La ofensiva del auto eléctrico chino se canibaliza: Cómo la sobreoferta y la guerra de precios en Asia reordenan el mercado chileno

La ofensiva del auto eléctrico chino se canibaliza: Cómo la sobreoferta y la guerra de precios en Asia reordenan el mercado chileno
2025-08-07
Fuentes
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- El boom inicial: La promesa de una avalancha de marcas chinas con tecnología y precios atractivos se materializó en Chile, posicionando al país como un laboratorio clave para su expansión en Latinoamérica.

- El punto de quiebre: Una feroz guerra de precios interna en China y la sobreproducción global están forzando una consolidación masiva, donde se proyecta que más del 80% de las marcas de vehículos eléctricos desaparecerán.

- La paradoja del consumidor: Los chilenos enfrentan una disyuntiva: acceder a vehículos de calidad certificada y ofertas agresivas, pero con una creciente incertidumbre sobre la supervivencia y respaldo de muchas de estas nuevas marcas a largo plazo.

La calma antes de la purga

Hace apenas dos meses, el relato dominante en la industria automotriz chilena era el de una expansión sin precedentes. En mayo, Ma Lei, alto ejecutivo de Dongfeng Motors, definía a Chile como un “benchmarking” para la estrategia de la compañía en América Latina, un mercado abierto y amigable donde probar su ofensiva de productos. En julio, la marca JAECOO lanzaba su modelo 5, un SUV compacto cargado de tecnología, con atributos como “modo karaoke” y diseño pet friendly, simbolizando una estrategia de conquista basada en la innovación y la adaptación al consumidor local. La invasión silenciosa parecía imparable y beneficiosa.

Sin embargo, a principios de agosto, las cifras de BYD, el gigante global de la electromovilidad, encendieron las alarmas. La compañía admitió dificultades para cumplir sus ambiciosas metas de ventas para 2025, a pesar de agresivas rebajas de precios. Este hecho no es un traspié aislado, sino el primer síntoma visible en Chile de una profunda crisis de sobreoferta y consolidación que se gesta en China y que amenaza con devorar a sus propios protagonistas.

El origen de la tormenta: China contra China

La raíz del problema no está en las vitrinas de Santiago, sino en la escala industrial de China. Un informe de la consultora AlixPartners, publicado en julio, proyectó un escenario brutal: de las 129 marcas de vehículos electrificados que compiten hoy en el gigante asiático, solo unas 15 sobrevivirán para 2030. La causa es una hipercompetencia que ha desatado una guerra de precios descarnada, con márgenes de ganancia mínimos y fábricas operando al 50% de su capacidad.

Este fenómeno se ve exacerbado por tensiones geopolíticas. Medidas como el alza de aranceles al 50% sobre el acero y el aluminio impuesta por la administración Trump en Estados Unidos a principios de junio, aunque no apuntan directamente a los autos, son parte de una tendencia proteccionista que cierra mercados clave. Como consecuencia, el excedente de producción chino se redirige con mayor fuerza hacia mercados abiertos como el chileno, intensificando la competencia local a niveles insostenibles.

Las marcas, en una lucha por la supervivencia, se ven forzadas a exportar o morir, transformando a Chile en un campo de batalla donde las ofertas agresivas son la principal munición.

La paradoja: Mejor calidad, mayor riesgo

Mientras la viabilidad económica de muchas marcas está en duda, la calidad de sus productos ha experimentado una mejora exponencial, desafiando antiguos prejuicios. Un reporte de julio de la prestigiosa Euro NCAP, el máximo organismo de seguridad vehicular en Europa, fue categórico: la seguridad de los autos chinos no solo ha igualado, sino que en varios casos “es mejor que la de otros” fabricantes tradicionales. Modelos de marcas como BYD, Geely y MG obtuvieron la máxima calificación de cinco estrellas, demostrando que el estigma de “malo y barato” es parte del pasado.

Esta disonancia genera una encrucijada para el consumidor chileno. Por un lado, nunca antes había tenido acceso a vehículos tan avanzados tecnológicamente, seguros y a precios tan competitivos. Por otro, la posibilidad de adquirir un automóvil de una marca que podría desaparecer en pocos años es un riesgo real, con implicancias directas en garantías, disponibilidad de repuestos y servicio técnico a largo plazo.

El futuro del mercado: De la invasión a la selección natural

El escenario ha cambiado drásticamente. La fase de la “invasión silenciosa”, caracterizada por la novedad y el optimismo, ha concluido. Ahora comienza una etapa de consolidación forzada, una suerte de selección natural donde solo las marcas con mayor respaldo financiero, eficiencia operativa y una estrategia clara de posventa podrán sobrevivir en el competitivo mercado chileno.

El debate ya no se centra en cuántas marcas chinas llegarán, sino en cuáles permanecerán. Para el consumidor, la decisión de compra se ha vuelto más compleja: ya no basta con evaluar el precio, el equipamiento o el diseño. La pregunta fundamental hoy es otra: ¿quién respaldará este vehículo en cinco o diez años más? La respuesta a esa pregunta definirá a los verdaderos ganadores y perdedores de esta reconfiguración del mercado automotor.

El tema ilustra la dinámica de una guerra de mercado global con repercusiones locales, mostrando la transición de una narrativa de expansión triunfal a una de consolidación forzada. Permite analizar la interacción entre estrategia industrial, innovación tecnológica y presiones geopolíticas, revelando las consecuencias de la hipercompetencia en un sector clave para la transición energética. La evolución de los eventos ofrece un caso de estudio completo sobre los ciclos de auge y caída en la economía contemporánea.