
Alejandro “Mono” González no es solo un artista. Es un testigo y protagonista de la historia chilena reciente, un artesano que ha pintado con sus manos la memoria y las luchas de un pueblo. El 8 de septiembre de 2025, fue anunciado oficialmente como el ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas, sucediendo a Cecilia Vicuña. Su obra, que abarca más de seis décadas, es inseparable de la Brigada Ramona Parra (BRP), el colectivo muralista que fundó hace más de 50 años y que desde entonces ha sido un símbolo de arte desde abajo, nacido en la calle y para la comunidad.
“Este no es un premio del ‘Mono’ o para el ‘Mono’, sino un reconocimiento a un trabajo colectivo que viene desde la calle, desde la historia y desde la participación de los usuarios que tenemos”, explicó González en una entrevista desde México, donde reside actualmente. Su taller en el Persa Biobío, un mercado popular en Santiago, es reflejo de esa filosofía: un espacio abierto, de diálogo directo con el público, donde el arte circula sin intermediarios.
El jurado del premio destacó que su trabajo trasciende la pintura mural e incluye dibujo, grabado y escenografía, y que sus murales son un patrimonio vivo que rescata la voz popular y proyecta la memoria y la esperanza de Chile. Entre sus obras más emblemáticas se cuentan murales en la estación Parque Bustamante del Metro, el Hospital del Trabajador y la colaboración con Roberto Matta en "El Primer Gol del Pueblo Chileno" (1971).
El “Mono” González no solo ha sido un artista, sino un ciudadano comprometido con los tiempos que le ha tocado vivir. Su obra está marcada por la dictadura, la resistencia y la democracia. “Ir hacia el miedo”, la exposición inaugurada en El Bosque en septiembre, aborda ese periodo oscuro y la esperanza posterior.
El muralismo político que él representa es una forma de democratizar el arte, de humanizar la sociedad y combatir el individualismo. “El arte ayuda a democratizar, y ojalá en estas elecciones ayudemos a profundizar la democracia en nuestro país”, reflexionó, en un contexto electoral que despierta preocupación entre artistas y ciudadanos por igual.
La figura de González es también un espejo de tensiones culturales. Mientras algunos sectores valoran el muralismo como expresión genuina y popular, otros lo consideran una forma de arte marginal o politizada. El “Mono” no busca neutralizar estas diferencias, sino que las expone con honestidad: su trabajo es un acto político y social, que no rehúye el conflicto ni la crítica.
En diálogo con medios, ha reiterado que el muralismo chileno se diferencia del institucionalizado muralismo mexicano, pues nace “del pueblo” y para el pueblo, manteniendo una relación cercana con las comunidades y los movimientos sociales.
Este premio nacional no solo reconoce una trayectoria artística, sino que visibiliza un modelo de creación cultural basado en la participación, la colectividad y la memoria histórica. En un Chile que enfrenta incertidumbres políticas y sociales, la obra de González es un recordatorio de que el arte puede ser un espacio de encuentro, resistencia y esperanza.
Sin embargo, también plantea preguntas incómodas: ¿cómo se preserva y fomenta el arte popular en un sistema cultural que a menudo privilegia las expresiones institucionales? ¿Qué papel jugarán estos lenguajes en la construcción de una democracia cultural auténtica? ¿Cómo se protege la memoria visual que González y sus pares han tejido, frente a la mercantilización y el olvido?
La historia de Alejandro “Mono” González y de la Brigada Ramona Parra es, en definitiva, la historia de un arte que no se rinde, que se reinventa y que sigue pintando muros y esperanzas en las calles de Chile.
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Fuentes:
- Cooperativa.cl, "Alejandro 'Mono' González es el nuevo Premio Nacional de Artes Plásticas", 2025-09-08
- La Tercera, "Alejandro 'Mono' González, Premio Nacional de Arte", 2025-09-09
- Entrevista exclusiva con Alejandro “Mono” González, 2025-09
- Contexto histórico y análisis cultural en base a estudios académicos sobre muralismo y arte popular chileno.