La fe no basta para restaurar: Lo que la crisis de la Macarena en Sevilla enseña sobre la memoria chilena

La fe no basta para restaurar: Lo que la crisis de la Macarena en Sevilla enseña sobre la memoria chilena
2025-08-09
Fuentes
www.latercera.com cooperativa.cl www.df.cl elpais.com elpais.com elpais.com www.biobiochile.cl

- La crisis de la Virgen de la Macarena en Sevilla, resuelta hace un mes, expuso la tensión entre devoción y conservación patrimonial.

- En Chile, la preservación enfrenta desafíos distintos pero análogos: desde la reconstrucción de edificios públicos hasta la financiación de nuevos espacios culturales.

- El caso español ofrece un modelo de resolución —basado en la ciencia y la comunidad— que interpela la forma en que Chile gestiona su propio patrimonio.

Pregunta y Respuesta: Un diálogo sobre patrimonio a la luz de un conflicto resuelto

Hoy, 9 de agosto de 2025, la Virgen de la Esperanza Macarena de Sevilla se prepara para una intervención que busca devolverle su rostro conocido. La decisión, tomada hace poco más de una semana en un tenso cabildo que duró siete horas, cerró un capítulo de indignación y debate que resonó mucho más allá de Andalucía. La historia, ya madura, no es sobre el error de un restaurador, sino sobre una pregunta fundamental: ¿a quién pertenece el patrimonio y cómo se debe cuidar? La respuesta que dio Sevilla, combinando ciencia, institucionalidad y voluntad comunitaria, se convierte en un espejo para Chile, reflejando nuestras propias fracturas y fortalezas en la preservación de la memoria.

¿Qué pasó exactamente en Sevilla a fines de junio?

Una intervención de "limpieza" de cinco días, a cargo del restaurador Francisco Arquillo, alteró visiblemente el rostro de la Macarena, una talla anónima del siglo XVII de incalculable valor artístico y devocional. El resultado, descrito por la propia hermandad como una “alteración estética no buscada”, provocó una conmoción popular, protestas y una crisis institucional. El informe posterior del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) fue categórico: el restaurador se extralimitó al recrecer los párpados y modificar las cejas para colocar pestañas nuevas, excediendo un simple mantenimiento.

¿Por qué un objeto de culto genera un debate técnico?

Aquí reside el núcleo del conflicto, uno que trasciende fronteras. Como señaló un análisis de El País, "no es lo mismo restaurar a la Macarena que a la Mona Lisa". Una obra de museo se rige por criterios científicos de conservación. Una imagen de culto, en cambio, es también un objeto de fe viva. Sus custodios —hermandades, párrocos, devotos— pueden priorizar una estética que realce la devoción por sobre la fidelidad histórica. La crisis de la Macarena estalló cuando una intervención, posiblemente guiada por un criterio de "embellecimiento", chocó con la percepción de la comunidad y el rigor técnico. La solución, sin embargo, fue ejemplar: la hermandad, dueña de la imagen, se apoyó en el IAPH para un diagnóstico científico y votó masivamente (998 de 1.400 votos) por una nueva restauración a cargo del experto Pedro Manzano, bajo supervisión técnica. La comunidad validó la ciencia como el camino para recuperar su fe.

¿Cómo se refleja este espejo en Chile?

El caso sevillano ofrece un modelo de resolución que en Chile parece fragmentado en múltiples realidades. Nuestro patrimonio no enfrenta una única crisis, sino un abanico de tensiones permanentes.

  • El ideal bajo amenaza constante: La Iglesia y Convento San Francisco, en plena Alameda, es el monumento colonial más antiguo del país, un pilar de la identidad de Santiago. Declarado Monumento Histórico en 1951, representa el éxito de la preservación. Sin embargo, su historia está marcada por demoliciones parciales por apuros económicos y la presión urbana. Su supervivencia es un recordatorio de que la protección patrimonial es una lucha continua, no un estado permanente.
  • La creación de nueva memoria y sus tropiezos: Mientras Sevilla restauraba su pasado, en Santiago, la construcción de futuro patrimonio mostraba sus dificultades. El proyecto de la nueva Cineteca Nacional, un espacio vital para la memoria audiovisual del país, vio su costo aumentar en casi 5 millones de dólares y su ubicación fue cambiada. Aquí el desafío no es la técnica de restauración, sino la capacidad del Estado para planificar y financiar la infraestructura cultural que necesitamos.
  • La restauración como reacción: En Valparaíso, la reciente reinauguración de las esculturas de Gabriela Mistral y Pablo Neruda en la Plaza Los Poetas fue una celebración. Pero el motivo de la intervención fue el daño por vandalismo y antigüedad. A menudo, en Chile la restauración es una respuesta urgente a la destrucción, más que una política de conservación proactiva y planificada. Se actúa sobre la herida, no para prevenirla.
  • La reconstrucción desde las cenizas: El incendio que el 21 de julio destruyó el 25% del edificio municipal de Peñalolén, una casona de los años 80, abre otra arista. No es un monumento histórico, pero es el corazón administrativo y simbólico de una comunidad. Su reconstrucción, que "podría tomar años" según los expertos, dependerá de soluciones modulares provisorias, peritajes y la búsqueda de financiamiento público. Es la burocracia y la resiliencia enfrentadas a la urgencia.

Entonces, ¿qué lección deja la Macarena a Chile?

La principal lección es el valor de un ecosistema patrimonial robusto. En Sevilla, la indignación ciudadana encontró un cauce institucional: una hermandad que escuchó, un organismo técnico como el IAPH que proveyó un diagnóstico irrefutable y un experto reconocido para ejecutar la solución. La comunidad, empoderada con información clara, tomó una decisión informada.

Chile, en cambio, enfrenta estos desafíos con herramientas dispersas. ¿Tenemos una institucionalidad con la autoridad técnica y la legitimidad social del IAPH para mediar en disputas similares? ¿Están las comunidades locales —sean juntas de vecinos, feligreses o gobiernos comunales— preparadas para liderar procesos de defensa patrimonial que equilibren emoción, historia y ciencia? La crisis de la Macarena se resolvió porque la fe y la razón encontraron un punto de encuentro. El desafío para Chile es construir esos puentes antes de que nuestros propios símbolos, históricos o cotidianos, se enfrenten a un espejo roto.

La historia ha madurado temporalmente, permitiendo un análisis profundo de los debates culturales y técnicos sobre la restauración del patrimonio. Presenta una narrativa completa, desde la controversia inicial hasta la decisión final, con consecuencias visibles en la esfera pública. El tema conecta un evento internacional de alto perfil con dilemas locales sobre la memoria, la identidad y el valor de los artefactos históricos, ofreciendo un rico contexto para una reflexión que trasciende el ciclo noticioso inmediato. Su potencial para explorar múltiples fuentes y perspectivas lo convierte en un caso de estudio ideal sobre cómo las sociedades negocian la preservación de su pasado.