Jara se distancia de Boric en la semana decisiva: ¿ruptura o estrategia de campaña?

Jara se distancia de Boric en la semana decisiva: ¿ruptura o estrategia de campaña?
Actualidad
Política
2025-11-12
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- Desmarque público y reiterado de Jeannette Jara respecto al gobierno de Gabriel Boric.

- Tensión interna en la coalición oficialista, con voces que defienden y otras que relativizan el distanciamiento.

- Impacto electoral: maniobra para ampliar base de apoyo ante posible segunda vuelta.

En la recta final de la carrera presidencial, la candidata oficialista Jeannette Jara ha intensificado un distanciamiento público y sostenido respecto al gobierno del Presidente Gabriel Boric, del cual formó parte hasta abril de este año.

Desde comienzos de octubre y con especial énfasis en la última semana antes de la elección del 16 de noviembre, Jara ha cuestionado en múltiples frentes la gestión del Ejecutivo, incluyendo temas presupuestarios, manejo de crisis sociales y relaciones internacionales. Esta estrategia, lejos de ser un simple desacuerdo puntual, se ha convertido en un elemento definitorio de su campaña, que busca ampliar su base electoral más allá del núcleo duro que respalda al actual gobierno.

El distanciamiento en detalle

El 27 de octubre, en medio de la cumbre APEC, Jara aprovechó la arremetida de Boric contra Donald Trump para marcar diferencias. Mientras el Presidente adoptaba un tono crítico y frontal, la candidata señaló que "no es mi estilo" y abogó por una postura más diplomática y pragmática en las relaciones internacionales, enfatizando la importancia de "poner al centro los intereses de Chile"."Yo ya lo he dicho en otras ocasiones: en materia de relaciones diplomáticas, uno tiene que mantener siempre una actitud que permita... pensar en los intereses de Chile es lo que hay que poner al centro", afirmó a Radio Agricultura.

Apenas dos semanas después, el 11 de noviembre, Jara elevó la apuesta al criticar directamente la propuesta presupuestaria del gobierno para 2026. Exigió la reposición de la glosa republicana —un monto de libre disposición que el Ejecutivo eliminó—, además de aumentar recursos para vivienda y programas sociales para adultos mayores."Aún están a tiempo de corregir el rumbo", advirtió en una vocería junto a parlamentarios oficialistas.

Pero las críticas no se limitan a lo técnico. Jara también cuestionó la gestión política y ética del gobierno, señalando como "lo más malo" el manejo del caso del exsubsecretario Manuel Monsalve, acusado por delitos sexuales, y aludiendo a la crisis social en San Antonio por la megatoma que el Ejecutivo aún no ha resuelto.Estos desmarques suman al menos once áreas en las que la candidata ha marcado distancia, un fenómeno inédito en la historia reciente del oficialismo.

Voces en pugna dentro del oficialismo

El distanciamiento de Jara ha generado disonancia dentro del bloque que la apoya. Mientras figuras del Frente Amplio como Marco Velarde y Constanza Schonhaut defienden con fervor el legado de Boric, otros entienden el desmarque como una maniobra electoral necesaria."Espero que el próximo gobierno de Jeannette Jara sea mucho mejor que el nuestro", dijo el propio Presidente en una reunión interna, lo que se interpreta como un aval tácito para que la candidata tome distancia sin caer en la deslealtad.

No obstante, esta estrategia también ha generado inquietud en sectores que temen que el distanciamiento erosione el legado del actual gobierno y divida a la izquierda en un momento crucial.

La mirada desde La Moneda y el comando

En Palacio, el distanciamiento se considera un "costo hundido" y se evita confrontar directamente a Jara, concentrándose en defender el legado gubernamental cuando es atacado por otros candidatos o actores políticos."El deber número uno, dos y tres del Presidente Boric es gobernar y resolver los problemas de Chile. Los candidatos serán los protagonistas de la disputa electoral", afirmó el senador Daniel Núñez (PC).

Por su parte, el comando de Jara justifica la estrategia como necesaria para conquistar electores que hoy no se sienten representados por el oficialismo, especialmente pensando en la eventual segunda vuelta.

Consecuencias y certezas

A cinco días de la elección presidencial, el distanciamiento público entre Jara y Boric no solo refleja diferencias políticas, sino también una pugna por la narrativa y el legado del actual gobierno. Esta dinámica plantea varias certezas:

- La campaña de Jara se juega en dos frentes: mantener el apoyo del oficialismo y conquistar nuevos votantes alejándose del gobierno.

- El legado de Boric queda en tensión, con defensores que buscan preservarlo y críticos que lo cuestionan desde dentro.

- La estrategia podría ser determinante para la configuración del balotaje y el futuro político de la izquierda chilena.

En definitiva, el coliseo político se ha trasladado al interior del oficialismo, donde los protagonistas libran una batalla no solo por votos, sino por la identidad y el rumbo del país en los próximos años.