Chile redibuja su eje en el Pacífico: Cómo una elección en Australia aceleró la construcción de un nuevo socio estratégico

Chile redibuja su eje en el Pacífico: Cómo una elección en Australia aceleró la construcción de un nuevo socio estratégico
2025-07-30

- Una elección en Canberra pasó de ser un saludo protocolar a un catalizador de alianzas estratégicas para Chile.

- El cable submarino Humboldt, en sociedad con Google, es la primera consecuencia visible de una renovada sintonía política con Australia.

- La nueva relación va más allá de lo digital: abarca minería, energía y una posible adhesión de Chile a bloques económicos de Asia-Pacífico.

¿Qué pasa cuando una elección al otro lado del mundo deja de ser una noticia lejana y se convierte en la piedra angular de la estrategia de un país?

Hace poco más de dos meses, la reelección con mayoría absoluta del Partido Laborista de Anthony Albanese en Australia fue registrada en Chile como un evento internacional más, seguido de un protocolar saludo del canciller Alberto van Klaveren. Hoy, ese gesto diplomático se ha materializado en una alianza estratégica con consecuencias concretas: la firma de un acuerdo con Google para construir el cable submarino Humboldt, un proyecto de 14.000 kilómetros que unirá Valparaíso con Sídney. Lo que comenzó como una declaración de "valores compartidos" es ahora una sociedad de inversión 50-50 entre el Estado chileno y un gigante tecnológico, redefiniendo el rol de Chile como un potencial hub digital del hemisferio sur.

Del Saludo a la Sociedad: Una Cronología de la Confianza

La secuencia de los hechos revela una aceleración notable en las relaciones bilaterales.

  1. 4 de mayo de 2025: Anthony Albanese, líder del Partido Laborista de centroizquierda, obtiene una contundente victoria electoral. El gobierno chileno, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, felicita el resultado destacando la sintonía en la "promoción de la paz, la democracia, los DD.HH. y la defensa del multilateralismo". La declaración, en su momento, pudo leerse como una formalidad diplomática entre gobiernos con afinidad ideológica.
  1. 4 de junio de 2025: Exactamente un mes después, la sintonía se traduce en hechos. El Gobierno de Chile, a través de la empresa estatal Desarrollo País, firma el contrato de asociación con Google para crear Humboldt Connect. El objetivo: activar y comercializar la capacidad de fibra óptica del primer cable que conectará directamente Sudamérica con Oceanía. La estructura de la sociedad, con inversiones equivalentes, marca un hito y evidencia un nivel de confianza que trasciende un simple acuerdo comercial.

¿Coincidencia o Causalidad? El Factor Político en la Estrategia Digital

El proyecto del cable Humboldt no es nuevo, pero su concreción bajo este modelo de asociación público-privada invita a una reflexión más profunda. ¿Habría avanzado con la misma celeridad y en los mismos términos bajo una administración australiana distinta? Fuentes diplomáticas y analistas económicos sugieren que la alineación política fue un facilitador clave.

La victoria laborista no solo garantizó un interlocutor con una visión del mundo similar a la del gobierno chileno, sino que también generó un ambiente propicio para una colaboración estatal directa. Esto contrasta con modelos donde el Estado actúa meramente como regulador. Aquí, el Estado chileno es socio, una decisión que implica un riesgo y una apuesta estratégica compartida, probablemente más fácil de justificar y negociar entre administraciones que comparten una visión sobre el rol del Estado en proyectos de infraestructura crítica.

Una Agenda en Expansión: Más Allá de los Cables

El cable Humboldt es la pieza más visible, pero no la única, de este renovado eje estratégico. La V Ronda de Consultas Políticas, celebrada a mediados de julio, amplió el campo de cooperación a áreas igualmente estratégicas:

  • Transición Energética y Minería: Se abordaron las posibilidades de profundizar la cooperación en minería, un sector clave para ambos países, y en la transición hacia energías limpias, donde Chile y Australia tienen un potencial significativo.
  • Protección de los Océanos y Antártica: Se reforzó la agenda común en temas medioambientales y geopolíticos, consolidando una postura conjunta en foros internacionales.
  • Integración Económica: Chile reiteró formalmente su interés en adherir a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el bloque comercial más grande del mundo, donde Australia es un miembro influyente. El apoyo de Canberra es fundamental para que esta aspiración se concrete.

El arco narrativo está completo pero no cerrado. Una elección en Canberra, que parecía distante, activó una cadena de decisiones que están reconfigurando la posición de Chile en la cuenca del Pacífico. La relación bilateral, que en 2025 cumplirá 80 años, ha entrado en una nueva fase, pasando de la amistad histórica a una alianza estratégica con proyectos tangibles y una agenda de futuro compartida. El debate ya no es si la conexión con Australia es importante, sino cuán rápido y profundo será el impacto de este nuevo eje en el desarrollo económico y la política exterior de Chile en las próximas décadas.

El evento representa un cambio geopolítico significativo en un país socio estratégico, cuyas consecuencias diplomáticas y económicas se han materializado en acuerdos posteriores. La historia permite analizar la evolución de una relación bilateral clave, mostrando un arco narrativo completo desde el hito político inicial hasta sus efectos concretos en proyectos de infraestructura y cooperación, ofreciendo una perspectiva madura sobre la reconfiguración de alianzas en la cuenca del Pacífico.