Violencia armada en Chile: una cadena de homicidios que desnuda fallas en la seguridad y justicia: La sombra de la impunidad y la sociedad que observa sin respuestas claras

Violencia armada en Chile: una cadena de homicidios que desnuda fallas en la seguridad y justicia: La sombra de la impunidad y la sociedad que observa sin respuestas claras
Actualidad
Crimen y seguridad
2025-11-10
Fuentes
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- Cinco homicidios violentos en las últimas dos semanas en distintas comunas metropolitanas.

- Impunidad y fallas judiciales: uno de los asesinos estaba en arresto domiciliario.

- Voces enfrentadas: desde vecinos aterrados hasta autoridades que prometen reformas sin resultados visibles.

En el último mes, la Región Metropolitana ha sido escenario de una serie de crímenes violentos que han conmocionado a la opinión pública y dejado en evidencia las profundas grietas en los sistemas de seguridad y justicia. Cinco homicidios con armas de fuego y arma blanca, cometidos en circunstancias que oscilan entre la premeditación y la violencia espontánea, han marcado un capítulo oscuro en la vida cotidiana de comunas como Peñalolén, Conchalí, San Ramón y Puerto Montt.

El 31 de octubre, en San Ramón, un hombre fue asesinado de un disparo en la vía pública, en un hecho que aún no logra ser esclarecido en cuanto a la procedencia del disparo mortal. Apenas horas antes, otro homicidio había sacudido la misma comuna.

En Peñalolén, el 9 de noviembre, un hombre de 35 años fue acribillado a tiros a pocos pasos de su casa. El atacante, que le gritó "Te estaba esperando", disparó al menos seis veces a corta distancia, en un crimen que la Fiscalía califica de premeditado.

En Conchalí, un hombre de 50 años fue atacado a tiros frente a su local comercial y falleció tras recibir siete impactos balísticos. La investigación apunta a un ataque coordinado, con al menos dos agresores que descendieron de un vehículo para perpetrar el crimen.

En Puerto Montt, la violencia también golpeó duramente: Alexis Hernández, un joven músico de 23 años, fue apuñalado diez veces al resistirse a un robo. El presunto autor estaba cumpliendo arresto domiciliario, lo que ha abierto un debate sobre la eficacia y control de las medidas cautelares.

La voz de la comunidad y el impacto social

Vecinos de Peñalolén y Conchalí relatan una sensación creciente de inseguridad, que va más allá del miedo a ser víctimas: es la impotencia ante la sensación de que la violencia se ha naturalizado. "Ya no se puede salir tranquilo, ni siquiera a la esquina", comenta una vecina de Peñalolén, quien prefirió mantener su identidad en reserva.

Por su parte, organizaciones sociales y expertos en seguridad pública denuncian que la cadena de hechos violentos refleja la falta de políticas integrales que aborden no solo la represión del delito, sino también sus causas estructurales: pobreza, exclusión social, debilidad en la rehabilitación y reinserción de los delincuentes.

Perspectivas institucionales: promesas y críticas

Las autoridades del Ministerio Público y Carabineros han desplegado equipos especializados, como el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) y la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI, para investigar cada caso. Sin embargo, la rapidez en la detención no siempre se traduce en justicia efectiva ni en prevención real.

El fiscal Joaquín Yáñez, encargado de la investigación en Puerto Montt, reconoció que el hecho de que el presunto homicida estuviera en arresto domiciliario "pone en evidencia falencias en el sistema de monitoreo y control".

En contraste, desde el gobierno se han anunciado planes para fortalecer la seguridad ciudadana y mejorar la coordinación entre policías y justicia, aunque los plazos y resultados concretos siguen siendo materia de debate.

La justicia en la mira: ¿qué pasa con las medidas cautelares?

El caso del joven músico asesinado por un hombre en arresto domiciliario ha generado una ola de cuestionamientos sobre la eficacia de las medidas cautelares y la capacidad del sistema para garantizar la seguridad pública.

"No basta con decretar arresto domiciliario si no se cuenta con mecanismos efectivos de supervisión y sanción inmediata frente a incumplimientos", señaló la abogada penalista María José Carrasco.

Este episodio se suma a una larga lista de críticas hacia un sistema judicial que muchas veces parece reaccionar tarde y con poca contundencia, generando un círculo vicioso de violencia e impunidad.

Constataciones y consecuencias

La cadena de homicidios recientes no es un fenómeno aislado ni casual. Refleja tensiones sociales profundas y un sistema de seguridad que enfrenta desafíos estructurales. La impunidad, la debilidad en el control de medidas cautelares y la falta de estrategias preventivas integrales son elementos que alimentan la violencia.

Este ciclo de violencia y respuestas insuficientes no solo afecta a las víctimas directas, sino que erosiona la confianza ciudadana en las instituciones, alimenta la sensación de inseguridad y dificulta la convivencia democrática.

En este escenario, la pregunta que queda flotando es cómo construir un sistema que no solo persiga el delito, sino que también prevenga, rehabilite y promueva una cultura de paz. La tragedia ajena, que se repite con dolorosa frecuencia, debería ser motivo para una reflexión profunda y un cambio real, antes de que la violencia se convierta en la norma y no en la excepción.