
El cierre de campaña de José Antonio Kast en Viña del Mar el pasado 6 de noviembre dejó una imagen que ha marcado el debate político y social en Chile: el candidato republicano habló protegido tras un vidrio blindado, una medida que, más allá de su justificación técnica, instaló una dramática reflexión sobre el miedo y la seguridad en el país.
El acto se realizó en la plaza Colombia, con un podio protegido por vidrio antibalas, siguiendo recomendaciones del equipo de seguridad, en un contexto de alta convocatoria y tensión política. Kast prometió recuperar la autoridad y el respeto a las instituciones, advirtiendo a quienes "se han dedicado a matar, violar, secuestrar, traficar y destruir bienes públicos" que "se preparen, porque vamos a ir por ellos".
Desde distintos sectores, la imagen fue interpretada como un símbolo de polarización y temor. La candidata oficialista Jeannette Jara criticó duramente el gesto, señalando que "si uno quiere ser Presidente, tiene que ser capaz de salir libremente a las calles" y acusó a Kast de infundir miedo en la ciudadanía. Evelyn Matthei, candidata por Chile Vamos, reconoció que "la mayoría de los chilenos tiene miedo", pero cuestionó que la solución sea el blindaje.
“Creo que todas las mamás chilenas quieren blindar a sus hijos o éstos quieren blindarse ellos mismos cuando van en la noche a tomar la micro, pero eso no se puede”, afirmó Matthei.
Por su parte, Kast defendió la medida como una precaución razonable y desestimó comparaciones con figuras como Donald Trump. “No le tengo miedo a nadie ni a nada. Pero sí, los delincuentes van a tener que tenerle miedo a un gobierno de emergencia nuestro”, declaró.
El blindaje no fue el único foco de controversia. En el debate presidencial de Anatel, Kast confrontó a Jeannette Jara, tildándola de "populista" y "ministra del desempleo", responsabilizándola por las cifras de cesantía y precariedad laboral. Sin embargo, un análisis posterior de las cifras oficiales reveló imprecisiones en las afirmaciones del candidato, especialmente en el número de desempleados y trabajadores informales.
Según el INE, la cifra real de desocupados al trimestre julio-septiembre 2025 fue de 874.388 personas, menor al millón mencionado por Kast, mientras que la informalidad laboral supera los 2,4 millones.
Además, Kast acusó que "40 mil personas mueren al año esperando atención médica en la lista de espera, que supera los 3 millones", dato también revisado y matizado por informes oficiales, que cifran en 35.492 las muertes en lista de espera durante 2023, y un total de más de 3 millones de atenciones pendientes.
En paralelo, la campaña se vio sacudida por la polémica sobre el uso de redes sociales y la supuesta relación entre bots y la candidatura de Kast. Un reportaje investigativo reveló financiamiento secreto de la Asociación de AFP a la fundación Ciudadanos en Acción, liderada por Bernardo Fontaine, miembro del comando kastista, para campañas digitales contra reformas previsionales y candidatas opositoras.
Desde el oficialismo, acusaron un "cordón umbilical" entre estas redes y la candidatura republicana, mientras que Kast negó cualquier vínculo con estas prácticas, calificándolas de "difamaciones y mentiras".
“Nosotros nunca hemos usado bots. No usamos ese tipo de campañas... Quedan seis días y seguramente seguirán insistiendo en temas para desviar la atención de los temas relevantes para Chile”, afirmó el candidato.
En el plano político, el debate sobre la autoridad y el estilo de gobierno que representaría Kast se intensificó. Patricio Dussaillant, director del centro de estudios Ideas Republicanas, aseguró que un eventual gobierno de Kast "no será autoritario, sino que ejercerá la autoridad", subrayando su compromiso con la democracia y los derechos humanos, aunque reconociendo que algunos episodios y declaraciones generan inquietud.
“A los que tienen dudas de que esto se va a transformar en un gobierno autoritario, no las tengan. Se va a transformar en un gobierno que va a ejercer la autoridad y a hacer cumplir la ley”, dijo Dussaillant.
En contraste, voces como la senadora Paulina Vodanovic (PS) denunciaron una "grieta insalvable" en la derecha y cuestionaron la capacidad de gobernabilidad de un eventual gobierno opositor, apuntando a la falta de claridad en las propuestas y a un discurso que, a su juicio, se sostiene en titulares vacíos y falta de transparencia.
“Kast dice cosas que después no las fundamenta y después las ampara en un secreto inexistente. La democracia no admite secretos, la democracia es transparencia”, afirmó.
Finalmente, la campaña republicana ha intentado limar asperezas con Chile Vamos, buscando una "facilitación" para la transición política en caso de llegar a La Moneda. Sin embargo, tensiones internas persisten, con diputados republicanos que critican acuerdos de Chile Vamos con el oficialismo y un escenario electoral en que la derecha aparece fragmentada entre Kast, Matthei y Kaiser.
Los sondeos previos a la elección del 16 de noviembre muestran a Jeannette Jara liderando, con Kast y Matthei disputando la segunda posición, mientras Kaiser gana terreno en sectores conservadores.
En suma, la campaña final de José Antonio Kast ha sido un escenario de confrontaciones simbólicas y discursivas que reflejan las profundas divisiones del Chile actual: el miedo y la seguridad, la verdad y la desinformación, la autoridad y la gobernabilidad, se enfrentan en un pulso que trasciende la contienda electoral y plantea desafíos para la cohesión social y política del país.
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- El uso del blindaje antibalas, aunque justificado técnicamente, se ha convertido en un símbolo potente de la inseguridad y la polarización que atraviesan a Chile.
- Las afirmaciones de Kast sobre desempleo y salud contienen imprecisiones que evidencian una tensión entre discurso político y datos oficiales.
- La polémica sobre bots y campañas digitales revela la creciente importancia y riesgo de la desinformación en el proceso electoral.
- Las diferencias internas en la derecha y las críticas desde la oposición muestran un escenario fragmentado y complejo para la gobernabilidad futura.
- La narrativa de autoridad versus miedo, y la disputa por la verdad, serán claves para entender el rumbo político que tome Chile tras las elecciones.