El suelo inestable de Codelco: La estatal celebra récords de producción mientras una tragedia pone a prueba sus cimientos

El suelo inestable de Codelco: La estatal celebra récords de producción mientras una tragedia pone a prueba sus cimientos
2025-08-02
  • Éxito y Fragilidad: Codelco reportó un aumento del 9% en su producción semestral, mientras una tragedia en El Teniente dejaba un saldo fatal.
  • Gobernanza a Prueba: La empresa despidió a 37 trabajadores por licencias fraudulentas, pero enfrenta críticas por su modelo de gestión y su alto endeudamiento.
  • El Costo del Cobre: El accidente, calificado como un "estallido de roca", expone los riesgos extremos de la minería profunda, necesaria para sostener la producción futura.

Pregunta y Respuesta: Un Semestre de Contradicciones

Dos meses después de que Codelco anunciara con orgullo un repunte histórico en su producción, la conversación en Chile no gira en torno a las cifras económicas, sino a la fragilidad de la tierra y la vida humana. El derrumbe del 1 de agosto en la mina El Teniente, que costó la vida a un trabajador y dejó a otros cinco atrapados, reformuló drásticamente el balance de un semestre que parecía encaminado al éxito. ¿Cómo una empresa que mostraba signos de recuperación operativa y de gestión pudo enfrentar una de sus peores crisis de seguridad en años? La respuesta se encuentra en las contradicciones que definieron a la estatal durante este período.

¿Qué estaba logrando Codelco?

A mediados de julio, el ambiente era de optimismo. El presidente del directorio, Máximo Pacheco, informó un aumento del 9% en la producción de cobre durante el primer semestre, una cifra que rompía con años de caídas y estancamiento. Este logro no era menor en un contexto global adverso: un análisis de la consultora Plusmining proyectaba que solo seis de las quince mayores mineras del mundo aumentarían su producción en 2025, evidenciando un mercado con una oferta presionada justo cuando la transición energética exige más metal rojo.

Este impulso productivo venía acompañado de señales de modernización y orden interno. A fines de mayo, la empresa anunció el despido de 37 trabajadores por uso fraudulento de licencias médicas, una medida que buscaba proyectar una imagen de probidad y rigor en la gestión. Semanas después, el 8 de julio, Codelco firmó un acuerdo con el gigante tecnológico Huawei para explorar el uso de inteligencia artificial en sus faenas, apuntando a la automatización y la eficiencia. El mensaje era claro: Codelco estaba recuperando el control, optimizando sus procesos y preparándose para el futuro.

¿Cuáles eran las advertencias subyacentes?

Incluso en medio de las buenas noticias, las voces expertas recordaban las vulnerabilidades estructurales del gigante estatal. En una entrevista del 14 de junio, Leopoldo Reyes, presidente saliente del influyente Centro de Estudios del Cobre (Cesco), defendió el rol de Codelco como empresa pública, pero no eludió las tensiones pasadas. Cesco había advertido en 2023 sobre el creciente endeudamiento de la minera, un fantasma que sigue presente.

Reyes destacó que la eficiencia de Codelco depende de una gobernanza estable y una política de capitalización coherente por parte de su dueño, el Estado. Esta visión resuena con la preocupación del mercado sobre la capacidad de la empresa para financiar sus ambiciosos proyectos estructurales, indispensables para mantener la producción a largo plazo. La paradoja era evidente: mientras la producción de corto plazo mejoraba, las dudas sobre su sostenibilidad financiera y de gestión a largo plazo persistían.

¿Qué reveló la tragedia de El Teniente?

El 1 de agosto, la tierra se movió en la mina subterránea más grande del mundo. El evento, que dejó un operario fallecido y cinco atrapados, fue descrito por el exgerente y héroe del rescate de 2010, André Sougarret, no como un simple derrumbe, sino como un "estallido de roca". Este fenómeno, explicó, es "una ruptura de mayor escala que afectó varias galerías", producto de la liberación súbita de energía en el macizo rocoso a gran profundidad.

La explicación técnica de Sougarret es clave: el accidente no fue un hecho aislado o un error puntual, sino la manifestación de los riesgos inherentes a la minería profunda que Codelco debe acometer para acceder a nuevas reservas. La tragedia expuso el costo humano y el desafío técnico que implica mantener los niveles de producción. Aunque Sougarret defendió los protocolos y la tecnología de monitoreo de la empresa, las críticas de sindicatos de contratistas sobre posibles señales previas no atendidas abrieron un flanco de cuestionamiento sobre la cultura de seguridad.

¿En qué estado queda Codelco?

El semestre que debía consolidar la recuperación de Codelco terminó exponiendo su dualidad fundamental. Por un lado, una corporación capaz de alcanzar metas productivas que la industria global envidia, de innovar y de intentar poner orden en su gestión interna. Por otro, una entidad vulnerable, enfrentada a los límites físicos de sus yacimientos y a una tragedia que obliga a una profunda reflexión sobre el equilibrio entre producción, inversión y seguridad.

El debate sobre el futuro de Codelco ya no es solo económico o de gobernanza. Tras el estallido en El Teniente, la discusión se ha vuelto existencial. La empresa ha demostrado que puede producir más cobre, pero la pregunta que resuena en los pasillos del poder y en los campamentos mineros es más compleja: ¿a qué costo y con qué garantías? El tema no está cerrado; por el contrario, la investigación del accidente y sus consecuencias definirán el verdadero legado de este contradictorio semestre.

La historia examina las contradicciones de una empresa estatal estratégica, que navega entre el éxito operativo y las crisis de gobernanza interna y seguridad. Permite un análisis profundo sobre la resiliencia corporativa, la probidad institucional y los desafíos de la principal industria del país, mostrando una evolución narrativa desde los resultados financieros positivos y las medidas de control interno, hasta el enfrentamiento de una tragedia operacional que pone a prueba sus cimientos.