Carlos III despoja a su hermano Andrés de títulos reales: el escándalo no termina en Windsor

Carlos III despoja a su hermano Andrés de títulos reales: el escándalo no termina en Windsor
Actualidad
Internacional
2025-11-12
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Despojo histórico, reacciones encontradas y futuro incierto en torno al príncipe Andrés tras la decisión de Carlos III.

El 30 de octubre de 2025 marcó un antes y un después para la monarquía británica. Carlos III anunció la retirada formal de todos los títulos y honores a su hermano Andrés Mountbatten Windsor, incluido el título de príncipe y el ducado de York. Esta medida, sin precedentes en la era moderna, responde a la creciente presión pública y política tras años de escándalos vinculados al hermano del rey, en especial por su relación con el pederasta condenado Jeffrey Epstein y las acusaciones de abuso sexual contra Virginia Giuffre, quien falleció en abril de este año.

El despojo del título y el desalojo de la residencia Royal Lodge en Windsor, donde Andrés vivió por más de dos décadas con un alquiler simbólico, representan la punta del iceberg de una crisis que aún no concluye. El palacio de Buckingham ha sido enfático en señalar que estos actos son necesarios pese a que Andrés niega las acusaciones en su contra, y ha expresado su solidaridad con las víctimas y sobrevivientes de abuso.

### Perspectivas encontradas: entre la condena y la resignación
Desde distintos sectores políticos y sociales, la reacción ha sido diversa y a menudo contradictoria. Sky Roberts, hermano de Virginia Giuffre, calificó la decisión como una "victoria sin precedentes" pero exigió que "Andrés acabe detrás de las rejas". En contraste, el Partido Liberal Demócrata del Reino Unido, que impulsaba una moción parlamentaria para investigar las finanzas y privilegios del príncipe, ha moderado su postura, aceptando que la medida del rey es un paso significativo aunque insuficiente.

Por otro lado, movimientos antimonárquicos como Republic han anunciado que explorarán vías legales para reabrir investigaciones penales contra Andrés, mientras que figuras políticas como la diputada Zarah Sultana han aprovechado la coyuntura para renovar llamados a abolir la monarquía.

### El impacto en la Corona y la política británica
La crisis Andrés ha puesto al descubierto tensiones internas en la Corona y en la política británica. El Parlamento, tradicionalmente reacio a discutir asuntos de la familia real, se vio forzado a abrir el debate debido al clamor social y la presión de grupos parlamentarios. El Gobierno de Keir Starmer apoyó la medida real, entendiendo que mantener a Andrés con títulos y privilegios dañaba la imagen institucional.

Además, la relación del príncipe con el supuesto agente chino Yang Tengbo añade una dimensión de seguridad nacional que complejiza aún más la situación, evidenciando vulnerabilidades en el entramado monárquico.

### Consecuencias y certezas en un panorama incierto
El retiro de títulos y honores no implica el fin de las controversias. Andrés, ahora conocido formalmente como Andrés Mountbatten Windsor, enfrenta la pérdida de privilegios, pero mantiene recursos legales que podrían reclamar indemnizaciones millonarias por la terminación anticipada del contrato de arrendamiento de Royal Lodge.

Asimismo, la familia real deberá decidir cómo manejar la asignación de rentas y apoyos económicos a Andrés, que según Buckingham deberá sustentarse con patrimonio privado. La posibilidad de nuevos escándalos o investigaciones judiciales, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, permanece abierta.

En definitiva, la decisión de Carlos III, aunque histórica y simbólica, no cierra el capítulo de la crisis que ha sacudido a la Corona británica. Más bien, abre un escenario donde el equilibrio entre justicia, imagen pública y estabilidad institucional se vuelve más complejo y delicado. La tragedia personal de Andrés se convierte en espectáculo público, mientras la sociedad británica y el mundo observan expectantes, conscientes de que la monarquía enfrenta una encrucijada que podría definir su futuro en las próximas décadas.