
En los últimos meses, la Región de Los Ríos y la Región Metropolitana han sido escenario de una serie de hechos que reflejan la complejidad y gravedad de la inseguridad que afecta a Chile. Desde un brutal abuso sexual a una niña en Valdivia, pasando por homicidios violentos y robos armados, hasta ataques con armas blancas en la capital, se despliega un mosaico de violencia que desafía las políticas públicas y la capacidad de los organismos de seguridad.
El 10 de noviembre, la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a un familiar acusado de abuso sexual contra una niña de tres años en Valdivia. Este hecho conmocionó a la comunidad local, exponiendo nuevamente la vulnerabilidad de los menores y la necesidad de reforzar los mecanismos de prevención y acompañamiento. Paralelamente, la ciudad se prepara para recibir en 2026 la primera edición chilena de L’Étape by Tour de France, un evento que promete dinamizar la economía local y posicionar a Valdivia como un polo deportivo y turístico de relevancia internacional.
Esta dualidad —por un lado, la violencia que golpea a la población más indefensa, y por otro, la proyección de una ciudad hacia un futuro deportivo y sostenible— revela tensiones sociales y desafíos estructurales que atraviesan a la región.
El 5 de noviembre, cuatro sujetos colombianos fueron detenidos por el brutal homicidio de un dominicano, cuyos restos fueron encontrados en maletas en Pudahuel. Según la investigación, el crimen estaría vinculado a disputas internas en una organización criminal dedicada al tráfico de drogas. La premeditación del asesinato y la violencia extrema utilizada muestran un nivel de descomposición social que preocupa a las autoridades y a la ciudadanía.
En paralelo, la Región Metropolitana ha sido escenario de otros episodios violentos. Un delincuente vinculado a un asalto en San Bernardo que terminó con la muerte de una adulta mayor fue detenido y puesto en prisión preventiva. En Renca, tres sujetos que huyeron disparando contra Carabineros fueron capturados tras una persecución. En San Miguel, la PDI detuvo a un hombre que apuñalaba por sorpresa a vecinos, con al menos dos homicidios frustrados a su haber.
Estos hechos ponen en evidencia la persistencia y diversidad de la violencia urbana, que se manifiesta en múltiples formas y afecta a distintos sectores sociales.
Un elemento transversal en varios casos es la nacionalidad de los imputados. En el homicidio de Pudahuel y en el robo con disparos en Renca, los detenidos son extranjeros en situación irregular. Este factor ha alimentado discursos políticos y sociales que vinculan la inseguridad con la migración, complejizando aún más el debate sobre políticas migratorias, integración y control policial.
El prefecto inspector Jorge Abatte, jefe Nacional de Delitos Contra las Personas de la PDI, señaló que "la participación de extranjeros en estos delitos no puede generalizarse, pero sí exige respuestas coordinadas y eficientes del Estado".
Estos episodios, más allá del impacto inmediato, dejan en evidencia varias verdades incómodas:
- La inseguridad en Chile no es homogénea ni responde a un solo factor; es un fenómeno multidimensional que involucra crimen organizado, violencia doméstica, pobreza y exclusión social.
- La justicia enfrenta el desafío de procesar y sancionar con eficacia a los responsables, garantizando al mismo tiempo los derechos humanos y evitando estigmatizaciones.
- La migración irregular, aunque es un factor que aparece en algunos casos, requiere políticas integrales que promuevan la inclusión y el acceso a derechos, para evitar que la marginalidad derive en criminalidad.
- La sociedad demanda respuestas que vayan más allá de la represión: prevención, educación, apoyo a víctimas y fortalecimiento comunitario son urgencias que deben acompañar las acciones policiales.
En definitiva, los recientes hechos de violencia en Valdivia y Santiago son un llamado a la reflexión profunda sobre el modelo de seguridad y convivencia que Chile desea construir. La tragedia ajena que enciende la alarma debe transformarse en una oportunidad para repensar y actuar con responsabilidad y humanidad.