Cumbre UE-CELAC en Santa Marta: Multilateralismo en crisis y la sombra de Trump

Cumbre UE-CELAC en Santa Marta: Multilateralismo en crisis y la sombra de Trump
Internacional
América Latina
2025-11-10
Fuentes
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- Ausencias notables de líderes clave en la cumbre UE-CELAC.

- Tensión geopolítica por sanciones y operaciones militares de EE.UU. en el Caribe.

- Un intento de alianza que se enfrenta a fracturas internas y desafíos globales.

Una cumbre marcada por ausencias y tensiones

El 9 y 10 de noviembre de 2025, en la ciudad caribeña colombiana de Santa Marta, se llevó a cabo la IV Cumbre UE-CELAC, un encuentro diplomático que buscó fortalecer los lazos entre Europa y América Latina y el Caribe. Sin embargo, la cita estuvo marcada por la ausencia de numerosos mandatarios de peso, tanto europeos como latinoamericanos, y por la creciente tensión política que atraviesa la región.

La baja participación, que inicialmente amenazó con convertir el evento en un fracaso, fue parcialmente mitigada por la confirmación de última hora del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien acudió con la intención explícita de defender a los países latinoamericanos frente a presiones externas.

"Fuerzas ajenas a la paz de América han querido que la cumbre Celac/Europa fracase", denunció el anfitrión, el presidente colombiano Gustavo Petro, en sus redes sociales.

La sombra del presidente Trump y su impacto regional

Desde la Casa Blanca, Donald Trump ha intensificado su postura agresiva hacia América Latina, sancionando al propio Petro y desplegando operaciones militares en el Caribe contra supuestas narcolanchas, que han dejado al menos 69 muertos, incluidos civiles y pescadores colombianos.

Estas acciones han generado un ambiente de desconfianza y división. La inclusión de Petro y su familia en la llamada "Lista Clinton" por supuestos vínculos con el narcotráfico (sin pruebas concluyentes) ha tensado aún más las relaciones diplomáticas, afectando la asistencia de mandatarios a la cumbre y condicionando la agenda.

"La cumbre solo tiene sentido si se discute esta cuestión de los buques de guerra estadounidenses en los mares de América Latina", afirmó Lula, subrayando la necesidad de abordar este elefante en la habitación.

Diversidad de posturas y fracturas internas

La CELAC, una comunidad heterogénea de 33 países con gobiernos de distintas orientaciones políticas, enfrenta dificultades para consolidar una voz unificada. La ausencia de líderes como el chileno Gabriel Boric, la mexicana Claudia Sheinbaum, y el argentino Javier Milei, junto a la baja participación europea —con figuras como Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron y Friedrich Merz ausentes—, refleja la complejidad de la coyuntura.

La elección de Santa Marta, una ciudad con valor simbólico para Petro pero con conexiones aéreas limitadas, también dificultó la llegada de mandatarios, quienes debieron enfrentar apretadas agendas internacionales, incluyendo la COP30 en Belém, Brasil, y próximas cumbres del G20 y la UE-Unión Africana.

Multilateralismo en entredicho y oportunidades pendientes

Pese a las dificultades, los organizadores y algunos asistentes defendieron la importancia del encuentro para reafirmar el multilateralismo en un mundo fragmentado. António Costa, presidente del Consejo Europeo, señaló: "En momentos en que el mundo amenaza con replegarse, esta cumbre reafirma la fuerza y vitalidad de la asociación de la UE con América Latina y el Caribe".

Por su parte, Petro y Lula coincidieron en la urgencia de fortalecer la unidad regional y buscar alternativas al predominio estadounidense, aunque las tensiones internas y externas complican esa tarea.

En materia económica, la cumbre también abordó la agenda de inversiones y comercio, con especial atención al futuro del Acuerdo de Asociación UE-Mercosur y la estrategia Global Gateway 2.0, que busca impulsar proyectos estratégicos en América Latina con financiamiento europeo.

Sin embargo, la limitada ejecución hasta la fecha y la ambigüedad en los objetivos generan incertidumbre sobre si esta relación se consolidará como una alianza estratégica de largo plazo o seguirá siendo coyuntural y transaccional.

Conclusiones y desafíos a futuro

La cumbre UE-CELAC de Santa Marta expuso las tensiones geopolíticas que atraviesan América Latina y Europa en un contexto marcado por el resurgimiento del unilateralismo, la fragmentación política y la presión de actores externos, especialmente Estados Unidos bajo Trump.

La ausencia de líderes clave y la sombra de las sanciones y operaciones militares de EE.UU. evidencian que la región sigue siendo un tablero de juego donde confluyen intereses contrapuestos.

No obstante, la presencia de figuras como Lula y la persistencia del anfitrión Petro reflejan que hay voluntad para buscar caminos conjuntos, aunque el éxito dependerá de la capacidad para superar las divisiones internas, construir consensos y ofrecer respuestas concretas a los desafíos comunes como el cambio climático, la seguridad y el desarrollo sostenible.

La cumbre, lejos de ser un simple ritual diplomático, es un espejo de las contradicciones y esperanzas de dos regiones que intentan encontrar un rumbo propio en un mundo incierto.