El Ocaso de Corona: Crónica de una Transformación Inevitable en el Retail Chileno

El Ocaso de Corona: Crónica de una Transformación Inevitable en el Retail Chileno
2025-07-08

- La caída de Corona no fue un hecho aislado, sino el síntoma más visible de una crisis estructural que afecta al modelo de multitienda tradicional en Chile.

- Mientras un gigante se extinguía, el sector mostraba su resiliencia con inversiones millonarias en nuevos formatos de malls y outlets, revelando una profunda reconversión y no un colapso general.

- El fin de Corona, junto al de otras empresas históricas como Fernando Mayer, expone la difícil adaptación de la industria nacional a la competencia global y a los nuevos hábitos de consumo.

Inicio Contextualizado: El Silencio Después del Remate

Dos meses después de que los carteles de "Remate Final, todo a 5 lucas" desaparecieran de las vitrinas, las 51 tiendas de Corona a lo largo de Chile permanecen como monumentos silenciosos a una era que terminó. El cierre de la multitienda, con sus 50 años de historia y la pérdida de casi 1.800 puestos de trabajo, dejó un vacío que va más allá de los locales comerciales. Representa el fin de un modelo de negocio que fue parte del paisaje cotidiano de la clase media chilena y un símbolo del acceso al consumo. Hoy, con la distancia del tiempo, es posible analizar que la caída de Corona no fue una muerte súbita, sino el capítulo final de una crónica anunciada que revela las profundas grietas y transformaciones del retail y la industria nacional.

Desarrollo Analítico: La Anatomía de un Fracaso

La historia inmediata del fin de Corona es la de un rescate fallido. En octubre de 2023, la empresa ligada a la familia Schupper inició su segundo proceso de reorganización judicial en pocos años, ahogada por pasivos que superaban los $66 mil millones. El 5 de junio de 2025, un rayo de esperanza pareció iluminar su futuro: los acreedores, entre ellos los bancos Santander, Internacional y BCI, junto a proveedores clave como el gigante chino Anhui Garments, aprobaron el plan de reestructuración.

Sin embargo, el acuerdo tenía una condición crítica: la obtención de un financiamiento fresco de $22.000 millones antes del 20 de junio. El plazo se cumplió sin que el dinero apareciera. Esa fue la estocada final. El 27 de junio, la noticia del cierre se comunicó a los trabajadores, y la marca, que antes de la quiebra estaba valorizada en más de $12.000 millones, se liquidó en una venta desesperada para generar algo de caja. El fracaso no se debió a una única mala decisión, sino a la incapacidad de un modelo de negocio para generar la confianza necesaria para su propia supervivencia en un mercado que ya le había dado la espalda.

Perspectivas Contrastadas: ¿El Fin del Retail o su Metamorfosis?

La caída de Corona alimenta la narrativa de una crisis terminal del comercio físico. Este relato se ve reforzado por casos como el de la icónica mueblería Fernando Mayer, que con 85 años de historia también solicitó su liquidación, incapaz de competir con la masiva importación de productos asiáticos y los altos costos de la manufactura local. Ambas empresas comparten un epitafio: ser símbolos de una industria nacional que no supo o no pudo adaptarse a la globalización y a los nuevos paradigmas económicos.

No obstante, esta perspectiva es incompleta y puede inducir a error. Mientras Corona agonizaba, otros actores del sector demostraban una vitalidad sorprendente. Un informe de principios de junio de 2025 revelaba la construcción de ocho nuevos malls y outlets en el país, con una inversión superior a los US$600 millones por parte de operadores como Vivo, Parque Arauco y Cenco Malls. Paralelamente, gigantes del rubro inmobiliario comercial como Grupo Patio se reestructuraban, abandonando negocios no estratégicos para concentrarse en su núcleo: los centros comerciales vecinales y strip centers.

Esta disonancia es clave: no estamos ante la muerte del retail, sino ante una brutal selección natural. El modelo de la multitienda generalista, que compite en precio con gigantes del e-commerce y en calidad con marcas especializadas, parece obsoleto. El futuro, según sugieren estas inversiones, pertenece a los formatos que ofrecen experiencias, servicios, especialización y conveniencia, como los outlets premium o los centros comerciales integrados a parques y viviendas.

Contexto y Estado Actual: Las Lecciones de un Ocaso

El caso Corona es un espejo de las transformaciones estructurales de la economía chilena. Evidencia la tensión entre la industria local y las cadenas de suministro globales, la obsolescencia de los modelos de negocio basados en el crédito al consumo masivo y la emergencia de un consumidor más exigente y digitalizado. La empresa que durante décadas fue una puerta de entrada al consumo para millones de chilenos, no logró redefinir su propuesta de valor en un siglo XXI hipercompetitivo.

Hoy, el tema está judicialmente en una etapa de liquidación, pero sus ecos resuenan en el debate público. Las consecuencias para los trabajadores, proveedores y acreedores aún se están dimensionando. Más importante aún, el cierre de Corona deja una lección fundamental para el empresariado nacional: la nostalgia no es un modelo de negocio viable. La capacidad de anticipar el cambio, de innovar en la propuesta de valor y de adaptarse con agilidad a las nuevas realidades del mercado no es una opción, sino la única condición para la supervivencia.

La historia permite un análisis profundo sobre la evolución del sector retail, los cambios en los hábitos de consumo y el ciclo de vida de las empresas emblemáticas. Al haber concluido el proceso de cierre, es posible examinar con perspectiva las causas estructurales de la quiebra, sus consecuencias económicas y sociales, y el impacto cultural de la desaparición de una marca con 50 años de historia, ofreciendo una narrativa completa que va más allá del anuncio inicial.