
La postulación de Michelle Bachelet a la Secretaría General de la ONU ha dejado de ser un mero anuncio protocolar para convertirse en un verdadero espectáculo político, donde se enfrentan intereses, discursos y expectativas contrapuestas.
El 24 de octubre de 2025, en el 80° aniversario de la ONU, la expresidenta emitió un llamado a un multilateralismo renovado, anclado en las realidades actuales, que integre seguridad, desarrollo sostenible y derechos humanos. Su candidatura, respaldada oficialmente por el presidente Gabriel Boric, representa para muchos un hito histórico: una mujer chilena con amplia trayectoria internacional disputando el máximo cargo del organismo multilateral.
Sin embargo, esta historia no ha sido una travesía tranquila. Desde los primeros anuncios, la campaña se ha visto marcada por una fuerte polémica en torno a la transparencia del financiamiento. La Cancillería ha calificado el costo de la campaña como un "dato sensible" y de "interés nacional", negándose a revelar cifras concretas sobre el presupuesto destinado. Esta decisión ha generado una ola de críticas desde la oposición, que acusa opacidad y falta de responsabilidad fiscal en el uso de recursos públicos.
"Parece que ahora cuánto se gasta en promover a una expresidenta es más secreto que las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas o de Carabineros", denunció el diputado Agustín Romero (Republicano). Por su parte, la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, respondió que las críticas buscan mellar la candidatura y que debería ser motivo de orgullo para Chile.
En el Congreso, la discusión presupuestaria se ha tensado. Diputados y senadores de oposición han condicionado la aprobación de los recursos de la Cancillería a la transparencia en los gastos y a la reposición del bono de escolaridad para hijos de diplomáticos, eliminado para 2026, lo que ha abierto otro frente de conflicto.
Este escenario refleja una fragmentación política que trasciende la campaña misma y pone en evidencia las dificultades para conciliar intereses en un país polarizado. Mientras sectores del oficialismo defienden la candidatura como una oportunidad histórica para Chile, voces desde la derecha advierten que la postulación es más un asunto personal e ideológico que un proyecto de Estado.
Francisco Bartolucci Johnston, desde la derecha, escribió que la candidatura debe entenderse como estrictamente personal y que no debe plantearse como un tema de Estado. En contraste, figuras como el senador Daniel Núñez (PC) han cuestionado duramente a la oposición por intentar boicotear la postulación, enfatizando la relevancia estratégica de la candidatura.
En el plano internacional, la candidatura enfrenta desafíos propios. El apoyo en América Latina y el Caribe es crucial para mantener la tradición de rotación regional, pero la fragmentación de la región dificulta un respaldo unificado. Además, el visto bueno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, especialmente Estados Unidos y China, será determinante.
La candidatura de Bachelet se inserta en un contexto global complejo, con la ONU enfrentando una crisis de legitimidad y eficacia, y con la necesidad urgente de reformas profundas. La experiencia de la exmandataria en derechos humanos y su conocimiento del organismo le otorgan ventajas, pero también suscitan suspicacias, especialmente por informes críticos emitidos durante su gestión como Alta Comisionada.
Finalmente, esta candidatura expone una verdad incómoda: la política interna chilena, con sus divisiones y desconfianzas, puede afectar la proyección internacional del país. La falta de unidad y transparencia no solo debilita la candidatura, sino que también empaña la imagen de Chile en el escenario global.
La lección que deja esta historia es clara: la política exterior y las grandes aspiraciones internacionales no pueden ni deben desligarse de un manejo político interno maduro, transparente y consensuado. De lo contrario, el orgullo nacional se convierte en un campo de batalla donde todos pierden.
Fuentes consultadas incluyen reportajes y análisis de La Tercera, BioBioChile, InformadorChile y declaraciones oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores, además de opiniones de parlamentarios y expertos en política exterior.
2025-09-27
2025-10-09