Estados Unidos prueba misil balístico intercontinental: un giro en la era nuclear

Estados Unidos prueba misil balístico intercontinental: un giro en la era nuclear
Internacional
Estados Unidos
2025-11-11
Fuentes
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- Primer lanzamiento operativo de un misil Minuteman III desde 1992.

- Reacción inmediata de Rusia con propuestas para ensayos nucleares.

- Debate global sobre la estabilidad estratégica y la disuasión nuclear.

Estados Unidos ha dado un paso que reverbera más allá de sus fronteras al realizar una prueba operativa del misil balístico intercontinental Minuteman III el 6 de noviembre de 2025, marcando el primer ensayo de este tipo desde que el expresidente Donald Trump anunciara la intención de retomar los ensayos nucleares tras más de tres décadas de moratoria.

El lanzamiento, realizado desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg en California, fue desarmado, sin ojivas nucleares, y buscó evaluar la fiabilidad y precisión del sistema de misiles, un pilar fundamental de la defensa estratégica estadounidense. La teniente coronel Karrie Wray, comandante del escuadrón encargado, subrayó que esta prueba no es un simple lanzamiento, sino una evaluación exhaustiva para garantizar la operatividad de un arsenal envejecido que se encuentra en proceso de modernización.

"Los datos recabados durante este tipo de pruebas son valiosísimos para garantizar que los misiles intercontinentales se mantienen fiables y precisos", afirmó Wray, reflejando la preocupación por mantener la capacidad disuasiva en un contexto global que se ha tensado.

Voces enfrentadas: Washington, Moscú y la comunidad internacional

La respuesta de Rusia fue inmediata y firme. El presidente Vladimir Putin ordenó a su gobierno presentar propuestas para posibles pruebas nucleares, aunque enfatizó que "no hay planes para desviarse de las obligaciones internacionales". Sin embargo, advirtió que si Estados Unidos o cualquier otro país parte del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) realiza pruebas, "Rusia tendrá que llevar a cabo medidas apropiadas en respuesta". El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, expresó que Moscú espera aclaraciones sobre las intenciones estadounidenses, mientras que el secretario de Energía de EE.UU., Chris Wright, aseguró que las pruebas no incluirán explosiones nucleares.

Desde Washington, la administración defendió la medida bajo la premisa de "paz a través de la fuerza", argumentando que la modernización y verificación del arsenal son necesarias frente a los desarrollos armamentísticos de Rusia y China. Trump, en su anuncio previo, había citado las recientes pruebas armamentísticas rusas —como el misil Burevestnik y el supertorpedo Poseidón— para justificar la reanudación de los ensayos.

Más allá de la retórica: implicancias estratégicas y regionales

Este episodio no es un simple despliegue de músculo militar, sino un desafío que pone a prueba el frágil equilibrio de la seguridad global. Desde una perspectiva crítica, expertos en desarme nuclear advierten que la reactivación de pruebas podría desencadenar una nueva carrera armamentista, erosionando décadas de esfuerzos multilaterales para la no proliferación.

En América Latina, la noticia ha suscitado preocupación entre gobiernos y organizaciones civiles que abogan por la desmilitarización y el fortalecimiento de tratados internacionales. La región, históricamente alejada de las potencias nucleares, observa con inquietud cómo las decisiones en el hemisferio norte pueden impactar la estabilidad global y la seguridad regional.

Por otro lado, sectores dentro de Estados Unidos y aliados occidentales resaltan la necesidad de mantener una capacidad disuasiva creíble frente a amenazas emergentes, especialmente en un contexto donde la competencia estratégica con potencias como Rusia y China se intensifica.

Constataciones finales

A dos semanas del lanzamiento, los hechos permiten concluir que:

- Estados Unidos ha roto una moratoria de más de 30 años en pruebas nucleares, aunque limitadas a ensayos de vectores sin ojivas.

- Rusia ha respondido con señales claras de preparación para un posible incremento en sus propias pruebas, aumentando la tensión bilateral.

- El anuncio y la prueba han reabierto un debate global sobre la estabilidad estratégica y el futuro de los tratados internacionales de control de armas.

Este episodio, más que una simple prueba técnica, es el escenario donde se enfrentan visiones irreconciliables sobre seguridad, poder y supervivencia en el siglo XXI. El mundo observa, expectante, cómo se desarrollará este nuevo capítulo de la historia nuclear, mientras las consecuencias de estas decisiones comienzan a materializarse en la política global y en la percepción ciudadana de un futuro cada vez más incierto.