
El retorno del Presidente Gabriel Boric a Chile tras su gira por Asia y América Latina ha traído a la superficie un tema que, lejos de disiparse, se ha consolidado como un eje de tensión y debate político: la candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General de Naciones Unidas.
El 30 de octubre de 2025, en Seúl, Boric sostuvo un encuentro con el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon, donde la postulación de Bachelet fue abordada de manera explícita, según confirmaron fuentes oficiales. Este encuentro, en el marco de la Cumbre APEC, no solo sirvió para tratar la candidatura, sino también para dialogar sobre desafíos globales como la paz, el multilateralismo y la acción climática.
El canciller Alberto van Klaveren, presente en la reunión, aclaró posteriormente que no se trató de una "campaña" oficial para impulsar a Bachelet, sino que la conversación fue iniciada por Ban Ki-moon, quien expresó un recuerdo afectuoso y respeto hacia la exmandataria. Sin embargo, esta explicación no ha logrado aplacar la controversia política dentro del país.
Desde el oficialismo, se sostiene que la candidatura de Bachelet es un reconocimiento legítimo a su trayectoria y a la influencia histórica de Chile en organismos multilaterales. Boric, en sus intervenciones públicas, ha defendido la figura de la expresidenta, resaltando su rol en la ONU y la importancia de fortalecer el multilateralismo en tiempos de incertidumbre global.
"Michelle Bachelet es parte histórica de la familia de Naciones Unidas", afirmó el canciller van Klaveren.
Por otro lado, la oposición ha cuestionado la estrategia y la eficacia de esta postulación, apuntando a que las reuniones internacionales no se traducen en votos concretos ni en apoyos decisivos para la elección. Además, critican que el Gobierno utilice estos encuentros para distraer de temas internos más urgentes.
La gira de Boric, que incluyó la participación en la COP30 en Brasil y la ceremonia de transmisión de mando en Bolivia, además de la Cumbre APEC en Corea del Sur, ha servido para posicionar a Chile en espacios estratégicos de influencia. Sin embargo, la candidatura de Bachelet ha puesto en evidencia las tensiones entre la diplomacia tradicional y las nuevas formas de hacer política internacional, donde las alianzas y apoyos se miden con cautela.
Durante su paso por Seúl, Boric también lanzó críticas veladas hacia potencias como Estados Unidos, cuestionando la unilateralidad en las reglas comerciales y abogando por el respeto al derecho internacional y la cooperación.
Este contexto internacional complejo, sumado a la dinámica interna chilena, configura un escenario en que la candidatura de Bachelet no solo es un asunto diplomático, sino también un campo de batalla político y simbólico.
La candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General de la ONU emerge como un fenómeno que trasciende la mera aspiración personal o nacional. La conversación con Ban Ki-moon y la posterior aclaración oficial evidencian una dualidad: la voluntad de Chile de mantener una presencia relevante en la arena global, frente a las críticas internas que cuestionan la estrategia y sus resultados.
El debate pone en relieve la complejidad de la política exterior chilena en un mundo multipolar y turbulento, donde las figuras históricas como Bachelet pueden ser tanto símbolos de prestigio como focos de controversia.
En definitiva, el retorno de Boric y el protagonismo de Bachelet en esta candidatura configuran un desafío para la política nacional: equilibrar las aspiraciones internacionales con las demandas y críticas domésticas, en un momento en que la legitimidad y eficacia del Estado se encuentran bajo escrutinio público constante.
Este episodio invita a reflexionar sobre cómo Chile se posiciona en el tablero mundial y qué tipo de liderazgo desea proyectar en los próximos años, en un contexto donde las certezas son escasas y las disputas, inevitables.
2025-11-06
2025-11-05
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