
Chile se acerca a sus elecciones presidenciales y parlamentarias con una economía que, tras años de incertidumbre y volatilidad, muestra señales claras de recuperación, aunque no exentas de desafíos profundos y debates que polarizan a distintos actores.
En octubre de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación mensual nula, situando la inflación anual en un 3,4%, la más baja desde abril de 2021. Este dato, inesperado para muchos analistas, ha abierto la puerta a una posible baja en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que actualmente se encuentra en 4,75%, acercándose a un nivel neutral para la economía chilena. Samuel Carrasco, economista jefe de Credicorp Capital Chile, calificó este resultado como una 'sorpresa a la baja relevante'.
El Producto Interno Bruto (PIB) también acompaña este escenario, con una proyección de crecimiento cercana al 2,5% para 2025, situándose en su nivel potencial. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de septiembre mostró un aumento anual del 3,2%, el mejor desde mayo. Sin embargo, la recuperación no es homogénea: la creación de empleo sigue siendo un punto débil, con una tasa de desocupación que, aunque ha descendido ligeramente, se mantiene en niveles superiores a los prepandemia.
Este complejo escenario laboral ha sido objeto de controversia política. El ministro de Economía, Álvaro García, ha intentado desdramatizar las tensiones generadas por las reformas laborales, especialmente el alza del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral a 40 horas. García reconoció que 'los sectores económicos más afectados por el salario mínimo vieron reducidos sus niveles de empleo', pero advirtió que el estudio del Banco Central no concluye un efecto generalizado sobre la economía. Además, destacó que múltiples factores, como la ralentización del crecimiento económico, la automatización y el sobrecalentamiento previo por los retiros de fondos de pensiones, inciden en el mercado laboral.
El debate se intensificó cuando técnicos del Ejecutivo y del Banco Central intercambiaron opiniones sobre un polémico informe que vinculaba las reformas laborales con el empleo. Sin embargo, el ministro fue enfático en que no ve necesaria una reunión formal con el Banco Central y resaltó la transparencia del instituto emisor.
En el plano internacional, Chile enfrenta un contexto con riesgos latentes. Aunque la guerra comercial con Estados Unidos no ha golpeado tan fuerte como se temía y se proyecta un crecimiento mundial levemente superior al 3% para 2025 y 2026, la incertidumbre persiste. Hermann González, de Clapes UC, advierte sobre posibles ajustes en los precios tecnológicos, repuntes inflacionarios en EE.UU. y conflictos geopolíticos que podrían afectar la economía chilena.
Por otro lado, la economía chilena se beneficia de sus mejores términos de intercambio en más de una década, con el cobre alcanzando los US$5 la libra, impulsado por inversiones en tecnología e inteligencia artificial y restricciones en la oferta mundial.
El tipo de cambio ha oscilado entre $940 y $950 en las últimas semanas, y el IPSA ha marcado récords históricos, cerrando recientemente sobre los 9.600 puntos.
Las expectativas de los agentes económicos también muestran señales positivas. En septiembre, el Índice de Percepción Económica del País (IPEC) alcanzó su mayor nivel desde febrero de 2019, superando el umbral que separa el pesimismo del optimismo. El crédito ha repuntado, con aumentos en colocaciones comerciales, de consumo e hipotecarias incipientes, lo que refleja una mayor confianza y una política monetaria que se acerca a la normalización.
No obstante, Priscila Robledo, economista jefa de Fintual, advierte que 'el talón de Aquiles en las cifras macro es el mercado laboral', señalando la persistente tasa de desocupación y la baja creación de empleos.
En suma, Chile enfrenta unas elecciones en medio de un escenario económico con avances concretos, pero también con tensiones sociales y estructurales que requieren atención. La recuperación es real y palpable, pero la distribución de sus beneficios, la sostenibilidad fiscal y la creación de empleo de calidad siguen siendo los grandes retos.
Este panorama invita a un análisis profundo y plural, que reconozca las voces diversas: desde el empresariado que celebra la mejoría en la inversión y estabilidad macroeconómica, hasta los sindicatos y movimientos sociales que reclaman políticas que no sacrifiquen el empleo ni la justicia social.
Finalmente, la economía chilena se encuentra en un punto de inflexión, donde la prudencia y la visión de largo plazo serán decisivas para consolidar los avances y enfrentar los desafíos que la transformación global y local exigen.
Fuentes consultadas: Diario Financiero, La Tercera, Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Banco Central de Chile, declaraciones del ministro Álvaro García, análisis de Clapes UC y expertos económicos nacionales.
2025-09-12