Huracán Melissa deja una estela de muerte y destrucción en el Caribe: ¿qué queda tras la tormenta?

Huracán Melissa deja una estela de muerte y destrucción en el Caribe: ¿qué queda tras la tormenta?
Internacional
Desastres naturales
2025-11-12
Fuentes
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- Más de 50 muertos confirmados tras el paso del huracán Melissa.

- Jamaica y Haití como epicentros de la tragedia, con daños materiales y humanos severos.

- Debate sobre la respuesta internacional y la vulnerabilidad climática en la región caribeña.

Melissa, el huracán que durante días mantuvo en vilo al Caribe, se ha convertido en un capítulo trágico y complejo para la región. Desde su formación como tormenta tropical el 23 de octubre, pasando por su rápida intensificación a categoría 5 el 27 de octubre, hasta su transición a ciclón postropical el 31 de octubre, Melissa dejó una huella imborrable: más de 50 muertos y daños materiales de gran envergadura en varias islas del Caribe.

El recorrido de un monstruo meteorológico

Melissa no fue un huracán cualquiera. Su avance lento y sostenido sobre aguas cálidas del Caribe alimentó lluvias torrenciales y vientos devastadores, especialmente en Jamaica y Haití. Con vientos sostenidos que alcanzaron hasta 300 km/h, tocó tierra en Jamaica como un huracán categoría 5, el más potente en la historia reciente de la isla. En Haití, las inundaciones y deslizamientos provocaron la mayor parte de las víctimas fatales.

"He perdido a cinco miembros de mi familia", relató Jean Pierre, un haitiano de la zona más afectada, evocando el drama humano detrás de las cifras.

Voces encontradas: respuestas y críticas

La tragedia ha puesto en evidencia no solo la fuerza descomunal de la naturaleza, sino también la fragilidad estructural y social de los países afectados. Jamaica, con más de 19 muertos y severas interrupciones en servicios básicos, enfrenta un desafío monumental en la reconstrucción. Haití, con 31 fallecidos y decenas de desaparecidos, lucha además con su histórica vulnerabilidad socioeconómica y falta de infraestructura adecuada.

Desde la sociedad civil y expertos en cambio climático, se ha planteado la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de alerta temprana y la resiliencia comunitaria. "Este tipo de eventos serán cada vez más frecuentes y severos. La región caribeña debe prepararse mejor", advierte María Rodríguez, especialista en gestión de riesgos climáticos.

Sin embargo, la ayuda internacional ha sido objeto de debate. Mientras Venezuela, Estados Unidos y España anunciaron envíos de ayuda humanitaria y equipos médicos, voces críticas denuncian la lentitud y la politización de la asistencia, especialmente en Haití, donde la crisis humanitaria se superpone con tensiones políticas internas.

Consecuencias visibles y lecciones a futuro

Más de 700.000 niños y adolescentes fueron afectados por las inundaciones y cortes de agua potable en la región. La recuperación implicará no solo la reconstrucción física, sino también la atención a daños psicológicos y sociales, que tardarán años en sanar.

Además, Melissa ha reabierto el debate global sobre la relación entre el cambio climático y la intensificación de huracanes. La Organización Meteorológica Mundial calificó a Melissa como "la tormenta del siglo" en la región, un recordatorio sombrío de que los fenómenos extremos serán cada vez más frecuentes.

En perspectiva

Este episodio muestra un choque dramático entre la fuerza de la naturaleza y las limitaciones humanas. No hay consenso sobre las responsabilidades políticas ni sobre la mejor forma de abordar la crisis climática que alimenta estos eventos. Pero lo innegable es que la devastación causada por Melissa ha dejado una lección amarga sobre la importancia de la preparación, la cooperación internacional y la adaptación al cambio climático.

Para los habitantes del Caribe, la tormenta ya no es solo un fenómeno meteorológico, sino una tragedia compartida y un llamado urgente a la acción colectiva.