Galicia enfrenta récord de tráfico de cocaína y narcosubmarinos: La nueva batalla transatlántica que expone grietas en la cooperación internacional

Galicia enfrenta récord de tráfico de cocaína y narcosubmarinos: La nueva batalla transatlántica que expone grietas en la cooperación internacional
Actualidad
Crimen y seguridad
2025-11-11
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- 11,5 toneladas de cocaína incautadas en 2025, superando todo el año anterior.

- Narcosubmarinos como arma insospechada, con hundimientos estratégicos que dificultan la persecución.

- Cooperación internacional efectiva pero insuficiente, con un llamado urgente a modernizar tecnología y regulaciones.

En las costas de Galicia, un drama silencioso y persistente se despliega con la crudeza de una tragedia clásica: las mafias del narcotráfico han elevado la apuesta, utilizando narcosubmarinos para transportar toneladas de cocaína desde América Latina. En lo que va de 2025, se han incautado 11,5 toneladas de cocaína, superando las 10,5 toneladas de todo 2024, con un valor estimado en más de 800 millones de euros.

Este incremento no es un simple dato estadístico, sino la expresión de un conflicto donde el mar se ha convertido en escenario de un combate sin tregua entre el crimen organizado y las fuerzas de seguridad. Los narcosubmarinos, construidos de forma rudimentaria pero eficaces, representan una innovación letal que multiplica las posibilidades de éxito de las organizaciones criminales. “Estamos viendo mucha actividad de narcosubmarinos porque es el medio más rentable para las organizaciones. La inversión es menor y mayores las posibilidades de que la droga llegue a su destino, por eso la batalla es constante”, afirma Emilio Rodríguez Ramos, jefe del equipo GRECO de la Policía en Pontevedra.

Pero este fenómeno no solo es un problema local ni regional: es un desafío global que pone a prueba la cooperación internacional y la capacidad tecnológica. La colaboración entre agencias antidroga de España, Portugal, Estados Unidos, Reino Unido y Francia ha sido clave para interceptar embarcaciones y desarticular redes, como lo demuestra la captura en septiembre de un narcosubmarino en A Pobra do Caramiñal con 3,650 kilos de cocaína, la primera vez que se incauta droga transportada por este medio en tierra. Sin embargo, las autoridades reconocen que los recursos tecnológicos aún son insuficientes para acceder a sistemas encriptados y que las mafias se adaptan rápidamente, usando aplicaciones de mensajería instantánea para evitar vigilancia.

Desde la perspectiva de las fuerzas del orden, la lucha es titánica. Solo en 2025, se han detectado y capturado cuatro narcosubmarinos, pero se sospecha que muchos más permanecen hundidos o sin ser detectados. Además, la nueva ruta comercial inaugurada hace año y medio entre el puerto de Vigo y Sudamérica, que ha favorecido la economía local, ha abierto una puerta para las mafias, que han aprovechado la frecuencia y volumen del tráfico marítimo para camuflar sus envíos. Grupos organizados de origen albanés y belga, vinculados al Clan de los Balcanes, controlan buena parte del mercado europeo de cocaína y operan en estos puertos.

Las voces en Galicia y Portugal se entrecruzan entre la frustración y la urgencia. La Fiscalía de Pontevedra señala que, aunque las incautaciones son notables, la imposibilidad de vincular la droga con remitentes o destinatarios refleja la sofisticación de las redes y la necesidad de actualizar las regulaciones. La detección de un método novedoso para ocultar cocaína —envolviéndola en piel de bovino— pone en evidencia la inventiva criminal y la importancia del intercambio de información transnacional.

Por otro lado, la presión policial y aduanera en Vigo ha derivado parte del tráfico hacia puertos portugueses como Oporto, donde también se han realizado incautaciones significativas, mostrando que el fenómeno no entiende fronteras y que la coordinación ibérica es indispensable.

Sin embargo, la historia no es solo de derrotas policiales. Las recientes operaciones conjuntas han detenido a decenas de implicados, desarticulando redes que movían miles de kilos en envíos sucesivos. La cooperación internacional, aunque imperfecta, ha logrado avances que antes parecían imposibles.

La tragedia se despliega en múltiples frentes: el mar, las costas, los puertos y las ciudades, donde la lucha contra el narcotráfico se convierte en un desafío cotidiano para las autoridades y un riesgo latente para las comunidades. Mientras las mafias innovan y adaptan sus métodos, los estados deben responder con mayor inversión tecnológica, reformas legales y una coordinación más profunda.

“Necesitamos mucha más tecnología para entrar en los sistemas encriptados y eso también requiere la implicación de cada país”, concluye Rodríguez Ramos, sintetizando la urgencia que subyace a esta batalla.

Las verdades que emergen de esta historia son claras: el narcotráfico ha encontrado en Galicia un punto estratégico clave para su expansión europea, los narcosubmarinos han cambiado las reglas del juego y la cooperación internacional es una herramienta imprescindible pero aún insuficiente. El futuro de esta lucha dependerá de la capacidad de las instituciones para adaptarse a un enemigo que no solo navega los mares, sino que también surca las redes digitales y los vacíos legales.

Así, la historia de Galicia en 2025 es un relato de resistencia y desafío, donde el mar se convierte en un coliseo moderno, y la batalla por controlar el flujo de cocaína es un espectáculo de estrategia, riesgo y consecuencias que trascienden las fronteras.