La Última Frontera Cedió: El Narcotráfico ya está dentro de las Fuerzas Armadas

La Última Frontera Cedió: El Narcotráfico ya está dentro de las Fuerzas Armadas
2025-08-09
Fuentes
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  • Casos de narcotráfico y robo de armas en el Ejército y la FACH no son aislados, sino síntomas de una vulnerabilidad institucional que se creía superada.
  • La respuesta del Estado se debate entre medidas reactivas, como la rotación de personal, y la negación de un problema estructural por parte de autoridades clave.
  • Chile enfrenta tres futuros para su defensa: una reforma profunda forzada por la crisis, una pérdida de confianza por inacción, o una cooptación silenciosa por el crimen organizado.

El Punto de Inflexión

Los eventos de junio y julio de 2025 marcaron un antes y un después. El robo de fusiles de guerra en Valparaíso, la detención de suboficiales por trasladar cocaína desde Pozo Almonte y el hallazgo de ovoides en una unidad militar en Colchane no son hechos inconexos. Son señales claras de que la permeabilidad de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) al crimen organizado es una realidad, no una hipótesis. Mientras el Ministerio de Seguridad Pública afirma que no existe un problema estructural, pero sí un “momento crítico”, la evidencia sugiere que la última frontera del Estado está siendo puesta a prueba desde adentro.

La disputa de competencia entre la justicia militar y la civil, criticada por el propio Fiscal Nacional, Ángel Valencia, por entorpecer las investigaciones, es otro síntoma de una crisis más profunda: la incapacidad del sistema para reaccionar con la celeridad que el narcotráfico exige. El futuro de la defensa nacional y la soberanía de Chile se juega en la respuesta que se dé a esta encrucijada. A continuación, se exploran tres escenarios probables.

Escenario 1: La Reforma Forzada (2026-2030)

En este futuro, la seguidilla de escándalos genera una presión pública y política insostenible. La narrativa de las “manzanas podridas” se agota. El poder civil, forzado por la evidencia y el temor a un daño irreparable a la confianza pública, impone una reforma estructural a las FF.AA. No es un proceso fácil ni consensuado. Se encuentra con la resistencia de sectores conservadores y del propio estamento militar, que lo ven como una intromisión.

Los puntos clave de esta reforma son:

  • Controles Civiles Robustos: Se crea una agencia de supervisión externa, con capacidad real para fiscalizar las finanzas, los protocolos de seguridad y los procesos de contrainteligencia militar.
  • Modernización de la Inteligencia: Se reestructura la inteligencia y contrainteligencia militar, enfocándola en nuevas amenazas como la infiltración criminal, en lugar de paradigmas de la Guerra Fría. Se establecen protocolos claros de colaboración con el Ministerio Público y las policías.
  • Nuevas Políticas de Personal: La rotación de personal en zonas fronterizas, sugerida por la Ministra de Defensa, se implementa de forma sistemática y se complementa con pruebas de confianza y polígrafos aleatorios para personal en posiciones sensibles. Las declaraciones de patrimonio se amplían y se fiscalizan activamente.

El resultado a largo plazo es una institución militar más pequeña, transparente y adaptada a las amenazas del siglo XXI. El costo es una tensión significativa entre el mundo político y el militar durante el período de transición, pero se logra preservar la integridad institucional a largo plazo.

Escenario 2: La Negación Corporativa y el Declive (2026-2030)

Este escenario es el de la inercia. El alto mando de las FF.AA. y parte del espectro político logran contener la crisis. Se insiste en que son casos aislados y se aplican medidas superficiales para calmar a la opinión pública. Las rotaciones de personal se realizan, pero sin un cambio de fondo en los sistemas de control. Las investigaciones internas se cierran con la baja de los implicados directos, sin escalar a las redes que los sostienen.

Las dinámicas que dominan este futuro son:

  • Prevalece la Justicia Militar: Las disputas de competencia se resuelven a favor de los tribunales militares en casos que ocurren en recintos castrenses, generando opacidad y limitando el alcance de las investigaciones del Ministerio Público.
  • Cultura del Silencio: Dentro de las filas, denunciar se vuelve más riesgoso que callar. La lealtad al cuerpo se impone sobre la lealtad al Estado de Derecho. El personal honesto se desmoraliza o pide su retiro.
  • Erosión de la Confianza: La ciudadanía percibe que no hay voluntad real de cambio. Cada nuevo caso, aunque sea menor, refuerza la imagen de una institución en declive. La confianza, un activo estratégico para cualquier fuerza armada, se desploma.

En este futuro, las FF.AA. se convierten en una caja negra. Externamente mantienen su prestigio ceremonial, pero internamente la corrupción de bajo nivel se vuelve endémica. La institución no colapsa, pero pierde su eficacia y legitimidad, volviéndose peligrosamente vulnerable a una cooptación mayor.

Escenario 3: La Cooptación Silenciosa (2028-2035)

Este es el futuro más sombrío y el resultado lógico del escenario anterior. La negación y la inacción crean las condiciones perfectas para que el crimen organizado no solo se infiltre, sino que establezca redes permanentes dentro de la estructura de defensa. La cooptación no es total, sino estratégica y silenciosa.

Las características de este escenario son:

  • Control de Nodos Clave: Las organizaciones criminales no buscan controlar un regimiento entero, sino a individuos en puestos clave: pañoles de armas, control de carga en bases aéreas, patrullas fronterizas y personal de logística. El robo de fusiles y el uso de aviones militares para traficar droga son los primeros ejemplos de esta táctica.
  • Soberanía Nominal: El Estado chileno mantiene el control formal del territorio, pero en la práctica, ciertas rutas y operaciones logísticas son tercerizadas al narco. Las FF.AA. se transforman, en algunos sectores, en una plataforma de servicio para el crimen, que paga con dinero o información.
  • Normalización de la Corrupción: La corrupción deja de ser un escándalo para convertirse en un costo operativo aceptado. Los ascensos pueden llegar a depender no solo del mérito, sino de la capacidad para “mirar para el otro lado”.

En este futuro, Chile se asemeja a países que perdieron la batalla contra el crimen organizado. La defensa nacional se ve comprometida desde su núcleo. La soberanía ya no se defiende en las fronteras, porque la amenaza ya se instaló en las instituciones encargadas de protegerlas.

La historia ha madurado lo suficiente para trascender el evento noticioso inicial, revelando consecuencias sistémicas y un debate profundo sobre la integridad de una institución fundamental del Estado. Permite analizar la evolución de una crisis, desde los primeros hallazgos hasta las respuestas políticas, y proyectar escenarios futuros sobre la seguridad nacional, la confianza pública y la capacidad del Estado para enfrentar amenazas complejas como el crimen organizado. El tema ofrece múltiples capas de análisis: institucional, político y social.