SQM reduce su personal para asegurar el futuro:La doble cara de la estrategia del litio a dos meses de los despidos masivos

SQM reduce su personal para asegurar el futuro:La doble cara de la estrategia del litio a dos meses de los despidos masivos
2025-08-06
Fuentes
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- La paradoja: Mientras SQM despedía a 400 trabajadores por la caída del precio del litio, avanzaba en un acuerdo histórico con Codelco para asegurar su operación hasta 2060.

- Las dos visiones: La empresa lo define como un “ajuste estructural” necesario; los sindicatos lo acusan de “cortar el hilo por lo más débil” en medio de ganancias.

- El contexto: La decisión ocurre en un mercado global volátil y con un acuerdo clave que enfrenta una creciente incertidumbre política en Chile.

A más de 40 días de que SQM, uno de los gigantes mundiales del litio, anunciara el despido de cerca de 400 trabajadores, la decisión sigue resonando en el desierto de Atacama. Lo que en su momento se presentó como una respuesta inevitable a la caída de los precios del "oro blanco", hoy se revela como una pieza clave en una compleja partida de ajedrez corporativo. Mientras cientos de familias enfrentaban la incertidumbre, la minera no metálica avanzaba en las negociaciones para sellar una alianza histórica con la estatal Codelco, un pacto que promete asegurar su futuro por décadas. Esta dualidad ha dejado al descubierto la profunda tensión entre las estrategias de mercado a largo plazo y el costo humano inmediato.

La lógica corporativa: un ajuste para un futuro incierto

Desde la perspectiva de SQM, la medida fue un “ajuste de cinturón” inevitable. El precio del litio, que en 2022 alcanzó récords históricos superando los 60.000 dólares por tonelada, se había desplomado a menos de 10.000 dólares a principios de 2025. La compañía, que había aumentado su dotación en un 67% entre 2021 y 2024 para capitalizar la bonanza, argumentó la necesidad de optimizar su estructura para mejorar la competitividad. “SQM siempre se está adaptando”, afirmó a fines de junio Carlos Díaz, gerente de la División Litio-Potasio, quien calificó la baja de precios como “algo coyuntural” de “uno o dos años”, mostrando plena confianza en la recuperación del mercado. La estrategia no es única en la industria; su principal competidor, Albemarle, también implementó un agresivo plan de reducción de costos para sortear la crisis, logrando revertir pérdidas y proyectar un flujo de caja positivo para 2025.

El costo humano: “Se corta el hilo por la parte más débil”

Para los trabajadores y sus representantes, la lógica corporativa es difícil de asimilar. “Rechazamos rotundamente este proceso”, declaró Sandra Sanhueza, presidenta del Sindicato de Trabajadores de SQM Salar, calificando la ola de despidos —la mayor en 12 años— como una muestra de que “se corta el hilo por la parte más débil”. Los sindicatos cuestionan que la decisión se tomara mientras la empresa reportaba ganancias por US$ 137,5 millones en el primer trimestre de 2025. “La reducción de costos puede hacerse en otras áreas, como publicidad, en vez de hacerlo con los trabajadores que son quienes siempre terminan pagando las consecuencias”, señaló Helmo Leiva, director del Sindicato SQM Salar. La promesa de los gremios de escalar la situación a las autoridades ministeriales y parlamentarias mantiene el conflicto latente en la Región de Antofagasta.

El panorama completo: volatilidad y vientos políticos en contra

La decisión de SQM no ocurrió en un vacío. Por un lado, la volatilidad del mercado del litio es un hecho ineludible. Informes de analistas como Benchmark Mineral Intelligence y del propio gobierno de Australia proyectan un exceso de oferta que podría mantener los precios deprimidos hasta 2026 o 2027, lo que valida la cautela de las empresas. Chile, en este escenario, arriesga seguir perdiendo participación de mercado frente a actores como China y Argentina.

Por otro lado, la apuesta a futuro de SQM —la alianza con Codelco para explotar el Salar de Atacama hasta 2060— enfrenta su propia incertidumbre política. A fines de junio, la Cámara de Diputados aprobó un informe que cuestiona duramente la transparencia del acuerdo y recomienda su anulación. La candidata presidencial Evelyn Matthei se sumó a las críticas, afirmando que el pacto “no debió realizarse entre cuatro paredes”. Así, SQM ejecutó un doloroso ajuste de personal en nombre de un futuro que, aunque prometedor, aún no está completamente asegurado.

Un debate abierto

El caso de los despidos en SQM se ha convertido en un estudio sobre las paradojas del desarrollo en una economía extractivista. ¿Es posible conciliar la necesidad de competitividad global con la protección del empleo local? ¿Cómo se equilibra una visión corporativa a 30 años con la estabilidad de cientos de trabajadores en el presente? A más de un mes de los hechos, el tema ha madurado más allá de una simple noticia sobre recortes. Se ha transformado en un debate abierto sobre el costo real del "oro blanco" y sobre quién, en última instancia, debe asumirlo. La discusión, lejos de cerrarse, apenas comienza.

El tema expone la tensión entre las macrotendencias económicas, como la volatilidad en el precio de los commodities, y sus consecuencias humanas directas, como los despidos masivos. Permite analizar la paradoja de una empresa que, mientras consolida una alianza estratégica de largo plazo y proyecta optimismo, implementa drásticos recortes de personal. La historia ha madurado lo suficiente para observar las reacciones del mercado, los sindicatos y la propia compañía, ofreciendo una narrativa completa sobre los costos sociales de la estrategia corporativa en un sector clave para la economía global.