
Un anuncio que sacude el equilibrio global. El 30 de octubre de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump dio un vuelco histórico a la política nuclear de su país al ordenar el reinicio inmediato de los ensayos nucleares, suspendidos desde 1992. Esta decisión, tomada en plena gira diplomática por Asia y justo antes de reunirse con el presidente chino Xi Jinping, ha generado una ola de inquietud internacional y un debate intenso sobre las consecuencias para la seguridad mundial.
El contexto de la decisión. Durante el último año, tanto Rusia como China han intensificado sus desarrollos militares nucleares. Moscú probó un misil de crucero de propulsión nuclear y un supertorpedo submarino con capacidad nuclear, mientras Pekín amplía sus silos de misiles terrestres. Corea del Norte también presentó un nuevo misil balístico intercontinental. En este escenario, Trump justificó su orden como una respuesta necesaria para no quedar rezagado en la competencia estratégica.
Perspectivas encontradas. Expertos en control de armas y seguridad global han calificado la medida como un paso peligroso que podría desencadenar una nueva carrera armamentista. Corey Hinderstein, vicepresidente de estudios en la Fundación Carnegie para la Paz Nuclear, señaló que esta reanudación beneficiaría más a los adversarios que a Estados Unidos y podría desestabilizar el equilibrio nuclear.
Por otro lado, la Federación Rusa respondió con cautela, recordando que sus recientes pruebas no fueron detonaciones nucleares y advirtiendo que cualquier prueba estadounidense sería respondida en consecuencia. Beijing pidió respetar la prohibición internacional vigente y expresó preocupación por la escalada.
Impacto político y social. La orden de Trump ha provocado críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos. El alcalde de Nagasaki, Shiro Suzuki, calificó la decisión como “absolutamente inaceptable” y un atropello a los esfuerzos globales por la abolición de armas nucleares, recordando el devastador legado de Hiroshima y Nagasaki hace 80 años. En el Congreso estadounidense, la representante demócrata por Nevada, Dina Titus, anunció que presentará legislación para detener esta iniciativa.
Además, la ONU, a través de su portavoz adjunto Farhan Haq, enfatizó que los ensayos nucleares “jamás pueden permitirse” y que se deben evitar acciones que puedan provocar errores de cálculo o escaladas con consecuencias catastróficas.
¿Qué implica este giro? Más allá del simbolismo, la reanudación de pruebas nucleares podría tener consecuencias prácticas y estratégicas profundas. Aunque Estados Unidos posee el arsenal más numeroso y tecnológicamente avanzado, la decisión abre la puerta a una espiral de desconfianza y competencia con Rusia y China. Esto ocurre en un momento en que el último tratado de control de armas entre Washington y Moscú está a punto de expirar, sin perspectivas claras de renovación.
El impacto también se extiende a la diplomacia, pues el anuncio se produjo justo antes de la reunión de Trump con Xi Jinping en Corea del Sur, donde se firmaron acuerdos comerciales, pero persisten profundas tensiones estratégicas.
Conclusiones. El reinicio de ensayos nucleares marca un momento crítico en la política internacional, que obliga a repensar las dinámicas de poder y la gestión del riesgo nuclear. Las voces que advierten sobre los peligros de esta escalada son numerosas y fundamentadas en la experiencia histórica y científica. Sin embargo, la decisión de Trump refleja una visión beligerante y competitiva que prioriza la demostración de fuerza sobre la estabilidad y el desarme.
La pregunta que queda en el aire es si este paso será el preludio de una peligrosa carrera armamentista o si podrá ser contenido mediante el diálogo y la diplomacia multilateral. Por ahora, el mundo observa con atención y creciente preocupación cómo se despliega esta nueva etapa de tensión global.
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Fuentes: La Tercera, EL PAÍS, NPR, Boletín de Científicos Atómicos, declaraciones oficiales de la ONU y gobiernos de EE.UU., Rusia y China.
2025-11-02