
Un escenario que se agrava con el paso de los días: La Provincia de Chiloé enfrenta una situación epidemiológica que ha ido escalando hasta alcanzar una positividad del 62% en virus respiratorios, según datos confirmados por la Seremi de Salud de Los Lagos a inicios de noviembre. Esta cifra, inusual para la temporada, ha encendido las alarmas en la comunidad médica y en las autoridades regionales, que advierten un aumento sostenido de casos, especialmente entre la población más vulnerable.
El impacto en los grupos de riesgo: El mayor motivo de preocupación es la afectación que estos virus tienen sobre los adultos mayores de 65 años, grupo que, lamentablemente, presenta una baja cobertura de vacunación antigripal este año. Esta combinación de factores ha generado un aumento en la demanda de atención en servicios de urgencia y hospitalizaciones, tensionando un sistema de salud que ya enfrenta limitaciones propias de la geografía insular.
Perspectivas diversas y tensiones sociales:
- Desde el sector público, la respuesta ha sido reforzar las campañas de vacunación y el llamado a la comunidad a mantener medidas de autocuidado, como el uso de mascarillas en espacios cerrados y evitar aglomeraciones.
- Sin embargo, voces de organizaciones sociales y representantes locales han cuestionado la capacidad del sistema sanitario para responder a esta crisis, señalando la falta de recursos, personal y medicamentos en los centros de salud primaria y hospitales de la provincia.
- Algunos expertos independientes advierten que la baja cobertura de vacunación no sólo refleja desinformación, sino también dificultades de acceso y desconfianza hacia las campañas oficiales, problemáticas que requieren abordajes más integrales y comunitarios.
Contexto histórico y socioeconómico: Chiloé, con su insularidad y dispersión poblacional, ha enfrentado históricamente desafíos para el acceso equitativo a servicios de salud. La temporada estival y la llegada de turistas complican aún más la dinámica epidemiológica. Además, las condiciones socioeconómicas de amplios sectores dificultan la implementación efectiva de medidas preventivas.
¿Qué se puede concluir?
La baja vacunación en grupos prioritarios y las limitaciones del sistema de salud local son síntomas de un problema mayor: la necesidad urgente de fortalecer la infraestructura sanitaria, mejorar la comunicación y confianza con la comunidad, y diseñar políticas públicas que consideren las particularidades regionales.
Además, la experiencia reciente muestra que la prevención y el autocuidado deben ser acompañados por un compromiso real del Estado para garantizar recursos y apoyo a las zonas más vulnerables.
En definitiva, la situación en Chiloé es un llamado a repensar la gestión de la salud pública en territorios con características singulares, donde la equidad y la participación comunitaria deben ser ejes centrales para evitar que la tragedia sanitaria se profundice.
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Fuentes: Seremi de Salud de Los Lagos, Cooperativa.cl (8 de noviembre de 2025), entrevistas con expertos en salud pública regional.