El Papa León XIV y las víctimas de abusos: un diálogo histórico marcado por tensiones y desafíos no resueltos

El Papa León XIV y las víctimas de abusos: un diálogo histórico marcado por tensiones y desafíos no resueltos
Actualidad
Derechos Humanos
2025-11-10
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- Encuentro histórico entre el Papa y víctimas de abusos del clero tras años de silencio.

- Tensiones profundas entre víctimas, Iglesia y abogados, con denuncias de manipulación y falta de apoyo.

- Desafíos pendientes: procesos lentos, reparaciones insuficientes y la demanda de transparencia y justicia global.

Un paso histórico, pero incompleto. El Papa León XIV ha protagonizado en las últimas semanas una serie de encuentros que marcan un antes y un después en la relación entre la Iglesia Católica y las víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Sin embargo, a casi un mes de la reunión en el Vaticano con un grupo internacional de sobrevivientes, la complejidad del drama sigue latente y las heridas, abiertas.

El pasado 9 de noviembre, el Papa se reunió durante casi tres horas con 15 víctimas de abusos del clero de Bélgica, en un encuentro descrito por la Santa Sede como "profundo y doloroso". Esta cita se suma a la reunión previa con un grupo global de víctimas, representadas por la organización Ending Clergy Abuse (ECA), que congrega casos de más de 30 países y que calificó el diálogo como "esperanzador" y un avance hacia una colaboración real con la Iglesia.

Pero no todo es reconciliación. Desde América Latina, la voz de Ana María Quispe, víctima peruana y una de las denunciantes en el caso de abusos en Chiclayo, revela un camino plagado de obstáculos y manipulaciones. En una entrevista exclusiva, Quispe denuncia que su abogado, el sacerdote canonista Ricardo Coronado, la utilizó para fines que no eran la defensa genuina de las víctimas, y que la Iglesia ha puesto trabas para costear sus tratamientos psicológicos. Además, el sacerdote acusado, Eleuterio Vásquez, solicitó el cese del sacerdocio, lo que a ojos de las víctimas implica el archivo de la causa sin justicia efectiva.

"Su intención nunca fue ayudarnos. Tenía sus propios intereses, eso lo tenemos clarísimo. ¿Cuáles eran? No tenemos idea. ¿Queremos saberlo? Tampoco, porque realmente nos asusta", confesó Quispe a este medio.

Este caso peruano, que se viralizó internacionalmente y fue utilizado políticamente contra el Papa León XIV, ha dejado a las víctimas en una situación de revictimización constante, sin respuestas claras ni acompañamiento institucional suficiente.

El Papa, por su parte, ha reconocido públicamente la complejidad y lentitud de estos procesos. En un libro recientemente publicado, admitió que el traslado del obispo Prevost y la demora en la investigación "han hecho muy doloroso" el proceso y expresó su pesar por ello. También denunció la manipulación mediática que ha agravado el sufrimiento de las víctimas.

Perspectivas encontradas, voces que no se cruzan. Mientras el Vaticano intenta construir un diálogo más abierto, las víctimas y organizaciones como ECA exigen estándares globales de prevención, sanción y reparación. Gemma Hickey, presidenta de ECA, resumió: "Las víctimas han buscado durante mucho tiempo un lugar en la mesa, y hoy nos sentimos escuchados, pero queda mucho por hacer".

En Chile, el presidente Gabriel Boric sostuvo una reunión con León XIV el pasado octubre, donde abordaron también los abusos sexuales y derechos humanos. Boric destacó la empatía del Papa y le extendió una invitación para visitar Chile, aunque reconoció diferencias legítimas en temas como aborto y eutanasia con la Iglesia.

"El Papa me mencionó explícitamente el caso de Karadima y de Barros, y cómo eso le había dolido mucho, en particular en su visita a Chile", señaló Boric.

¿Qué se puede concluir?

  1. Reconocimiento y diálogo son avances necesarios, pero insuficientes. El gesto del Papa y la apertura al diálogo con víctimas es un paso inédito, pero aún quedan pendientes las reparaciones concretas, la justicia efectiva y la prevención real.
  1. Las víctimas demandan protagonismo y transparencia. Más allá de la empatía y las palabras, exigen políticas claras, sanciones ejemplares y acompañamiento integral, que incluyen apoyo psicológico y económico.
  1. La Iglesia enfrenta un desafío estructural. El caso peruano y otros similares evidencian la dificultad de la institución para superar su historial de encubrimientos, resistencias internas y falta de mecanismos efectivos.
  1. La política y la sociedad civil juegan un rol clave. El respaldo público, la presión internacional y el compromiso estatal son imprescindibles para que las promesas se traduzcan en acciones.

Este episodio, que se desarrolla en el escenario global y local, es un recordatorio de que el camino hacia la justicia y la reparación es largo y tortuoso. La tragedia ajena se convierte en una llamada para que la Iglesia y la sociedad chilena y mundial asuman la responsabilidad con valentía y sin dilaciones.

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Fuentes: EL PAÍS, La Tercera, declaraciones oficiales de la Santa Sede, entrevistas con víctimas y representantes de Ending Clergy Abuse (ECA), declaraciones presidenciales de Gabriel Boric.