La Torre se Vende: El edificio de Telefónica es la liquidación de un modelo de trabajo y el mapa de una nueva ciudad

La Torre se Vende: El edificio de Telefónica es la liquidación de un modelo de trabajo y el mapa de una nueva ciudad
2025-08-03
  • La venta del edificio Telefónica no es solo un negocio inmobiliario. Es el fin del modelo de la gran sede corporativa como símbolo de poder.
  • El futuro del trabajo es flexible y distribuido. Esto vacía las oficinas y reconfigura el valor del suelo urbano, privilegiando la logística sobre los rascacielos.
  • El destino de la torre será un laboratorio urbano. Podría convertirse en un centro de innovación, un complejo de uso mixto o un "elefante blanco" que simbolice la dificultad de Santiago para adaptarse.

El edificio corporativo de Telefónica no es solo una torre de 32 pisos en la frontera de Providencia con Santiago. Es un monumento de hormigón y cristal a una idea del siglo XX: que el poder corporativo se mide en metros cuadrados y se exhibe en el corazón de la ciudad. Ahora, ese monumento está en venta. La decisión, retomada tras una pausa de seis años marcada por el estallido social y la pandemia, no responde únicamente a las pérdidas financieras de la compañía. Es la señal más clara de que el modelo de trabajo y de ciudad que representaba ha llegado a su fin.

Fase 1: El Ocaso del Gigante

Telefónica, como muchos gigantes de su era, ya no necesita un palacio. La estrategia global de la matriz española es clara: replegarse de Latinoamérica, reducir deuda y concentrar la inversión en negocios más rentables y ágiles como la fibra óptica y el 5G. Las pérdidas consecutivas de la filial chilena, que se ampliaron a más de 75 mil millones de pesos en el primer semestre de 2025, hacen que la venta de activos no sea una opción, sino una necesidad.

Pero el factor decisivo es cultural. La pandemia no inventó el trabajo remoto, pero lo normalizó. El trabajo dejó de ser un lugar al que se va para convertirse en algo que se hace. Las empresas hoy valoran la agilidad y la flexibilidad, no la permanencia física en un único lugar. Un edificio de 34,000 metros cuadrados, diseñado para concentrar a miles de empleados, es un anacronismo en una era de equipos distribuidos y costos optimizados. El poder ya no se demuestra con la altura de una torre, sino con la robustez de una red.

Fase 2: El Vacío Urbano y la Nueva Geografía Económica

La venta de la torre es una prueba de fuego para un mercado de oficinas ya golpeado. El sector Providencia-Santiago Centro presenta una vacancia de oficinas premium superior al 30%, según datos de la consultora CBRE, que asesora la venta. La pregunta es quién puede y quiere ocupar un espacio de esta magnitud.

Mientras el centro de Santiago se vacía, la periferia explota. El mercado de bodegas y centros logísticos sumó 110 mil metros cuadrados solo en el primer trimestre de 2025, con más de un millón de metros cuadrados en desarrollo. Este contraste dibuja un nuevo mapa económico para la capital: el valor se desplaza desde los centros de oficinas hacia los nodos logísticos que alimentan el comercio electrónico. El proyecto Nueva Alameda busca revitalizar el eje central, pero su éxito dependerá de si puede atraer nuevos usos y no solo intentar revivir un modelo de oficinas que ya caducó.

Fase 3: Tres Futuros para la Torre (y la Ciudad)

El destino del edificio Telefónica será un indicador del futuro de Santiago. Se abren tres escenarios probables, cada uno con implicaciones distintas.

  • Escenario 1: El Relevo Corporativo. Es el futuro más conservador. Un fondo de inversión o un family office chileno —que hoy muestran un fuerte apetito por activos inmobiliarios y deuda privada— adquiere la torre. La estrategia sería mantener a Telefónica como arrendatario ancla para asegurar un flujo de caja inicial y subdividir el resto del espacio para alquilarlo a múltiples empresas tecnológicas o financieras. Este escenario confirma que el mercado de oficinas premium no está muerto, pero sí obligado a ser más flexible y diversificado.
  • Escenario 2: La Metamorfosis Vertical. Es el futuro más visionario. Un desarrollador con una visión a largo plazo compra el edificio para una reconversión total a uso mixto. La torre deja de ser un monofuncional edificio de oficinas para convertirse en un ecosistema vertical con departamentos residenciales, oficinas boutique, comercio a nivel de calle, un centro cultural o incluso un hotel. Este camino es más complejo y costoso por los desafíos técnicos y normativos, pero responde directamente a la necesidad de crear barrios más integrados y vibrantes. Convertiría a la torre en un referente de adaptación urbana.
  • Escenario 3: El Monumento Inerte. Es el futuro más pesimista. La venta se estanca o el nuevo propietario no logra atraer el interés suficiente. La alta vacancia de la zona, la incertidumbre económica y la complejidad del activo superan el optimismo de los vendedores. La torre se convierte en un "elefante blanco" en una de las esquinas más simbólicas de Chile. Un recordatorio físico y permanente de una transición económica y social que la ciudad no supo o no pudo gestionar a tiempo.

La venta de la torre Telefónica es, por tanto, mucho más que una transacción inmobiliaria. Es una decisión sobre el tipo de ciudad que Santiago quiere ser. El resultado nos dirá si somos capaces de reciclar nuestros viejos símbolos de poder para una nueva era o si los dejaremos como ruinas de un mundo que ya no existe.

El evento representa la materialización de múltiples transformaciones estructurales: el declive de los monopolios tradicionales, la crisis del espacio de oficina post-pandemia y la redefinición del poder corporativo. La venta de un edificio icónico trasciende la noticia inmobiliaria para convertirse en un poderoso símbolo del fin de una era económica y el comienzo de una nueva configuración urbana y laboral, ofreciendo un caso de estudio con consecuencias visibles y un arco narrativo completo.