El Gremialismo Pyme se quedó sin patriarcas: Tras la muerte de Cumsille, el sector enfrenta un liderazgo fragmentado y la peor crisis de confianza para emprender en una década

El Gremialismo Pyme se quedó sin patriarcas: Tras la muerte de Cumsille, el sector enfrenta un liderazgo fragmentado y la peor crisis de confianza para emprender en una década
2025-07-31
  • La desaparición de líderes históricos como Rafael Cumsille y Roberto Fantuzzi deja un vacío de poder y un modelo de representación en crisis.
  • La intención de emprender en Chile cae a su nivel más bajo en 15 años, impulsada por la necesidad más que por la oportunidad, según datos recientes.
  • Las Pymes enfrentan un futuro incierto, divididas ante reformas clave como la tributaria y en un ecosistema económico que desincentiva la innovación y el crecimiento.

El fin de una era

A fines de junio, con una semana de diferencia, fallecieron Rafael Cumsille (93) y Roberto Fantuzzi (82). Más que dos decesos, sus partidas marcaron el fin de una época para el empresariado de menor escala en Chile. Cumsille, al mando de la Confederación del Comercio Detallista (Confedech) desde 1970, y Fantuzzi, líder de los exportadores manufactureros (Asexma) desde 1991, encarnaron por décadas un estilo de liderazgo gremial personalista y combativo. Eran los rostros inconfundibles de las Pymes, capaces de sentarse en mesas de poder y de movilizar bases con un discurso directo, a veces polémico, como el rol de Cumsille en el paro de 1973 contra el gobierno de Salvador Allende.

Dos meses después de su desaparición, el silencio que dejaron no es de respeto, sino de incertidumbre. El modelo del patriarca gremial, que concentraba la representación y hablaba con una sola voz por un sector diverso y atomizado, se ha extinguido. La pregunta que resuena hoy no es quién los reemplazará, sino si ese modelo de liderazgo es todavía posible —o deseable— en el Chile actual.

La herencia: Un ecosistema debilitado

El legado que esta generación de dirigentes deja es complejo. Mientras su figura se agigantaba, el ecosistema que representaban comenzaba a mostrar grietas estructurales. Un reciente informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2024, publicado a fines de julio, pinta un cuadro desolador: la intención de emprender en Chile se desplomó a su nivel más bajo desde 2010. Más de la mitad de la población teme al fracaso y, lo que es más revelador, el emprendimiento por necesidad —la falta de trabajo— supera al de oportunidad, especialmente entre las mujeres.

Estos datos sugieren que el motor de las Pymes, lejos de estar en una fase de expansión innovadora, funciona en modo de supervivencia. "No estoy de acuerdo con que querer emprender es una buena noticia para los países. Si es una consecuencia de la precarización laboral, donde la gente queda desempleada y ese es el único camino con condiciones no óptimas, es malo", advirtió Pablo Zamora, presidente de Fundación Chile, durante la presentación del informe. La realidad del almacenero, el pequeño taller o el emprendedor digital parece cada vez más alejada de las narrativas de éxito y más cercana a una lucha diaria contra la incertidumbre económica y la falta de crecimiento.

La voz fragmentada: El debate tributario como síntoma

La ausencia de un liderazgo unificado se ha hecho patente en los debates de políticas públicas. La propuesta de reforma tributaria del gobierno, que busca crear un nuevo régimen "transparente" para las Pymes, ha expuesto la profunda división del sector.

Por un lado, gremios como la Confederación Nacional de la Pequeña Industria y Artesanado (Conupia) han valorado la iniciativa, destacando que fue trabajada con Hacienda y que agiliza la tributación. Por otro, la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech) y numerosos expertos tributarios han levantado la voz de alerta. Argumentan que el sistema, al trasladar la carga impositiva directamente al Global Complementario de los dueños, desincentiva la reinversión y el crecimiento. "A la pyme que busca crecer y desarrollarse, no le recomendaría el régimen transparente, pues es un sistema que no sintoniza con la realidad de las pymes y las castiga con impuestos incluso si reinvierten el 100% de las utilidades", afirmó Juan Pizarro, del Colegio de Contadores.

Esta cacofonía de opiniones —válidas y representativas de distintas realidades dentro del universo Pyme— contrasta con la capacidad que tenía Cumsille para fijar una posición única y contundente, aunque esta no siempre representara la totalidad de los intereses de sus bases. Hoy, el gobierno y el Congreso escuchan un coro de voces disonantes, lo que dificulta la creación de políticas efectivas y evidencia una crisis de representación.

El nuevo poder: ¿Quién habla por las Pymes?

Mientras el gremialismo Pyme busca su rumbo, el poder en las grandes ligas empresariales se reconfigura. Las recientes elecciones en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) consolidaron el poder de los grandes grupos económicos —Matte, Luksic, Angelini— con consejeros de un perfil altamente profesionalizado y técnico. Figuras como Ximena Corbo (CMPC) o Cristián Infante (Arauco) representan una nueva generación de liderazgo corporativo, alejada del estilo caudillista del pasado.

Este cambio genera una disonancia cognitiva: ¿pueden estos nuevos líderes, formados en la élite económica y con una visión de largo plazo centrada en la gran empresa, conectar con las urgencias del pequeño comerciante? La distancia entre el directorio de la Sofofa y el mesón de un negocio de barrio parece ser más grande que nunca. El mundo Pyme se encuentra así en una encrucijada: huérfano de sus antiguos patriarcas y sin un canal claro de interlocución con los nuevos centros de poder económico que, a través de mesas público-privadas como las que impulsa Icare, buscan influir en la agenda de desarrollo del país.

El tema, por tanto, no está cerrado. El ocaso del gremialismo tradicional ha abierto una etapa de transición incierta. Las Pymes, motor fundamental del empleo y la cohesión social, enfrentan el desafío de reconstruir su representación en un escenario económico adverso y con una crisis de confianza que amenaza con apagar el espíritu emprendedor. La pregunta que queda abierta es si de esta fragmentación podrá surgir un nuevo modelo de liderazgo, más diverso y colaborativo, o si el sector seguirá perdiendo relevancia, debilitado por sus divisiones internas.

El fallecimiento de una figura emblemática que lideró por décadas un sector clave de la economía permite analizar la transición de los modelos de liderazgo, la evolución del rol de las pequeñas y medianas empresas, y los desafíos estructurales que enfrenta un actor económico fundamental para la cohesión social y el desarrollo del país. La historia ofrece una narrativa completa con un cierre biográfico, abriendo un espacio para la reflexión profunda sobre las transformaciones económicas y sociales.