
Johannes Kaiser, el candidato libertario que pocos consideraban un actor relevante hace meses, ha emergido con fuerza en la escena política chilena. A tres semanas de las elecciones presidenciales, Kaiser ha mostrado un ascenso sostenido, alcanzando un 17,5% en la última encuesta de Feedback Research, superando a Evelyn Matthei y poniendo en jaque a José Antonio Kast. Esta irrupción no es casualidad ni fruto de la inmediatez: es el resultado de una estrategia calculada, un equipo cercano con perfiles controvertidos y un discurso que apela a un sector tradicionalmente menos representado en la derecha política.
La campaña de Kaiser no es un fenómeno aislado ni improvisado. Su jefe de campaña, el exdiputado Cristián Labbé, conocido por su pasado en la UDI y su perfil autoritario, ha sido clave para articular una estrategia que mezcla radicalidad y pragmatismo. Junto a él, figuras como Fernando Ortiz, actor y jefe de comunicaciones, y el general (r) Luis Felipe Cuellar, responsable del programa de seguridad, aportan una mezcla de discurso duro y comunicación efectiva.
'Aquí hay gente cobarde que mata civiles desarmados. ¿Por qué no se enfrentan con nosotros? Los invito', declaró Cuellar en 2021, reflejando la línea de confrontación que marca parte del discurso de Kaiser.
La presencia de Ivette Avaria, esposa de Kaiser, y su rol en la agrupación "Mujeres por Kaiser", también muestra un intento por diversificar y organizar apoyos más allá del núcleo duro masculino.
En términos programáticos, Kaiser ha sido claro: no cederá ante presiones ni negociaciones para cambiar su agenda. Su equipo asegura que 'no funcionará el cuoteo político' y que quien pida cargos quedará fuera. Esto contrasta con los pactos electorales que mantiene con Republicanos y el Partido Social Cristiano, que podrían marcar tensiones internas en un eventual gobierno.
Su postura en temas sociales, como el rechazo explícito al aborto y al matrimonio igualitario, lo diferencia radicalmente incluso de Kast, a quien ha criticado por no incluir estas posiciones en su programa.
Aunque los grandes empresarios han preferido a Matthei y Kast, Kaiser ha recibido donaciones importantes de figuras como Juan León Babarovic y Hermógenes Pérez de Arce, este último conocido por su defensa del régimen de Pinochet, lo que añade una carga simbólica al apoyo que recibe.
En redes sociales, Kaiser ha encontrado un canal privilegiado, con más de 160 mil suscriptores en YouTube y el apoyo de influenciadores como "La mano invisible", que amplifican su mensaje entre sectores jóvenes y urbanos.
Los estudios de Panel Ciudadano UDD muestran que el núcleo duro de Kaiser es un 4% de electores leales, predominantemente hombres y con un apoyo más fuerte en los estratos socioeconómicos D y E. Sin embargo, su crecimiento reciente proviene también de sectores medios y altos (C2 y ABC1).
Su electorado es mayoritariamente masculino y presenta una marcada diferencia generacional: mientras sólo logra un 5% de apoyo en menores de 30 años, alcanza un 20% en mayores de 60.
El ascenso de Kaiser ha encendido las alarmas en los comandos de Matthei y Kast. Para Matthei, la amenaza es perder el tercer lugar en primera vuelta, mientras que en el comando de Kast se reconoce el riesgo de que Kaiser le reste votos, especialmente porque comparte con él una visión económica más liberal y un enfoque autoritario en lo social.
'El avance de Kaiser proviene, en buena medida, de un trasvasije ideológico dentro del mismo bloque, restándole apoyo a Kast', señala Juan Pablo Lavín, experto en encuestas.
La irrupción de Johannes Kaiser no es sólo un dato electoral. Es la manifestación de un sector de la derecha que busca un discurso más radical y sin concesiones, con un electorado que se siente poco representado por las candidaturas tradicionales. Su equipo, con figuras polémicas y una estrategia de comunicación potente, ha logrado capitalizar un descontento que se expresa en las urnas.
Este fenómeno obliga a repensar los equilibrios políticos y sociales en Chile, mostrando que la fragmentación dentro de los bloques tradicionales puede abrir espacios para discursos disruptivos y polarizadores.
En definitiva, Kaiser ha puesto en escena un desafío que trasciende la campaña electoral: la redefinición de la derecha chilena en un momento de incertidumbre y cambio profundo.
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Fuentes consultadas: Diario Financiero (25/10/2025), Feedback Research (11/11/2025), Panel Ciudadano UDD, declaraciones públicas y equipo de campaña de Johannes Kaiser.