La Justicia Post-Fuga: El Caso de los Santos y los Tres Futuros de la Impunidad en Chile

La Justicia Post-Fuga: El Caso de los Santos y los Tres Futuros de la Impunidad en Chile
2025-08-08
Fuentes
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- El caso expone una justicia que reacciona a la presión, pero no previene la impunidad.

- El futuro se debate entre reformas superficiales, mayor vigilancia o una transformación profunda del sistema.

- La tecnología y la cooperación internacional son claves, pero la variable decisiva será la voluntad política para garantizar igualdad ante la ley.

La captura de Martín de los Santos en Brasil no es el final de una historia. Es el comienzo de una conversación ineludible sobre el futuro de la justicia en Chile. La brutal agresión a un conserje en Vitacura, la posterior fuga y el descaro mediático del agresor se convirtieron en un catalizador. El caso expuso las grietas del sistema: la porosidad de las fronteras, la aparente elasticidad de la ley para los privilegiados y el poder de la presión social para forzar una respuesta.

Ahora que De los Santos enfrenta la extradición, la pregunta ya no es si pagará, sino qué lecciones dejará su caso. Su trayectoria de impunidad temporal ha abierto tres posibles caminos para el sistema judicial chileno en la próxima década. Cada uno con distintas consecuencias para el concepto de igualdad ante la ley.

Escenario 1: El Futuro del "Parche" Institucional

Este es el camino más probable, una respuesta reactiva y focalizada. El sistema aprende lo justo para evitar un escándalo similar. La fuga de De los Santos, ocurrida a pesar de un arraigo nacional, obliga a una revisión de protocolos. Se implementan sistemas de alerta más rápidos entre el Poder Judicial y la PDI en los controles fronterizos. Los fiscales solicitan y los jueces conceden prisiones preventivas con más frecuencia en casos de alto perfil mediático, para blindarse de la crítica pública.

En este futuro, la impunidad se vuelve más difícil, pero no imposible. Las reformas son cosméticas, no estructurales. Se ataca el síntoma —la fuga—, pero no la enfermedad: un sistema donde los recursos económicos y las redes de contacto todavía pueden comprar tiempo y oportunidades para eludir la justicia. El próximo "De los Santos" simplemente deberá ser más sofisticado en su estrategia de evasión. La percepción ciudadana de una justicia para ricos y otra para pobres se mantiene, aunque con menos casos flagrantes que lleguen a los titulares.

Escenario 2: El Futuro de la "Vigilancia Total"

La indignación pública y el temor a la delincuencia son instrumentalizados para justificar un endurecimiento general del sistema. El caso se convierte en el argumento perfecto para quienes proponen soluciones de mano dura. Se discuten leyes que permiten el monitoreo telemático no solo como alternativa a la cárcel, sino como requisito para cualquier imputado por delito violento que espere su juicio en libertad, sin importar su presunción de inocencia.

Las bases de datos de policías, tribunales y registro civil se integran en una única plataforma de vigilancia estatal. La privacidad y el debido proceso pasan a un segundo plano frente a la demanda de seguridad y control. Este escenario reduce las fugas, pero a un costo alto. La justicia se vuelve más punitiva y menos garantista, influenciada por el clamor popular y la presión política. El riesgo es crear un sistema que, en su afán por detener a los culpables, vulnere los derechos de todos.

Escenario 3: El Futuro de la "Justicia Conectada"

Este es el escenario más optimista y, a la vez, el más complejo. El caso De los Santos actúa como un catalizador para una reforma profunda y sistémica. Se entiende que el problema no es solo tecnológico, sino cultural. La solución no es solo conectar bases de datos, sino reconectar a la justicia con la ciudadanía.

Se invierte en tecnología para garantizar la trazabilidad de las decisiones judiciales y la rendición de cuentas de los operadores. La cooperación internacional con Interpol y policías de otros países se vuelve un procedimiento estándar y ágil, no un recurso de última hora. Pero el cambio fundamental es cultural: se establecen mecanismos de supervisión ciudadana y se promueve una doctrina judicial que aplica la ley con el mismo rigor en Vitacura y en La Pintana. El objetivo no es solo castigar, sino reconstruir la confianza. Este futuro requiere una voluntad política sostenida que vaya más allá del ciclo noticioso y apueste por un fortalecimiento institucional a largo plazo.

La Encrucijada

El caso de Martín de los Santos ha puesto un espejo frente a la sociedad chilena. La imagen que devuelve es incómoda. Su captura es un triunfo de la cooperación policial, pero su fuga fue un fracaso de la prevención judicial. El camino que Chile tome ahora definirá si ese triunfo fue una anécdota o el primer paso hacia una justicia que realmente sea igual para todos.

La historia presenta una narrativa completa con un principio, desarrollo y consecuencias visibles, permitiendo un análisis profundo más allá de la cronología de los hechos. El caso ha madurado temporalmente, revelando debates sobre la justicia, el privilegio de clase y la cooperación internacional. Su evolución, desde un delito local hasta una captura transnacional, ofrece un terreno fértil para explorar escenarios futuros sobre la impunidad y la efectividad de las instituciones.