Bolivia restablece relaciones con EE.UU. y enfrenta un nuevo ciclo político: entre pragmatismo y herencias de la polarización

Bolivia restablece relaciones con EE.UU. y enfrenta un nuevo ciclo político: entre pragmatismo y herencias de la polarización
Internacional
América Latina
2025-11-11
Fuentes
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- Restablecimiento diplomático tras 15 años de distanciamiento.

- Rodrigo Paz, un presidente moderado en un país fracturado.

- Desafíos económicos y políticos que marcarán el futuro inmediato.

Bolivia y Estados Unidos han decidido dejar atrás más de una década de tensiones para restablecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadores.

El anuncio oficial se produjo el 8 de noviembre de 2025, cuando el presidente boliviano Rodrigo Paz y el subsecretario de Estado estadounidense Christopher Landau confirmaron la reapertura de canales diplomáticos formales, poniendo fin a un distanciamiento iniciado en 2008 con la expulsión del embajador estadounidense y la DEA por parte del entonces presidente Evo Morales.
Este gesto marca un cambio significativo en la política exterior boliviana y abre la puerta a una nueva etapa de cooperación, aunque no sin matices y tensiones latentes que reflejan la compleja realidad política y social del país andino.

Un presidente entre extremos y la búsqueda de moderación

La elección de Rodrigo Paz en octubre de 2025 sorprendió a muchos.

Su victoria frente a candidatos radicales de derecha e izquierda, como Jorge Tuto Quiroga y la persistente influencia de Evo Morales, reflejó el cansancio de una sociedad polarizada y la esperanza de un camino más pragmático y conciliador.
Paz, economista y representante de un espectro político centrista, ha apostado por un discurso de "capitalismo para todos" y un enfoque gradual para enfrentar la severa crisis económica que atraviesa Bolivia.

"No es un giro radical, sino una vuelta a la moderación y al diálogo", explica Enrique Morales, analista político de la Universidad Miguel de Cervantes. "Paz debe tejer alianzas heterogéneas y pactos sociales con sectores que antes fueron antagónicos, incluyendo organizaciones afines al MAS, para lograr gobernabilidad."

Sin embargo, la ausencia de un partido sólido y una mayoría parlamentaria clara complican su tarea. La fragmentación política y las demandas sociales no desaparecen, y la justicia, aún debilitada, sigue siendo un campo minado con investigaciones en curso contra figuras clave del pasado reciente.

Economía en jaque y la oportunidad de la cooperación internacional

Bolivia enfrenta problemas estructurales profundos: inflación creciente, escasez de combustibles, crisis en hidrocarburos y falta de divisas.

El nuevo gobierno debe lidiar con estas urgencias mientras busca diversificar la economía y atraer inversiones.
En este contexto, el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos no solo es simbólico, sino también estratégico.

Sergio Molina, experto en relaciones bilaterales, señala: "Bolivia necesita a Chile y Estados Unidos para superar su crisis económica. El pragmatismo de Paz abre una ventana para cooperación en hidrocarburos, inversiones y seguridad, al margen de disputas históricas como la demanda marítima."

Este enfoque pragmático también se refleja en la relación con Chile, donde se anticipa un mejor diálogo centrado en la complementariedad económica y la gestión conjunta de desafíos comunes como migración y narcotráfico.

Voces contrapuestas y el juego de las narrativas

El escenario político boliviano es un coliseo donde se enfrentan desde la derecha dura que promete mano dura y alineamiento con Washington, hasta sectores de izquierda que aún mantienen peso social y buscan preservar parte del legado del MAS.

Un dirigente social del occidente boliviano comenta: "No queremos que se repitan los errores del pasado, pero tampoco que se desmantelen las conquistas sociales. La esperanza está en un gobierno que escuche y dialogue."

Por su parte, sectores empresariales y analistas internacionales ven en Paz un líder con potencial para estabilizar la región y atraer inversión, aunque advierten que la gobernabilidad será un desafío constante.

Constataciones y consecuencias visibles

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Bolivia y Estados Unidos es un hecho que simboliza un cambio de época, pero no garantiza un camino sin obstáculos. Rodrigo Paz encarna la búsqueda de un equilibrio entre pragmatismo y reconciliación en un país marcado por décadas de polarización y crisis.

La gobernabilidad dependerá de su capacidad para construir puentes políticos y sociales, mientras enfrenta una economía en deterioro y una justicia que aún debe depurarse. La cooperación internacional, especialmente con Estados Unidos y Chile, puede ser una herramienta clave para la recuperación, pero también un terreno de tensiones y negociaciones complejas.

En definitiva, Bolivia se encuentra en un punto de inflexión donde las decisiones tomadas en los próximos meses definirán si logra superar sus divisiones internas y encaminarse hacia un ciclo de estabilidad y crecimiento, o si las viejas heridas y desafíos estructurales continúan condicionando su destino.