Kaiser y la polarización que divide Chile: heridas históricas, mano dura y la sombra del pinochetismo

Kaiser y la polarización que divide Chile: heridas históricas, mano dura y la sombra del pinochetismo
Actualidad
Política
2025-11-11
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- Controversia sobre el pasado y las heridas históricas

- Discurso de mano dura y seguridad como eje central

- Choque frontal entre posturas políticas y sociales

El escenario político chileno se ha visto marcado en las últimas semanas por la figura de Johannes Kaiser, diputado y candidato presidencial del Partido Nacional Libertario (PNL), cuyas declaraciones y propuestas han encendido un debate profundo y polarizador en la sociedad.

Desde finales de octubre hasta noviembre de 2025, Kaiser ha protagonizado una serie de intervenciones públicas que han puesto en el centro la memoria histórica, la seguridad ciudadana y la identidad política del país.

La herida abierta que no sana

En el último debate presidencial previo a la primera vuelta, Kaiser afirmó que Chile está "farreándose" el primer cuarto del siglo XXI al seguir anclado en discusiones sobre el período de 1973 a 1990.

"Es el reflejo de un país que no es capaz de avanzar y mirar hacia adelante y de cerrar heridas cuando no conviene, cuando hay un interés político detrás de ello", sostuvo, generando una oleada de críticas y respaldos.

Este discurso no solo cuestiona la vigencia del debate sobre derechos humanos, sino que también pone en tela de juicio las políticas de reparación a víctimas de violaciones a los derechos humanos, incluyendo a víctimas de terrorismo y ataques recientes atribuidos a grupos de extrema izquierda indigenista. Kaiser ha afirmado que "hasta cierto punto, ya es indescriptible lo que han sido las reparaciones" y ha señalado que el Estado ha sido condenado por su falta de servicio en esta materia.

Mano dura y seguridad: la bandera libertaria

En sus actos de campaña, Kaiser ha enfatizado una política de seguridad basada en la mano dura, con propuestas que incluyen el cierre efectivo de fronteras —especialmente con Bolivia—, la expulsión obligatoria de migrantes ilegales y la lucha frontal contra las organizaciones criminales transnacionales, como el Tren de Aragua.

En un acto en La Serena, Kaiser interrogó a los asistentes sobre víctimas de delitos, recibiendo una mayoría afirmativa, para luego criticar duramente la gestión en seguridad del gobierno de Gabriel Boric.

"Si no son capaces de entregar lo más básico que entrega un Estado que es la seguridad, ¿qué los hace suponer que pueden pagar pensiones, entregar salud o educación?", planteó.

Además, Kaiser ha propuesto indultar a condenados por crímenes de lesa humanidad de avanzada edad, como el brigadier (R) Miguel Krassnoff, lo que ha generado un rechazo transversal en sectores políticos.

Reacciones y contrapuntos

El discurso de Kaiser ha dividido aguas. Por un lado, sectores de derecha y extremas derechas ven en su figura una voz que representa la frustración con el statu quo y la necesidad de un cambio radical en seguridad y memoria histórica. Por otro lado, figuras como el diputado Andrés Jouannet (Amarillos por Chile) lo han acusado de demagogia y populismo, señalando que habla a un nicho pinochetista y que sus propuestas no son viables.

"Él excede la demagogia y el populismo porque le habla a un nicho pinochetista, extrema derecha y fanáticos", afirmó Jouannet.

El senador Matías Walker fue aún más categórico, rechazando cualquier apoyo a un eventual gobierno de Kaiser debido a su disposición a indultar a criminales de lesa humanidad.

En el plano político, Kaiser también ha tenido roces con figuras tradicionales de la derecha, como Mario Desbordes (RN), a quien acusó de no respaldar su candidatura y de ser un "octubrista de derecha", término que evoca a quienes defienden el régimen militar de Pinochet.

La fractura social y política que revela el fenómeno Kaiser

Este episodio político no solo pone en evidencia las tensiones no resueltas sobre la memoria histórica en Chile, sino que también refleja un país dividido en torno a la seguridad, la migración y la identidad política.

El discurso de Kaiser, marcado por una retórica confrontacional y propuestas radicales, ha movilizado tanto a seguidores que ven en él una alternativa frente a la crisis de seguridad y la supuesta falta de reconocimiento a ciertas víctimas, como a críticos que denuncian su populismo y su vínculo con sectores autoritarios del pasado.

Constataciones finales

- La persistencia del debate sobre el período 1973-1990 sigue siendo un factor central en la política chilena, con heridas que no han cicatrizado completamente.

- La seguridad ciudadana se ha consolidado como un eje transversal de la campaña presidencial, con propuestas que oscilan entre la mano dura y críticas a la gestión actual.

- El fenómeno Kaiser revela un electorado fragmentado, donde las demandas de justicia, memoria y orden público se entrecruzan y generan disonancias cognitivas profundas.

En definitiva, la figura de Johannes Kaiser y sus propuestas han desatado un coliseo político donde se enfrentan memorias, ideologías y visiones de país, dejando a Chile ante la encrucijada de cómo abordar su pasado y presente para construir un futuro más cohesionado o seguir profundizando sus divisiones.