Turquía emite orden de detención contra Netanyahu: un giro judicial que reaviva viejas heridas

Turquía emite orden de detención contra Netanyahu: un giro judicial que reaviva viejas heridas
Internacional
Medio Oriente
2025-11-11
Fuentes
cooperativa.cl cambio21.cl www.biobiochile.cl www.latercera.com cooperativa.cl cambio21.cl www.bbc.com elpais.com elpais.com elpais.com www.latercera.com

- Orden de arresto internacional por presuntos crímenes de guerra y genocidio.

- Choque de narrativas entre Turquía, Israel y actores regionales.

- Consecuencias diplomáticas y políticas en un conflicto que se resiste a cerrarse.

El 7 de noviembre de 2025, la Fiscalía de Estambul emitió una orden de detención contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y otros 36 altos cargos de Israel, acusándolos de "genocidio" y "crímenes contra la humanidad" en el contexto del conflicto en Gaza.

La acusación se fundamenta en bombardeos a hospitales, como el de la Amistad Turco-Palestina, ataques que dejaron miles de civiles palestinos muertos —más de 67.000 según datos oficiales— y la operación israelí contra la llamada 'Flotilla Global Sumud', interceptada en aguas internacionales en octubre pasado. Las autoridades turcas señalan además prácticas de tortura, saqueo y privación ilegal de libertad durante la detención y deportación de activistas de la flotilla.

La ofensiva israelí en Gaza comenzó el 7 de octubre de 2023 tras un ataque terrorista de Hamás, y aunque un alto al fuego se mantiene desde octubre de 2025, la tensión y las heridas abiertas persisten.

La respuesta oficial israelí no se hizo esperar. Gideon Saar, ministro de Exteriores, calificó la orden de detención como "una maniobra propagandística" del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, a quien acusa de instrumentalizar la justicia para fines políticos. La Fiscalía turca, por su parte, insiste en que la investigación es exhaustiva y rigurosa, apoyada en testimonios y evidencias recogidas durante más de dos años.

Desde la perspectiva palestina, Hamas celebró la medida y pidió a otros países y tribunales internacionales sumarse a la persecución judicial de los líderes israelíes implicados. Para ellos, la orden representa un reconocimiento internacional de la magnitud de la tragedia vivida en Gaza y una esperanza para la justicia.

"Esta encomiable medida reafirma la postura del pueblo turco, comprometido con los valores de la justicia y la humanidad", declaró un portavoz de Hamas según el diario Filastin.

Sin embargo, el caso no solo es un episodio judicial, sino también un reflejo de la compleja geopolítica regional. Turquía, aliado histórico de Hamas y crítico acérrimo de la política israelí, utiliza esta acción para reforzar su posición en Medio Oriente y en la arena internacional. Israel, por su parte, enfrenta acusaciones que afectan su imagen internacional y complican sus relaciones diplomáticas, especialmente con países que buscan un rol mediador en el conflicto.

La orden de detención internacional, sin embargo, enfrenta limitaciones prácticas: Israel no reconoce la jurisdicción turca ni la competencia de tribunales internacionales para juzgar a sus líderes, y la cooperación internacional para arrestos políticos en este contexto es incierta.

Por otro lado, la orden se produce en un momento en que la región intenta navegar hacia una paz precaria. La escalada de violencia, la reciente reanudación de ataques israelíes tras el frágil alto al fuego y las denuncias de abusos —como la filtración de videos sobre torturas a palestinos en cárceles israelíes— alimentan la desconfianza y el resentimiento.

La filtración del video de torturas en la prisión de Sde Teiman, que mostró abusos sexuales a un detenido palestino, derivó en una fuerte crisis política interna israelí y en una investigación centrada más en la filtración que en los hechos denunciados.

En Israel, la orden turca ha sido interpretada como un intento de deslegitimar la defensa nacional frente a ataques terroristas, mientras que en Turquía y entre sectores pro palestinos, es vista como un paso hacia la justicia internacional y un llamado a la rendición de cuentas.

Conclusiones:

Este episodio judicial revela la persistente fractura en la narrativa y la justicia internacional en torno al conflicto israelí-palestino. La orden de detención contra Netanyahu y altos mandos israelíes por parte de Turquía no solo es un acto jurídico, sino un símbolo de la profunda polarización regional y global.

Aunque la efectividad práctica de esta medida es limitada, su valor reside en mantener viva la discusión sobre responsabilidad, derechos humanos y el camino hacia una solución duradera. Para la comunidad internacional, representa un recordatorio de que la violencia sistemática y las violaciones a los derechos humanos no pueden quedar impunes, pero también plantea el desafío de cómo equilibrar la justicia con la estabilidad política y la paz.

En definitiva, la orden turca es un capítulo más en una tragedia que sigue abierta, donde las víctimas sufren y los líderes se enfrentan en un duelo de legitimidades y narrativas que condicionan el futuro de Medio Oriente.