Entel enfrenta crisis de servicios y cuestiona sostenibilidad financiera del sector: ¿Qué pasa con las telecomunicaciones en Chile?

Entel enfrenta crisis de servicios y cuestiona sostenibilidad financiera del sector: ¿Qué pasa con las telecomunicaciones en Chile?
Economía
Empresas y Negocios
2025-11-11
Fuentes
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- Degradación masiva de servicios móviles y fijos de Entel impacta a millones de usuarios.

- CEO de Entel denuncia que el modelo regulatorio actual desgasta la industria y pone en riesgo la sostenibilidad.

- En medio de oferta por Telefónica, la compañía reporta ganancias pero enfrenta tensiones operativas y regulatorias.

En la última semana de octubre de 2025, Chile asistió a un episodio que desnuda las tensiones profundas que atraviesan su industria de telecomunicaciones. El jueves 30 de octubre, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) informó sobre una "degradación masiva de servicios" en Entel, el principal operador del país, afectando tanto la telefonía móvil como el servicio de internet fijo. Millones de usuarios reportaron intermitencias, caídas de señal y dificultades para realizar llamadas, generando una ola de reclamos en redes sociales y medios de comunicación. La empresa activó sus protocolos de contingencia y desplegó equipos técnicos en terreno para mitigar la crisis, mientras la autoridad monitoreaba la evolución del problema.

Este evento no es un episodio aislado, sino que se inscribe en un contexto de creciente presión sobre la industria. El gerente general de Entel, Antonio Büchi, había advertido apenas una semana antes que la sostenibilidad financiera del sector "no existe" bajo el actual modelo regulatorio que obliga a mantener cuatro operadores en el mercado chileno. En declaraciones ante inversionistas, Büchi sostuvo que "antes los operadores se peleaban por entrar. Hoy quiebran o se quieren ir", señalando que la sobrecarga regulatoria dificulta la inversión y el desarrollo tecnológico.

"En Chile y Perú tenemos poco espectro programador, lo que nos obliga a invertir más en infraestructura y limita la eficiencia. La posibilidad de consolidación es un debate pendiente, pero el sistema actual nos pone en una posición competitiva extrema", afirmó Büchi.

Este diagnóstico se contrapone con la narrativa oficial que destaca la competencia como motor de precios bajos y mejoras en cobertura. Sin embargo, la experiencia reciente muestra que la presión por mantener cuatro operadores ha generado tensiones financieras y operativas, que se reflejan en incidentes como la caída masiva de servicios.

En paralelo, Entel reportó un aumento del 11% en sus ganancias en los primeros nueve meses del año, alcanzando US$75 millones, impulsado por crecimientos en Chile y Perú. No obstante, el tercer trimestre mostró una caída del 25,5% en utilidades, debido a efectos extraordinarios y mayores gastos tributarios. Este contraste evidencia la volatilidad y los desafíos del sector.

Además, la empresa está en la carrera para adquirir los activos de Telefónica Chile junto a Claro, en una operación que podría reconfigurar el mapa de las telecomunicaciones en el país. La oferta conjunta de Entel y Claro es considerada la favorita para quedarse con los activos de Telefónica, lo que podría abrir la puerta a una mayor concentración en el mercado.

Desde la perspectiva regulatoria y política, este escenario genera debates acalorados. Algunos sectores defienden el modelo de competencia vigente como garante de precios accesibles y diversidad de opciones para los consumidores. Otros, en cambio, advierten que la fragmentación del mercado y la excesiva regulación han llevado a un desgaste insostenible, con impactos negativos en la calidad del servicio y la innovación.

Voces ciudadanas y usuarios afectados expresan su frustración por las caídas de servicios, que en un mundo cada vez más digitalizado tienen consecuencias directas en la vida diaria, el trabajo y la educación. Una usuaria de Santiago señaló: "No poder conectarme ni hacer una llamada en pleno jueves fue una pesadilla, especialmente cuando dependemos del teléfono para todo".

En definitiva, la crisis de Entel y las tensiones en la industria reflejan un choque entre la realidad operativa y financiera de los operadores y la arquitectura regulatoria vigente. Las preguntas que quedan flotando son profundas:
- ¿Es sostenible el modelo de cuatro operadores en un mercado del tamaño de Chile y Perú?
- ¿Qué ajustes regulatorios son necesarios para equilibrar competencia, inversión y calidad de servicio?
- ¿Cómo afectará la posible concentración con la compra de Telefónica a la competencia y a los usuarios?

La historia está en pleno desarrollo, pero ya se pueden constatar algunas verdades:

- La calidad y continuidad del servicio de telecomunicaciones es un bien esencial que no puede ser comprometido sin costos sociales y económicos.
- El modelo regulatorio actual, heredado en gran medida de esquemas europeos, enfrenta desafíos propios de la realidad latinoamericana y las dinámicas tecnológicas actuales.
- La industria requiere un debate profundo y plural que considere las voces de usuarios, operadores, reguladores y expertos, para construir un sistema que sea financieramente viable y socialmente justo.

Mientras tanto, Chile observa con atención cómo se resuelve esta tragedia en el coliseo de las telecomunicaciones, donde cada movimiento tiene repercusiones más allá del mercado y toca la vida cotidiana de sus ciudadanos.