Detenciones por homicidios recientes en la Región Metropolitana: entre la violencia familiar y la inseguridad urbana

Detenciones por homicidios recientes en la Región Metropolitana: entre la violencia familiar y la inseguridad urbana
Actualidad
Crimen y seguridad
2025-11-11
Fuentes
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- Tres homicidios con perfiles diversos sacuden la Región Metropolitana.

- Violencia intrafamiliar y conflictos monetarios emergen como factores comunes.

- Investigaciones en curso revelan grietas en la seguridad y justicia local.

En menos de dos semanas, la Región Metropolitana ha sido escenario de varios homicidios que reflejan la complejidad y diversidad de la violencia en Santiago y sus alrededores. Los casos de Ñuñoa y La Reina, en particular, exhiben cómo la violencia familiar y las disputas personales pueden desembocar en tragedias que conmueven a la comunidad.

El 10 de noviembre, en la comuna de Ñuñoa, un hombre de 31 años fue detenido tras ser acusado de asesinar a su tía de 61 años en su domicilio de la Villa Olímpica. Según la investigación preliminar, el sujeto, que vivía con la víctima, habría actuado bajo los efectos de sustancias y utilizó la violencia física extrema para causar la muerte de su familiar. La PDI y la Fiscalía Metropolitana Oriente lideran las diligencias.

Este crimen, aunque inicialmente presentado como un hecho aislado, pone en evidencia la fragilidad de los vínculos familiares y la presencia de problemas asociados al consumo de drogas y salud mental. Desde una perspectiva social, expertos señalan que estos episodios requieren una mirada integral que incluya apoyo psicosocial y prevención en el entorno familiar.

Por otro lado, el triple homicidio ocurrido en La Reina, que se hizo público el 3 de noviembre, ha dado un giro significativo en la investigación. Inicialmente catalogado como un doble parricidio seguido de suicidio, la pesquisa descartó esta hipótesis tras no encontrar las armas homicidas y evidenciar antecedentes de conflictos monetarios entre el principal sospechoso, Jorge Ugalde Parraguez —tío y cuñado de las víctimas— y el padre fallecido, Eduardo Cruz-Coke Japke.

Fuentes cercanas a la investigación indican que “lo fueron cercando, cada vez eran más cercanas a él las muertes”, reflejando cómo las pistas y testimonios fueron acorralando al sospechoso, que finalmente fue detenido sin resistencia en el sector de La Cañada, donde se encontraron los cuerpos.

Este caso expone la complejidad de las dinámicas familiares cuando se entrecruzan problemas económicos, conflictos no resueltos y violencia extrema. Además, pone en el centro el papel de la investigación criminal y la necesidad de no precipitar conclusiones en casos con múltiples aristas.

En paralelo, la detención de un joven de 19 años en Talca por su presunta participación en un homicidio ocurrido en Villa Doña Antonia, y el arresto de un hombre con antecedentes por homicidio en La Serena, reflejan la persistente problemática de la violencia urbana y el crimen en distintas regiones del país.

Desde la perspectiva de la seguridad pública, estos hechos ponen en evidencia que, pese a los esfuerzos policiales y judiciales, la violencia sigue siendo un desafío complejo y multifactorial. La percepción de inseguridad, alimentada por estos episodios, impacta en la calidad de vida y la confianza ciudadana.

Especialistas en criminología comentan que “los homicidios recientes muestran una realidad donde la violencia no solo se expresa en espacios públicos, sino que también se infiltra en el núcleo familiar y en conflictos personales, lo que exige políticas públicas que aborden desde la prevención hasta la rehabilitación”.

Finalmente, la conjunción de estos casos invita a reflexionar sobre las verdades que emergen tras la conmoción inicial: la violencia familiar es una realidad latente y muchas veces invisible; las disputas económicas pueden escalar a tragedias; y la seguridad pública requiere un enfoque multidimensional que integre justicia, salud mental y cohesión social.

Solo con una mirada profunda y plural será posible enfrentar las causas y consecuencias de estos actos, para evitar que la tragedia ajena siga siendo un espectáculo doloroso y cotidiano.