Italia regula a los influencers para combatir la desinformación: un modelo que divide y desafía libertades digitales

Italia regula a los influencers para combatir la desinformación: un modelo que divide y desafía libertades digitales
Tecnología y Digital
Redes Sociales
2025-11-11
Fuentes
cooperativa.cl elpais.com elpais.com www.latercera.com www.latercera.com www.biobiochile.cl www.latercera.com elpais.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com

- Registro obligatorio para influencers con más de 500 mil seguidores.

- Transparencia y control sobre métricas y datos personales.

- Debate entre regulación y libertad en la esfera digital europea.

El 8 de noviembre de 2025, Italia implementó un registro obligatorio para influencers considerados "relevantes", es decir, aquellos con más de 500 mil seguidores o un millón de visualizaciones mensuales en plataformas como Instagram, TikTok o YouTube.
Esta medida busca combatir la desinformación, mejorar la transparencia y la responsabilidad en la difusión de contenido digital, especialmente en un contexto donde las redes sociales tienen un peso creciente en la opinión pública y las campañas políticas.

Los influencers deben inscribir datos personales, métricas de audiencia y aceptar un código de conducta que los somete a regulaciones de publicidad, protección de menores y lucha contra la desinformación.
La Autoridad Italiana de Comunicaciones (AGCOM) publicará un registro público con esta información, lo que implica un grado inédito de fiscalización en el ecosistema digital.

Perspectivas encontradas: regulación necesaria o amenaza a la libertad digital

Desde el gobierno italiano y sectores que promueven la regulación, la medida es vista como un paso necesario para frenar la proliferación de bulos y prácticas engañosas en redes sociales. En un contexto donde la desinformación ha sido vinculada a riesgos para la salud pública, la integridad electoral y la convivencia social, el registro se presenta como una herramienta para aumentar la transparencia y la responsabilidad de quienes ejercen influencia masiva.

"Los influencers relevantes asumen toda responsabilidad sobre la integridad y veracidad de la información proporcionada", señala AGCOM, enfatizando la intención de garantizar un entorno digital más seguro y confiable.

Sin embargo, desde la comunidad digital y expertos en derechos digitales, la iniciativa ha generado preocupación por el potencial impacto en la libertad de expresión y la privacidad. La obligatoriedad de revelar datos personales y métricas, junto con la supervisión estatal, podría abrir la puerta a censuras, discriminación o un efecto inhibidor sobre creadores de contenido, especialmente aquellos con audiencias emergentes.

Algunos críticos advierten que esta regulación podría convertirse en un modelo restrictivo que otros países europeos podrían imitar, afectando la diversidad y pluralidad en la esfera digital. Además, se señala la dificultad de establecer límites claros entre contenido comercial, opinión personal y expresión artística, lo que complica la aplicación práctica del código de conducta.

Contexto europeo y global: una tendencia en construcción

Italia no es el único país que busca regular el papel de los influencers. La Unión Europea ha avanzado en iniciativas para fortalecer la lucha contra la desinformación, como la creación de redes voluntarias de influencers éticos y el apoyo a medios independientes, en el marco del llamado "Escudo Democrático Europeo". Sin embargo, estas medidas suelen ser menos coercitivas y más orientadas a la colaboración y autorregulación.

El registro italiano se diferencia por su carácter obligatorio y público, lo que lo convierte en un experimento pionero con riesgos y oportunidades aún por evaluar.

Fuentes como el diario italiano Cooperativa.cl y la Comisión Europea han destacado que la medida busca equilibrar la necesidad de controlar la información con la protección de derechos fundamentales, aunque el debate está lejos de cerrarse.

Constataciones y consecuencias

La regulación italiana de influencers marca un punto de inflexión en la gobernanza de las redes sociales, evidenciando la tensión entre el control estatal y la libertad digital. La medida responde a un problema real y urgente: la desinformación masiva y su impacto en sociedades democráticas. Sin embargo, la solución adoptada puede generar efectos colaterales no deseados, como la estigmatización de creadores o la concentración de poder en manos de organismos estatales y tecnológicos.

Para Chile y otros países latinoamericanos, donde las redes sociales son un espacio clave para la participación ciudadana y la expresión cultural, este modelo plantea preguntas difíciles sobre cómo proteger la verdad sin sacrificar la pluralidad ni la innovación.

El desafío está en encontrar un equilibrio que permita frenar la desinformación sin sofocar la diversidad de voces, y en eso Italia ofrece una experiencia que merece un seguimiento atento y crítico en los próximos meses.

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Fuentes: Cooperativa.cl (Italia), El País (Unión Europea), AGCOM, Comisión Europea.