Transformación de Punta Peuco: Un penal común que desata un choque de memorias y seguridad en Tiltil

Transformación de Punta Peuco: Un penal común que desata un choque de memorias y seguridad en Tiltil
Actualidad
Política
2025-11-11
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- Presidente Boric oficializa fin de Punta Peuco como cárcel especial para violadores de DD.HH.

- Rechazo local y político: alcalde de Tiltil y figuras conservadoras denuncian daño y riesgo a la seguridad.

- Disputa por la memoria y justicia: ¿justicia para todos o revanchismo político?

Una decisión que divide a Chile. El 3 de noviembre de 2025, el Presidente Gabriel Boric anunció que Punta Peuco dejaría de ser un penal especial para violadores de derechos humanos y se transformaría en un centro penitenciario común, tras la toma de razón de la Contraloría. Esta medida, prometida en su última Cuenta Pública, busca optimizar recursos y responder a las necesidades de seguridad del país, pero ha desatado una tormenta política y social con ecos que van más allá de la gestión penitenciaria.

El anuncio y su contexto

Boric, recién llegado de Corea del Sur, confirmó que las obras para adecuar el recinto ya comenzaron y que el penal comenzará a recibir internos comunes a partir de 2026. Según el mandatario, la transformación es un acto de justicia y eficiencia: "Se acaba Punta Peuco como un penal especial para victimarios de la dictadura civil y militar que asoló Chile durante 17 años". El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, complementó que el recinto cambiará su nombre y función, pasando a ser el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Tiltil.

La mirada desde Tiltil: un alcalde en pie de guerra

Desde la comuna que alberga Punta Peuco, la reacción fue inmediata y contundente. César Mena, alcalde independiente con apoyo republicano, calificó la medida como un "puñal por la espalda" y un daño irreparable para Tiltil. En su visión, la decisión no solo ignora las condiciones de la comuna, sino que también vulnera los derechos humanos de sus habitantes, al aumentar el riesgo de inseguridad en un territorio con recursos limitados para enfrentar tal desafío.

"Nosotros creemos que este es un guiño político para la candidata Jeannette Jara, pero le está haciendo un daño enorme a nuestra comuna", acusó Mena, adelantando que presentarán un recurso de amparo ante la Corte y evalúan llegar al Tribunal Constitucional. Además, informó que la comunidad se está organizando para protestar y también presentar acciones legales.

El alcalde advirtió que Tiltil no está preparada para recibir a familias de delincuentes, en un territorio con solo tres vehículos policiales para 700 kilómetros cuadrados y sin infraestructura sanitaria adecuada: "Van a aparecer los toldos azules, se van a tomar el sector probablemente".

Voces políticas: entre el desdén y la crítica

En el escenario político, la medida fue recibida con desdén por figuras conservadoras. El ex candidato presidencial José Antonio Kast manifestó con indiferencia: "Lo que haga el Presidente Boric en los meses que quedan nos tiene sin cuidado". Por su parte, el diputado republicano Agustín Romero llegó a calificar a Boric de "cobarde y poco hombre" por concretar la reconversión al final de su mandato, acusando a la izquierda de buscar venganza selectiva en materia de derechos humanos.

Estas posturas reflejan la polarización que sigue marcando el debate sobre la memoria histórica y justicia en Chile, donde Punta Peuco se ha convertido en un símbolo de esa disputa.

Memoria, justicia y seguridad: un triángulo de tensiones

La transformación de Punta Peuco no es solo un cambio administrativo o penitenciario; es un choque entre distintas narrativas y demandas sociales. Para algunos, la cárcel especial representaba una reparación simbólica para las víctimas de la dictadura y un reconocimiento de la gravedad de los crímenes cometidos. Para otros, su existencia perpetuaba un trato diferenciado y una injusticia hacia el resto de la población penal.

El anuncio del gobierno intenta responder a una necesidad urgente: la sobrepoblación y condiciones precarias en el sistema penitenciario nacional. Sin embargo, la reacción desde Tiltil evidencia que la medida tiene consecuencias concretas en términos de seguridad ciudadana y percepción de justicia local.

Constataciones finales

A ocho días del anuncio, el conflicto está lejos de cerrarse. La oposición política se ha fortalecido en su crítica, mientras que la comunidad de Tiltil se prepara para enfrentar judicial y socialmente el cambio. La administración Boric sostiene que cumple una promesa y busca una justicia más universal, pero el costo político y social es alto y palpable.

Este episodio revela, una vez más, que en Chile la memoria histórica y la justicia transicional siguen siendo campos de batalla donde se entrecruzan heridas abiertas, demandas legítimas y desafíos prácticos. La transformación de Punta Peuco es, en definitiva, un espejo donde se refleja la complejidad de un país que busca reconciliar su pasado con las urgencias del presente.

Fuentes consultadas: Cooperativa.cl, La Tercera, Cambio21.cl.