Más de un mes después de la primaria del 29 de junio, el paisaje político de la izquierda chilena se ha alterado de forma irrevocable. La decisiva victoria de Jeannette Jara (PC) fue más que la selección de una candidata presidencial; fue la culminación de una feroz batalla interna que expuso profundas fracturas dentro de la coalición de gobierno y redibujó su mapa de poder. La "Batalla de Junio" ha terminado, pero sus consecuencias ahora moldean el complejo camino hacia la elección presidencial de noviembre.
El Choque de Dos Proyectos: Jara vs. Tohá
La carrera fue, en esencia, un duelo entre dos exministras del gabinete del Presidente Gabriel Boric, cada una representando un alma distinta de la izquierda. Por un lado, Carolina Tohá (PPD), encarnando el legado del Socialismo Democrático y la Concertación: una vía de reformas graduales, estabilidad institucional y alianzas amplias hacia el centro. Su tardío pero significativo apoyo de la Democracia Cristiana subrayó esta estrategia.
Por otro lado, Jeannette Jara (PC), representando un proyecto más transformador, arraigado en las demandas sociales que impulsaron el "estallido social" de 2019. Su campaña se centró en cambios estructurales y una conexión directa con las bases sociales.
La tensión se hizo palpable en los debates. Un momento clave ocurrió el 18 de junio, cuando Jara criticó lo que denominó el "tono autocomplaciente" de Tohá en materia de seguridad. Tohá replicó duramente, acusando a Jara de hablar "como si viniéramos llegando de Marte" y destacando los esfuerzos del propio gobierno. El intercambio escaló cuando Jara respondió: "Es que no es la pega. Es tu actitud, Carolina", trasladando el conflicto de lo político a lo personal y revelando la profunda distancia entre sus visiones.
Los Fantasmas de la Campaña
La primaria se convirtió en un campo de batalla donde se instrumentalizaron tensiones históricas.
- El Factor Anticomunista: A medida que Jara ganaba terreno en las encuestas, la campaña de Tohá viró su estrategia. En una reveladora entrevista el 19 de junio, Tohá declaró sin rodeos: "No soy partidaria (de un gobierno liderado por el PC)". Esta táctica, respaldada por figuras como el presidente del PPD, Jaime Quintana, buscaba movilizar a votantes moderados apelando al temor histórico a un gobierno comunista, argumentando que solo beneficiaría al candidato de derecha José Antonio Kast.
- La Sombra de Jadue: La figura del exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, fue constantemente invocada por sus rivales para vincular a Jara con el ala más controversial del PC. Cuando Jadue, tras una rebaja de sus medidas cautelares, afirmó que "con esos socios, para qué necesitamos derecha", proporcionó munición tanto al Socialismo Democrático como al Frente Amplio para cuestionar la capacidad de unidad de Jara.
- El Dilema del Frente Amplio: La campaña de Gonzalo Winter luchó por encontrar su lugar. Atrapado entre la defensa del historial del gobierno y el mantenimiento de su identidad como fuerza renovadora, su candidatura recurrió a franjas publicitarias que evocaban polémicas del pasado (caso Coimas), lo que resultó contraproducente. Su eventual tercer lugar con un mero 9% fue, en sus propias palabras del 1 de julio, "peor de lo que esperábamos", reflejando un golpe significativo para el partido del propio Presidente.
El Veredicto y el Nuevo Escenario
El 29 de junio, Jeannette Jara obtuvo una contundente victoria con el 60,2% de los votos, frente al 28% de Tohá. Aunque la participación de 1,4 millones de votantes fue inferior a la de primarias anteriores, el margen fue incontestable. Fue una señal clara del electorado movilizado de la izquierda a favor del proyecto de Jara.
El día después reveló las nuevas dinámicas de poder:
- Unidad a Prueba: Inmediatamente después de su triunfo, Jara adoptó un tono unificador, llamando a construir un frente amplio "para enfrentar a la ultraderecha" y extendiendo una invitación a la Democracia Cristiana. La imagen del Presidente Boric recibiéndola afectuosamente en su casa con "el corazón hinchado" fue un poderoso símbolo de respaldo oficial. Figuras como la expresidenta Michelle Bachelet también comprometieron su apoyo a la ganadora, enfatizando la necesidad de "unidad del progresismo".
- Reacomodo de Fuerzas: El Socialismo Democrático y el Frente Amplio, tras una campaña de duras críticas, enfrentan ahora la tarea de alinearse detrás de Jara. El jefe de la bancada de diputados del FA, Jaime Sáez, lo reconoció el 30 de junio, afirmando que tienen la "obligación de incidir fuertemente" en el programa de Jara, aprovechando su "experiencia de haber chocado con la realidad" durante la administración Boric.
- La Oposición Observa: Desde la vereda opuesta, la candidata de derecha Evelyn Matthei interpretó el resultado como una señal de radicalización, declarando que "Chile no se construye desde trincheras" y señalando la baja participación como evidencia de la desconexión ciudadana.
Conclusión: Un Debate Resuelto, Una Nueva Batalla
La primaria de junio de 2025 ha concluido. No fue simplemente un proceso electoral, sino un profundo realineamiento político dentro de la izquierda chilena. Resolvió la cuestión del liderazgo a favor del Partido Comunista, un giro histórico, pero abrió nuevos interrogantes sobre la capacidad de la coalición para gobernarse a sí misma y presentar un frente verdaderamente unido. La batalla por el alma del oficialismo tiene una clara ganadora, pero el desafío de convencer a un electorado más amplio y escéptico de que su proyecto es el mejor camino para Chile, recién comienza. Las consecuencias de este intenso mes de junio resonarán hasta la elección presidencial.
El evento presenta una narrativa completa con un inicio, un desarrollo conflictivo y un desenlace claro, cuyas consecuencias políticas y realineamientos de poder son ahora plenamente visibles. La distancia temporal permite analizar las estrategias, las tensiones subyacentes y los cambios ideológicos dentro de una coalición gobernante, superando la crónica inmediata de ganadores y perdedores. La historia revela la evolución de las dinámicas de poder y permite una comprensión profunda de la reconfiguración del panorama político nacional, ofreciendo un caso de estudio sobre la resolución de conflictos internos en un proceso electoral.