoras privadas evaluaron el riesgo de “selección adversa” —que solo los más enfermos y costosos contrataran el seguro— como demasiado alto. A esto se sumaron aranceles considerados poco atractivos y la imposibilidad de calcular la demanda real, transformando la licitación en una apuesta inviable. El fracaso no fue una sorpresa, sino la crónica de una muerte anunciada por analistas que advirtieron sobre su compleja arquitectura y su optimismo voluntarista.

El Futuro en Disputa: Tres Escenarios Post-Fracaso

La caída de la MCC abre un abanico de futuros posibles para el sistema de salud. La dirección que tome el país dependerá de decisiones críticas en los próximos meses y años. Se perfilan tres escenarios principales:

1. Escenario de la Persistencia Estatal:

El gobierno, a través del director de Fonasa, ha intentado “desdramatizar” el evento, insistiendo en que la ley contempla nuevas licitaciones e incluso la contratación directa. Este camino implica redoblar la apuesta. Podríamos ver un segundo llamado con bases más favorables para las aseguradoras, probablemente a costa de un mayor subsidio estatal o de un aumento en la prima sugerida. Si esto también falla, el “trato directo” podría resultar en un único proveedor aliado con el Estado, creando un sistema híbrido con altos costos fiscales y una dependencia estructural del presupuesto público. Este futuro mantiene el espejismo de la MCC, pero lo transforma en un programa de nicho, costoso y que no resuelve los problemas de fondo del sistema, como las listas de espera o el financiamiento general de Fonasa. Es el camino de la inercia asistida por el Estado.

2. Escenario del Retorno al Origen:

El fracaso de la MCC puede ser la oportunidad para un giro pragmático. Voces críticas, incluyendo editoriales de medios financieros, proponen abandonar el complejo andamiaje de la MCC y, en su lugar, fortalecer la ya existente Modalidad de Libre Elección (MLE). Esto implicaría aumentar la cobertura que Fonasa ofrece a todos sus cotizantes cuando se atienden en prestadores privados inscritos. En lugar de un seguro adicional para quienes pueden pagarlo, se mejoraría la protección financiera para los más de 16 millones de afiliados. Este escenario es conceptualmente más simple y equitativo, pero requiere una decisión política audaz: admitir el fracaso del plan original y reasignar recursos fiscales de manera directa y universal dentro de Fonasa. Su viabilidad dependerá de la capacidad del Estado para financiar este aumento de cobertura, un desafío mayúsculo en un contexto de estrechez fiscal y del persistente drenaje de recursos por el mal uso de licencias médicas.

3. Escenario de la Fragmentación Acelerada:

Este es el futuro por defecto, el resultado de la indecisión o de soluciones fallidas. Si ni la persistencia estatal ni el giro pragmático logran materializarse, el sistema de salud podría entrar en una fase de fragmentación acelerada. La crisis de las Isapres continuaría su curso, el sistema público seguiría sobrecargado y la promesa de una mejor cobertura a través de Fonasa se desvanecería. En este escenario, el modelo mixto no solo se debilita, sino que se rompe. La salud se estratificaría aún más: un sector público desfinanciado para la gran mayoría, un sistema de Isapres inestable y en contracción para una clase media-alta, y un mercado de seguros privados de alto costo para los más ricos. La solidaridad, principio fundamental de la seguridad social, se erosionaría por completo, dando paso a un sálvese quien pueda donde la capacidad de pago define el acceso y la calidad de la atención.

Los Factores de Incertidumbre y las Dinámicas Ocultas

El rumbo que tome el sistema no está predeterminado. Hay factores de alta incertidumbre que actuarán como puntos de inflexión:

- El Drenaje Financiero: El problema del abuso de licencias médicas, que según expertos se ha multiplicado por diez en 35 años, es una sangría constante para el sistema. La reciente ofensiva fiscalizadora de la Suseso es un intento por contenerla. Si tiene éxito, podría liberar recursos significativos. La pregunta clave es: ¿a dónde irán esos fondos? ¿A subsidiar un nuevo intento de la MCC, a fortalecer la MLE o simplemente a cubrir déficits operativos? La respuesta a esta pregunta será determinante.

- La Confianza Pública: La seguidilla de crisis —casos de corrupción como ProCultura, fallas de gestión como las del Hospital El Pino y ahora la licitación fallida— erosiona la confianza ciudadana en la capacidad de las instituciones para resolver sus problemas. Una ciudadanía escéptica es menos propensa a apoyar reformas profundas y más inclinada a buscar soluciones individuales, alimentando el escenario de la fragmentación.

- El Ciclo Político: Con un ciclo electoral en el horizonte, la salud se convertirá, una vez más, en un campo de batalla ideológico. El fracaso de la MCC será utilizado como arma arrojadiza, dificultando la construcción de acuerdos técnicos y de largo plazo. Un cambio de gobierno podría implicar un viraje de 180 grados, ya sea hacia una mayor estatización o hacia un renovado impulso a las soluciones de mercado.

El licitante fantasma ha dejado al descubierto la encrucijada del sistema de salud chileno. La ausencia de ofertas fue un mensaje contundente: los puentes improvisados no son suficientes para unir dos orillas estructuralmente separadas. El futuro no se definirá por la insistencia en fórmulas que ya mostraron sus límites, sino por la capacidad de enfrentar las preguntas de fondo sobre qué tipo de solidaridad estamos dispuestos a financiar y qué rol deben jugar el Estado y el mercado en un derecho tan fundamental como la salud. La sala de licitaciones vacía es, en última instancia, una invitación a repensarlo todo.

La historia representa un punto de inflexión crítico en una crisis estructural de larga data, trascendiendo el evento noticioso para revelar las tensiones sistémicas de un modelo de colaboración público-privada. El fracaso de la licitación no es un hecho aislado, sino la consecuencia visible de un agotamiento conceptual, generando una narrativa con un principio claro (la promesa de una solución de mercado), un desarrollo (la ausencia de actores) y consecuencias profundas (incertidumbre para millones y un vacío de política pública). Este tema permite explorar escenarios futuros divergentes sobre el contrato social en salud, la soberanía del Estado en la provisión de servicios esenciales y la redefinición de la confianza en las instituciones. Su madurez temporal ofrece un contexto completo para un análisis profundo, superando la crónica inmediata para proyectar las trayectorias posibles de un sistema fundamental en plena encrucijada.