Masacre en Río de Janeiro: La operación policial más letal revela un fracaso estructural en seguridad pública

Masacre en Río de Janeiro: La operación policial más letal revela un fracaso estructural en seguridad pública
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-11
Fuentes
english.elpais.com cambio21.cl www.dw.com cambio21.cl www.latercera.com www.latercera.com cooperativa.cl www.biobiochile.cl elpais.com ellibero.cl elpais.com

- 132 muertos en la operación policial más sangrienta de la historia de Río.

- Diferencias dramáticas entre cifras oficiales y testimonios de vecinos.

- Debate abierto sobre métodos policiales, derechos humanos y eficacia en la lucha contra el crimen.

Un baño de sangre en Río

El 28 de octubre de 2025, un operativo policial en los complejos de favelas Penha y Alemão, en Río de Janeiro, terminó con al menos 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, y 81 detenidos. La intervención, diseñada para ejecutar 100 órdenes de captura contra miembros del Comando Vermelho, se convirtió en la operación más letal contra el crimen en la historia de la ciudad brasileña.

Vecinos y familiares de las víctimas recogieron decenas de cuerpos en una plaza, evidenciando la brutalidad y la magnitud del despliegue, que contó con 2.500 agentes, vehículos blindados, helicópteros y drones. Los cadáveres, todos hombres, quedaron expuestos a la vista pública, una imagen que conmocionó a la sociedad y desató críticas internacionales.

Perspectivas encontradas: seguridad versus derechos humanos

El gobernador Cláudio Castro, del Partido Liberal y aliado del expresidente Jair Bolsonaro, calificó la operación como un “éxito”, resaltando la captura de sospechosos y la preservación de la vida de los vecinos. Sin embargo, expertos y organizaciones de derechos humanos pintan un panorama diametralmente opuesto.

“Una operación policial exitosa es aquella que termina con detenciones, enjuiciamientos y condenas, no con un baño de sangre”, señaló César Muñoz, director para Brasil de Human Rights Watch. “Esto es una tragedia que debe ser investigada a fondo, especialmente las decisiones y protocolos adoptados”, añadió.

El sociólogo Ignacio Cano, del Laboratorio de Análisis de la Violencia de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, describió el operativo como un “déjà vu” de intervenciones anteriores, pero a una escala inédita. Para él, la acción fue “una demostración política deliberada para mostrarse duros contra el crimen, sin atender a la eficacia real o a los derechos humanos”.

Efectividad cuestionada y consecuencias a largo plazo

El debate sobre la eficacia de estas operaciones es intenso. Para Human Rights Watch, la acción policial no desmantela realmente a las organizaciones criminales, sino que solo elimina a miembros de base, que son rápidamente reemplazados.

“Este tipo de operativos no son eficientes y solo generan un ciclo de violencia que se retroalimenta”, afirmó Muñoz. “Además, la falta de investigación independiente y la ausencia de rendición de cuentas profundizan la impunidad”, agregó.

Cano advierte que estas intervenciones pueden fortalecer a los grupos criminales, que se arman mejor y se preparan para futuros enfrentamientos, perpetuando así la violencia en las favelas.

La escena política y social tras la masacre

El ministro de Justicia de Brasil, Ricardo Lewandowski, anunció que se revisará si lo ocurrido es compatible con el Estado democrático de derecho. Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó estar “aterrado” y “sorprendido” por no haber sido notificado previamente.

Las repercusiones sociales son profundas: decenas de escuelas y centros de salud cerraron, el transporte público se vio afectado y la ciudad amaneció conmocionada por la violencia desatada.

Verdades y consecuencias visibles

- La operación policial más letal en Río de Janeiro dejó un saldo humano devastador y evidenció la fragilidad del sistema de seguridad pública.

- Las autoridades policiales y políticas priorizaron la demostración de fuerza sobre estrategias de desmantelamiento estructural del crimen.

- La ausencia de mecanismos independientes de investigación y control genera una impunidad persistente que alimenta la espiral de violencia.

- El impacto social y comunitario es profundo, con afectaciones directas a la vida cotidiana y a la confianza ciudadana en las instituciones.

Este episodio invita a una reflexión urgente sobre el modelo de seguridad en Brasil y América Latina, donde la violencia estatal y criminal se entrelazan y producen tragedias que parecen repetirse sin solución estructural. La masacre en Río no solo es un número, sino un síntoma de crisis profunda que reclama cambios de fondo en políticas públicas, justicia y derechos humanos.