Bolsa chilena en la cuerda floja: entre máximos históricos y señales de alerta

Bolsa chilena en la cuerda floja: entre máximos históricos y señales de alerta
Economía
Empresas y Negocios
2025-11-12
Fuentes
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- IPSA supera los 9.200 puntos impulsado por SQM y la euforia tecnológica.

- Advertencias internacionales sobre posibles correcciones y burbujas en los mercados.

- Operativo policial en Bolsa de Santiago por hallazgo de artefacto explosivo en bodega histórica.

La Bolsa de Santiago ha vivido en las últimas semanas un episodio de euforia y tensión que parece sacado de un drama en tres actos. El IPSA superó los 9.200 puntos a comienzos de septiembre, marcando máximos históricos impulsado por la fuerte alza de SQM y el entusiasmo por la inteligencia artificial. Este auge se ha visto reflejado también en Wall Street, que ha alcanzado récords impulsados por gigantes tecnológicos como Nvidia, Microsoft y Apple, cuyo valor conjunto representa un tercio del S&P 500, un nivel sin precedentes.

Sin embargo, esta fiesta bursátil no está exenta de nubarrones. El 4 de noviembre, el IPSA cayó por debajo de los 9.500 puntos tras advertencias desde una cumbre financiera en Hong Kong sobre altas valorizaciones y posibles correcciones del 10% a 20% en los próximos 12 a 24 meses. El CEO de Goldman Sachs, David Solomon, y su par de Morgan Stanley, Ted Pick, coincidieron en que una corrección moderada sería saludable para el mercado, pero no exenta de riesgos.

En Chile, esta volatilidad se ha reflejado en movimientos abruptos: SQM experimentó caídas cercanas al 4% en septiembre, afectando la confianza de los inversores. Pese a ello, la Bolsa local se mantuvo entre las de mejor desempeño en el mundo durante 2025, con un alza superior al 37% en el año.

En paralelo a esta montaña rusa financiera, un hecho poco común sacudió el recinto bursátil: el 30 de octubre, el GOPE de Carabineros intervino en la Bolsa tras el hallazgo de un artefacto con características explosivas en una bodega en desuso, perteneciente a un fallecido hace 30 años. La evacuación de 40 personas y la posterior investigación del Labocar añadieron un aire de intranquilidad que contrasta con la efervescencia del mercado.

Diversas voces analizan este escenario con perspectivas encontradas. Desde el ámbito político y económico, algunos expertos señalan que la euforia bursátil está alineada con expectativas de un aterrizaje suave de la economía global y la continuidad de políticas monetarias acomodaticias, especialmente tras la reducción de tasas por parte de la Reserva Federal y el BCE. Otros alertan sobre la concentración del poder financiero en pocas manos y el endeudamiento público creciente, que podrían desencadenar turbulencias inesperadas.

“Es normal sentir vértigo cuando la Bolsa marca nuevos récords, pero dejarse llevar por el miedo ha sido históricamente un error”, sostiene Duncan Lamont, director de investigación estratégica de Schroders, aunque advierte que la prudencia es indispensable.

En el plano local, el optimismo está matizado por la incertidumbre electoral y legislativa. Un reporte de JP Morgan destacó que la posible victoria de la derecha en la presidencial ha sido un motor para el alza del IPSA, pero la falta de claridad en el Congreso genera dudas sobre la estabilidad política y económica.

Por último, la aceleración de las salidas a Bolsa en EE.UU. y Europa, especialmente en el sector tecnológico y fintech, ha reavivado el interés por la renta variable, aunque con cautela. En Chile, se buscan mecanismos para flexibilizar los requisitos de colocación y atraer nuevas empresas al mercado, conscientes de que la volatilidad y la incertidumbre forman parte del juego.

En definitiva, la Bolsa chilena transita una cuerda floja entre la euforia por máximos históricos y las señales de alerta que emanan tanto del contexto global como de episodios locales insólitos. Para los inversores y observadores, la invitación es a mirar más allá del ruido inmediato, ponderar riesgos y oportunidades, y prepararse para un futuro donde la única certeza es la incertidumbre.