El Estado llega tarde a la fiesta de las apuestas online: Chile debate cómo regular un mercado de 5 millones de usuarios que ya opera sin permiso

El Estado llega tarde a la fiesta de las apuestas online: Chile debate cómo regular un mercado de 5 millones de usuarios que ya opera sin permiso
2025-07-29

- Un mercado de US$3.100 millones y más de 5 millones de usuarios opera en Chile en un limbo legal, mientras el Congreso avanza en una regulación que llega años tarde.

- El proyecto de ley enfrenta a múltiples actores: plataformas online que buscan legitimarse, casinos físicos que denuncian competencia desleal y empresas estatales que defienden su monopolio.

- El debate va más allá de los impuestos; expone la tensión entre la disrupción digital, la protección al consumidor y la capacidad del Estado para adaptarse a nuevas economías.

La Apuesta Inevitable

Desde hace meses, el Congreso Nacional debate un proyecto de ley para regular las casas de apuestas online. Sin embargo, esta discusión no es el inicio de una historia, sino la tardía reacción del Estado a un fenómeno que ya conquistó el país. Mientras los legisladores deliberan, más de 5.4 millones de chilenos —casi un tercio de la población— ya interactúan con alguna de las casi 4.000 plataformas que operan desde paraísos fiscales como Curazao o Malta, moviendo una cifra estimada de US$3.100 millones anuales sin pagar un solo peso en impuestos específicos en Chile.

Lo que comenzó como una actividad de nicho, hoy es una industria consolidada con una presencia abrumadora en el fútbol, los medios de comunicación y el ocio digital. La pregunta ya no es si se debe regular, sino cómo hacerlo sin legitimar un pasado de alegalidad y sin crear nuevas distorsiones en un ecosistema donde múltiples actores, con intereses contrapuestos, luchan por su parte del botín.

Crónica de una Invasión Silenciosa

El auge de las casas de apuestas online no fue casual. Impulsado por la masificación de los smartphones, la mejora en la conectividad y una agresiva estrategia de marketing que incluyó el patrocinio de casi todos los equipos de la primera división del fútbol chileno, el sector creció exponencialmente. Plataformas como Betano, Coolbet o Rojabet se volvieron nombres familiares, ofreciendo una experiencia de usuario fluida, bonos de bienvenida atractivos y la posibilidad de apostar en pesos chilenos a través de intermediarios de pago locales.

Este crecimiento ocurrió en un vacío legal. A diferencia de los casinos físicos, regidos por la estricta Ley N° 19.995, las plataformas online operan bajo licencias internacionales. El Estado chileno, a través de la Polla Chilena de Beneficencia, intentó frenarlas solicitando el bloqueo de sus sitios web, una medida que resultó ineficaz: las empresas simplemente migraron a nuevas URLs, evidenciando la dificultad de ponerle barreras a la economía digital.

El resultado es un "status quo increíble", como lo describió Ismael Vali, CEO de la consultora Yield Sec, ante la Comisión de Hacienda del Senado: un mercado maduro y autorregulado por la competencia, que se estableció mucho antes de que el legislador decidiera intervenir.

El Tablero de Disputa: Cuatro Esquinas, Cero Consenso

La discusión legislativa ha destapado una compleja red de intereses donde cada actor defiende su posición con argumentos que, a menudo, chocan frontalmente con los de los demás.

1. El Gobierno: El Regulador Atrasado

El Ejecutivo y el Congreso buscan principalmente tres objetivos: recaudar impuestos, proteger a los usuarios y formalizar la industria. El proyecto de ley propone crear una Superintendencia de Casinos, Apuestas y Juegos de Azar, otorgar licencias de operación y establecer un impuesto específico. La meta es capturar parte de los millonarios ingresos que hoy se fugan al extranjero y establecer reglas claras sobre juego responsable, publicidad y prevención de la ludopatía, un riesgo de salud pública que ha crecido en silencio.

2. Las Plataformas Online: De la Alegalidad a la Búsqueda de Legitimidad

Agrupadas en gremios y representadas por consultoras internacionales, las casas de apuestas online se presentan como empresas modernas dispuestas a colaborar. Argumentan que no operan ilegalmente, sino "alegalmente" bajo licencias internacionales válidas. Su principal objetivo es obtener una licencia chilena que les dé certeza jurídica, les permita operar sin sobresaltos y limpiar su imagen. Están dispuestas a pagar impuestos, pero exigen que la cancha sea pareja para todos los competidores.

3. Los Casinos Físicos: Entre la Denuncia y la Doble Moral

La Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ) ha sido una de las voces más críticas. Denuncian una competencia desleal, argumentando que ellos pagan un 20% de sus ingresos brutos en impuestos específicos, realizan millonarias inversiones en infraestructura, generan empleo local y están sometidos a una rigurosa fiscalización. Sin embargo, su discurso de "guardianes de la legalidad" genera disonancia. Sus principales miembros, Enjoy y Dreams, enfrentan una investigación de la Fiscalía Nacional Económica por la que es considerada la colusión más grande en la historia de las licitaciones de casinos en Chile. Críticos, como los de la publicación Cambio21, sugieren que su verdadera intención no es solo frenar a los competidores online, sino también asegurar su propia entrada a este lucrativo mercado digital, consolidando aún más su dominio.

4. Los Actores Tradicionales: La Hípica y la Polla en Jaque

La irrupción de las apuestas online ha sido devastadora para los actores tradicionales. El Consejo Superior de la Hípica Nacional reportó una caída del 31% en las apuestas desde 2019, una crisis sin precedentes en sus 174 años de historia. Advierten que si no se les permite integrar sus apuestas en las nuevas plataformas, la industria hípica, con sus miles de empleos directos e indirectos, está "condenada a desaparecer". Por su parte, la Polla Chilena y la Lotería de Concepción, que gozan de un monopolio legal histórico, ven cómo su "valor económico" se desploma. El proyecto de ley parece otorgarles una vía de entrada preferencial al mercado online, lo que es visto por los casinos físicos como un privilegio inaceptable que vulnera la igualdad ante la ley.

Las Preguntas sobre la Mesa

El debate actual deja varias preguntas fundamentales sin una respuesta clara:

  • ¿Qué hacer con el pasado? ¿Se debe sancionar a las empresas que operaron durante años sin tributar en Chile, o se les debe permitir postular a licencias como si nada hubiera pasado?
  • ¿Cómo se garantiza una competencia justa? ¿Deberían los operadores online tener las mismas cargas tributarias y regulatorias que los casinos físicos? ¿Es justo dar un trato preferencial a Polla y Lotería?
  • ¿Cómo se protege eficazmente a los jugadores? Más allá de los impuestos, el desafío es implementar herramientas efectivas contra la ludopatía, el endeudamiento y el acceso de menores de edad, en un entorno digital diseñado para incentivar el consumo constante.

Un Juego Abierto

La historia de las casas de apuestas online en Chile es el retrato de un Estado superado por la velocidad de la disrupción digital. La regulación, aunque tardía, es ahora inevitable. El resultado de este proceso legislativo no solo definirá el futuro de una industria multimillonaria, sino que también sentará un precedente sobre cómo Chile enfrenta las nuevas economías que no piden permiso para instalarse. La partida está en juego y las apuestas, para todos los actores involucrados, son más altas que nunca.

El tema ilustra la tensión entre la rápida disrupción de las economías digitales y la lenta capacidad de respuesta de los marcos regulatorios. Expone un conflicto de alto interés público que abarca la protección al consumidor, la elusión fiscal, la salud pública (ludopatía) y la reconfiguración de industrias tradicionales, ofreciendo una narrativa completa sobre cómo un fenómeno de mercado evoluciona hasta convertirse en un complejo dilema legislativo y social.