Formalización en la Trama Bielorrusa: Codelco como víctima y la exministra Vivanco en el ojo del huracán judicial

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Actualidad
Casos emblemáticos
2025-11-11
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- Pagos millonarios y maniobras de lavado detrás de un fallo judicial polémico.

- Diversas voces y posturas enfrentadas entre justicia, defensa y sociedad.

- Red de influencias y consecuencias visibles en el Poder Judicial y la minería estatal.

La llamada "Trama Bielorrusa" ha dejado al descubierto un entramado de cohecho, lavado de activos y tráfico de influencias que tiene como epicentro a la exministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, su pareja Gonzalo Migueles y dos abogados vinculados al consorcio chileno-bielorruso Belaz Movitec.

El caso gira en torno a un fallo de la Tercera Sala de la Corte Suprema, presidida provisionalmente por Vivanco en 2023, que favoreció a Belaz Movitec en un litigio millonario contra Codelco, obligando a la minera estatal a pagar más de $16 mil millones y devolver maquinaria retenida.

La Fiscalía Regional de Los Lagos, liderada por Carmen Gloria Wittwer, formalizó a Migueles y a los abogados Mario Vargas y Eduardo Lagos por cohecho, soborno y lavado de activos, acusándolos de haber gestionado pagos ilícitos que llegaron a la pareja de la exministra.

La ruta del dinero y las maniobras para ocultarlo

Según la investigación, los pagos ascendieron a aproximadamente $57 millones, entregados en dos grandes montos. El primero, equivalente a US$14.000, se habría concretado en diciembre de 2023 tras un pago de Codelco a Belaz Movitec por más de $4.400 millones. El segundo, por $45 millones, llegó a Migueles tras otra transferencia millonaria de la minera estatal.

Para ocultar el origen ilícito, se utilizaron casas de cambio, cheques a nombre de terceros y la participación de conservadores de bienes raíces, Sergio Yáber y Yamil Najle, quienes habrían canalizado parte de esos fondos para devolverlos a Migueles mediante transferencias.

Este entramado fue desentrañado con ayuda de interceptaciones telefónicas, georreferenciación de antenas telefónicas y seguimiento bancario, que posicionaron a los imputados en fechas y lugares clave, incluyendo la casa de Vivanco y Migueles, donde se habrían gestado y ejecutado varios movimientos.

Voces enfrentadas en el coliseo judicial

"Cualquier dinero que haya en relación con mi pareja no tiene absolutamente nada que ver con mi trabajo, ni el trabajo que hice entonces, ni el trabajo que he hecho en ninguna época. Nosotros contribuimos a los gastos comunes, pero cada uno tiene su trabajo y sus temas y él jamás intervino en mi trabajo ni yo en el de él", aseguró Vivanco en entrevista con La Tercera.

Por su parte, la Fiscalía sostiene que Vivanco no sólo recibió beneficios económicos indirectos, sino que además habría incurrido en falta de probidad al no declararse inhabilitada en causas donde sus convivientes tenían interés.

El Ministerio Público afirma que "la imputada Vivanco intervino en razón de su cargo a cambio de recibir un beneficio económico de parte de los abogados imputados, a través del imputado Migueles".

Desde la defensa, el abogado Sergio Contreras enfatizó que no está demostrado que Vivanco haya recibido directamente coimas ni que haya estado físicamente en los lugares donde se habrían realizado las entregas de dinero.

Impacto institucional y consecuencias visibles

La Corte Suprema, a través de su vocero Jorge Sáez, reconoció la preocupación interna y anunció medidas para evitar influencias indebidas en la integración de salas, además de impulsar un nuevo código de ética judicial. Sin embargo, negó que el caso constituya una crisis institucional, aunque admitió que no se puede descartar que existan otros casos similares.

Organizaciones judiciales como la Asociación Nacional de Magistradas y Magistrados han condenado enérgicamente estos hechos, advirtiendo que golpean la credibilidad del sistema y ponen en riesgo la democracia.

En el plano corporativo, Codelco se ha presentado como víctima en este proceso, sin haber presentado querellas, aunque sí ha sido parte central del litigio que originó la trama.

Constataciones finales

Este caso destapa una compleja red de corrupción que involucra a actores clave del Poder Judicial y la minería estatal, revelando prácticas que erosionan la confianza pública. La investigación ha logrado reconstruir con detalle la ruta del dinero y las maniobras para su blanqueo, mientras que las defensas mantienen la presunción de inocencia y cuestionan la solidez de algunas pruebas.

El proceso judicial aún está en curso, con formalizaciones y posibles medidas cautelares que podrían incluir prisión preventiva para los imputados. Más allá de los actores individuales, la trama plantea desafíos para la transparencia y el control institucional en Chile, en especial en sectores estratégicos como la justicia y la minería.

Este caso invita a una reflexión profunda sobre las redes de poder, las vulnerabilidades del sistema y la necesidad de mecanismos efectivos para prevenir y sancionar la corrupción en todas sus dimensiones.