El Viento que Despertó al Sur:Anatomía del Tornado de Puerto Varas y la Nueva Frontera Climática de Chile

El Viento que Despertó al Sur:Anatomía del Tornado de Puerto Varas y la Nueva Frontera Climática de Chile
2025-07-25
  • Un tornado EF-1 en Puerto Varas dejó de ser un titular de emergencia para convertirse en un caso de estudio sobre la resiliencia de Chile.
  • Más allá de la reconstrucción, el evento abrió un debate clave: ¿son los desastres climáticos "fuerza mayor" o una nueva normalidad que exige adaptar la infraestructura y la regulación?
  • La respuesta del Estado y la comunidad contrasta con la tensión entre empresas de servicios básicos y el regulador, marcando un precedente para futuros eventos extremos.

A más de un mes del 25 de mayo, el estruendo del tornado que azotó Puerto Varas ha sido reemplazado por el sonido de martillos y la gestión de la ayuda estatal. Lo que comenzó como una Alerta Roja por un evento meteorológico sin precedentes en la zona, con vientos de hasta 178 km/h, hoy es un profundo caso de estudio sobre la capacidad de Chile para enfrentar una nueva y volátil realidad climática. El paso del tornado no solo dejó un saldo de ocho heridos, más de 250 viviendas y 40 locales comerciales dañados, sino que también desató una tormenta de preguntas sobre la resiliencia del territorio, la responsabilidad de los privados y la preparación del Estado.

La conmoción inicial, capturada en testimonios como el del actor Etienne Bobenrieth, quien calificó la experiencia de "impactante", dio paso a una coordinada respuesta institucional. El Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (COGRID) a nivel comunal se activaron de inmediato. En los días y semanas posteriores, el Gobierno central, a través de la Subsecretaría de Servicios Sociales y la delegación presidencial, desplegó la aplicación de la Ficha Básica de Emergencia (FIBE) para canalizar bonos de recuperación. A mediados de junio, la ayuda comenzó a materializarse con la entrega de las primeras 15 viviendas de emergencia y kits de habitabilidad, un esfuerzo liderado por el alcalde Tomás Gárate para dar una solución transitoria a las familias que lo perdieron todo.

"Fuerza Mayor" o Falta de Previsión: El Debate que Dejó el Apagón

Mientras la comunidad se organizaba y la ayuda estatal fluía, una discusión paralela y fundamental cobraba fuerza. El tornado dejó a más de 19.600 clientes sin suministro eléctrico, poniendo en jaque a la distribuidora Grupo Saesa. La compañía no tardó en declarar que el evento constituía un caso de fuerza mayor, un argumento que, de ser aceptado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), la eximiría de compensaciones por la interrupción del servicio.

Desde Saesa, la postura fue clara: "Fue un fenómeno extremo, rápido y generalizado (...) Ante un evento de esta magnitud, es imposible que la infraestructura eléctrica resista sin daños". Esta visión fue respaldada por expertos como Rodrigo Castillo, exdirector ejecutivo de Empresas Eléctricas, quien argumentó que la naturaleza imprevisible y la ausencia de antecedentes reforzaban la calificación jurídica de caso fortuito.

Sin embargo, la SEC, liderada por la superintendenta Marta Cabeza, adoptó una postura cautelosa pero firme, recordando que son las empresas las que deben probar con antecedentes que el evento fue imprevisible e irresistible. Este contrapunto genera una disonancia cognitiva clave: en un contexto de cambio climático global, ¿hasta cuándo un evento extremo puede ser considerado "imprevisible"? La interrogante abre un debate estructural sobre si la normativa actual incentiva adecuadamente la inversión en infraestructura resiliente o si, por el contrario, permite que el costo de la vulnerabilidad sea transferido a los usuarios y al Estado.

Un Territorio en Transición Climática

El tornado de Puerto Varas no es un hecho aislado, sino el síntoma de una transición. Chile está acostumbrado a terremotos y tsunamis, pero los tornados en el sur, las inundaciones en el centro y las sequías prolongadas dibujan un nuevo mapa de riesgos. El director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Juan Meriches, lo admitió al señalar que el evento demuestra "la importancia de trabajar en señales regulatorias para una mayor resiliencia y adaptación de las redes al cambio climático".

El desafío, por tanto, trasciende la reconstrucción de las viviendas y la reposición de los 40 postes caídos en Puerto Varas. La situación obliga a repensar la planificación territorial, los estándares de construcción y, sobre todo, el marco regulatorio de los servicios básicos. La recuperación económica de los pequeños comercios afectados, que Sercotec comenzó a catastrar, también depende de una infraestructura capaz de soportar la próxima embestida del clima.

El tema, lejos de estar cerrado, ha evolucionado. La emergencia inmediata ha concluido, pero la discusión de fondo apenas comienza. El viento que despertó al sur de Chile dejó una lección crítica: la resiliencia ya no es una opción, sino una condición de supervivencia para el desarrollo del país en su nueva y desafiante frontera climática.

El evento representa un punto de inflexión en la percepción de los riesgos climáticos en territorios históricamente considerados seguros. Su análisis permite examinar la capacidad de respuesta del Estado ante fenómenos extremos e inesperados, la resiliencia de las comunidades locales y la urgente necesidad de adaptar las políticas públicas y la planificación urbana a una nueva realidad climática. La historia ofrece una narrativa completa, desde el impacto inicial hasta las consecuencias a mediano plazo, abriendo un debate profundo sobre la preparación nacional frente a la creciente frecuencia de desastres no convencionales.