Chile reactiva su base antártica más austral para fortalecer presencia estratégica ante la crisis climática: un paso con múltiples dimensiones

Chile reactiva su base antártica más austral para fortalecer presencia estratégica ante la crisis climática: un paso con múltiples dimensiones
Nacional
Medio Ambiente y Defensa
2025-11-10
Fuentes
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- Reapertura de la base Teniente Luis Carvajal en enero 2026 tras una década de inactividad.

- Presencia estratégica y científica en el Círculo Polar Antártico, clave para soberanía y cooperación internacional.

- Cambio climático como motor y desafío: la base evidencia impactos visibles y la necesidad de acción concreta en el continente blanco.

A poco más de un mes de la reapertura oficial, la base antártica Teniente Luis Carvajal, ubicada en la Isla Adelaida dentro del Círculo Polar Antártico, retoma operaciones tras más de diez años de suspensión. Esta decisión, anunciada por el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea de Chile (FACH), no solo representa un hito logístico y estratégico para el país, sino que también se inscribe en un contexto global marcado por la crisis climática y la creciente relevancia geopolítica del continente blanco.

Contexto y evolución: de cierre a reapertura

La base Carvajal cesó sus actividades en 2014 debido a daños en la pista de aterrizaje provocados por el cambio climático, que generó grietas y condiciones peligrosas para las aeronaves. Desde entonces, la FACH realizó inspecciones periódicas y mantuvo la infraestructura en condiciones mínimas. En febrero de 2025, una nueva evaluación confirmó que la base podrá operar plenamente con una dotación de 12 personas (10 militares y 2 civiles), con labores de mantenimiento y recuperación que comenzaron en diciembre para iniciar actividades en enero de 2026.

Múltiples actores y objetivos

La reapertura es impulsada por la FACH, con respaldo del Ministerio de Defensa, y cuenta con la cooperación del Instituto Antártico Chileno (Inach), que utiliza la base para apoyo logístico en sus investigaciones científicas. El capitán de bandada Ernesto Inostroza, comandante de la base, enfatiza que la instalación permitirá “hacer soberanía dentro del Círculo Polar Antártico” y fortalecer la capacidad de apoyo en operaciones de búsqueda y rescate, además de facilitar la labor científica.

La ministra Adriana Delpiano ha destacado que la presencia chilena en la Antártica es fundamental para defender intereses nacionales y para la comunidad internacional, en un continente que es a la vez un espacio de ciencia y paz.

Cambio climático: evidencia tangible y desafíos para Chile

La reapertura de la base Carvajal es un recordatorio palpable del impacto del cambio climático en la región. El daño a la pista de aterrizaje que motivó el cierre en 2014 es una consecuencia directa de la variabilidad y el calentamiento climático, fenómenos que afectan la estabilidad del hielo y las condiciones operativas en la Antártica.

Este escenario se suma a la creciente preocupación global reflejada en eventos recientes, como la COP30 en Brasil, que ha puesto a las personas y sus vulnerabilidades en el centro del debate climático. Chile, con su presencia reforzada en el continente blanco, se posiciona para aportar desde la ciencia, la soberanía y la cooperación internacional a la respuesta a la crisis climática.

Perspectivas y tensiones: soberanía, ciencia y geopolítica

La presencia en la Antártica es un tema complejo que involucra múltiples dimensiones. Desde la perspectiva del Estado chileno y las Fuerzas Armadas, la reapertura fortalece la soberanía nacional y la capacidad de acción en una región estratégica y vulnerable. Para la comunidad científica, la base es un apoyo indispensable para la investigación sobre el cambio climático y sus efectos.

Sin embargo, existen voces que advierten sobre los riesgos de militarización o sobre la necesidad de priorizar la conservación ambiental en un ecosistema frágil. Asimismo, la cooperación internacional en la Antártica está regulada por tratados que buscan preservar el continente para fines pacíficos y científicos, lo que exige equilibrio en las acciones nacionales.

¿Qué sigue? Un proceso en desarrollo

La base Carvajal comenzará sus operaciones en enero de 2026, con una temporada que se espera sea un piloto para evaluar condiciones, necesidades y potenciales ampliaciones. El desafío logístico y humano es importante, dada la lejanía y condiciones extremas del Círculo Polar Antártico.

En el mediano plazo, Chile deberá integrar esta reapertura dentro de una estrategia nacional antártica que contemple la acción climática, la investigación, la cooperación internacional y la defensa de sus intereses soberanos.

Fuentes y pluralidad de perspectivas

Este análisis se basa en declaraciones oficiales del Ministerio de Defensa y la FACH, entrevistas con el comandante de la base, informes del Instituto Antártico Chileno, y en el contexto más amplio de la crisis climática global reflejada en la COP30 y estudios científicos recientes. Se presentan tanto las motivaciones estratégicas y científicas, como las preocupaciones ambientales y geopolíticas, sin buscar neutralizar tensiones, sino más bien visibilizarlas para una comprensión integral.

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En definitiva, la reapertura de la base Teniente Luis Carvajal es más que un hecho logístico: simboliza el cruce entre la soberanía nacional, la ciencia y la urgencia climática en una de las regiones más sensibles del planeta. Chile, al retomar esta presencia, asume un papel activo en un escenario que demanda equilibrio, cooperación y una mirada de largo plazo.