
La Plaza de Maipú como escenario final. El 11 de noviembre, Jeannette Jara, candidata presidencial de Unidad por Chile y la Democracia Cristiana, cerró su campaña ante más de 15 mil personas con un discurso que buscó ser un bálsamo en medio de la creciente polarización política. En un acto que reunió a artistas, alcaldes y militantes, Jara apeló a la unidad nacional, la justicia social y el fin del miedo como ejes centrales de su propuesta.
Un llamado a la fraternidad en tiempos de división. Frente a consignas contra sus rivales José Antonio Kast, Johannes Kaiser y Evelyn Matthei, la abanderada insistió en que la campaña debe basarse en abrazar y no descalificar. 'Chile es un solo país, y al igual que en las familias, no todos se tienen buena, no todos se quieren igual, pero no por eso dejamos de ser familia', afirmó, intentando tender un puente en un clima electoral marcado por la crispación.
Sin embargo, esta apelación a la unidad no ha estado exenta de críticas. Sectores de derecha y algunos analistas advierten que el discurso de Jara, pese a su tono conciliador, no logra despegarse suficientemente de un relato que ciertos grupos perciben como excluyente o paternalista. Por otro lado, desde la izquierda más crítica, se cuestiona si la búsqueda de consenso no diluye las transformaciones profundas que el país requiere.
Seguridad, el caballo de batalla. Desde el inicio de su campaña, Jara ha puesto un fuerte énfasis en la seguridad ciudadana. El 26 de octubre propuso duplicar la formación de Carabineros y construir cinco nuevas cárceles para enfrentar la delincuencia, medidas que buscan responder a un clamor social por mayor protección. Este enfoque ha sido respaldado y promovido a nivel territorial por el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, quien lideró jornadas de puerta a puerta para consolidar apoyo y transmitir un mensaje de diálogo y fraternidad.
No obstante, el enfoque en seguridad también ha generado debate. Críticos advierten que la apuesta por aumentar la presencia policial y la infraestructura penitenciaria podría profundizar problemas estructurales sin abordar las causas sociales de la violencia, como la desigualdad y la falta de oportunidades. Además, voces regionales y sociales llaman a no caer en la trampa del miedo como herramienta política, un riesgo que Jara misma denunció en su discurso.
La narrativa del miedo versus la esperanza. La campaña ha estado marcada por una tensión constante entre discursos que apelan al miedo —sobre todo en relación a la delincuencia y la inseguridad— y aquellos que buscan instalar un relato de esperanza y cohesión. 'No queremos el odio. No queremos la discriminación. No queremos que se use el legítimo miedo de muchas familias a ser asaltadas como una herramienta política', dijo Jara, posicionándose contra la polarización exacerbada.
Mientras tanto, sus adversarios han capitalizado la sensación de inseguridad para consolidar sus bases, generando un escenario en el que la política se juega en la delgada línea entre la protección ciudadana y la manipulación del temor.
Verdades y consecuencias. Tras semanas de campaña, y a pocos días de la elección, se puede concluir que la candidatura de Jeannette Jara representa un esfuerzo por articular un discurso que combine seguridad con justicia social y unidad nacional. Sin embargo, la realidad del país muestra una ciudadanía fragmentada, donde la ansiedad por la seguridad choca con el deseo de un proyecto político inclusivo y plural.
Las promesas de Jara sobre levantar el secreto bancario para combatir el crimen organizado apuntan a una estrategia que trasciende la mera represión, intentando atacar las raíces económicas del delito. No obstante, la efectividad de estas medidas dependerá de la capacidad de su eventual gobierno para implementar reformas profundas y generar consensos en un Congreso y una sociedad divididos.
En definitiva, el escenario político chileno se presenta como un coliseo donde se enfrentan no solo candidatos, sino visiones antagónicas sobre el país que se quiere construir. La campaña de Jara, con su llamado a la esperanza y la unidad, invita a reflexionar sobre si es posible superar la polarización sin sacrificar la justicia ni la seguridad, o si el miedo seguirá siendo el arma dominante en la arena electoral.
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Fuentes: La Tercera, Cooperativa.cl, declaraciones públicas de Jeannette Jara y Tomás Vodanovic.