El nuevo rostro del rating en Chile: cómo la medición absoluta redefine la televisión abierta

El nuevo rostro del rating en Chile: cómo la medición absoluta redefine la televisión abierta
Economía
Empresas y Negocios
2025-11-12
Fuentes
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- Medición absoluta reemplaza porcentajes para reflejar audiencia real.

- Tecnología avanzada: People Meter 7 y Focal Meter amplían el alcance.

- Impacto en la industria: cambios en inversión publicitaria y programación.

La televisión abierta chilena vive una transformación profunda en la forma en que se mide su audiencia. Desde el 9 de octubre de 2025, Kantar Ibope Media implementó una nueva metodología que, por primera vez, suma la medición del consumo en cable, plataformas digitales y dispositivos móviles al tradicional rating de TV abierta. Este cambio no es menor: se abandona la clásica medición en porcentajes para adoptar valores absolutos, revelando cuántas personas realmente ven cada programa.

El despliegue tecnológico detrás de esta revolución incluye el People Meter 7, un tablet que optimiza la recopilación de datos en hogares, y el Focal Meter, que mide el consumo en pantallas inteligentes, computadores, tablets y smartphones. Así, la medición abarca a un universo que supera los 16,6 millones de chilenos, cubriendo las 16 regiones del país con mayor precisión.

Este avance ha puesto en jaque a los canales tradicionales —Chilevisión, Mega, Canal 13 y TVN— que históricamente compitieron por la atención con matinales, noticieros y teleseries. La nueva medición arroja datos que impactan en la planificación estratégica, la inversión publicitaria y la oferta programática.

Desde el punto de vista empresarial, Ignacio Mirchak, Country Leader de Kantar Ibope Media en Chile, señala que "la digitalización cambió radicalmente cómo consumimos contenido y la medición de audiencia debía evolucionar para reflejar esa realidad". Esta frase sintetiza una tensión latente: los medios deben adaptarse o arriesgarse a perder relevancia y financiamiento.

Sin embargo, la recepción no es unánime. Desde sectores más conservadores del mercado televisivo, se advierte que la transición puede generar incertidumbre y un periodo de ajuste complejo, donde los datos absolutos aún requieren ser interpretados en contexto.

En contraste, voces de expertos en medios digitales y académicos valoran la innovación como un paso necesario para democratizar la información sobre consumo, incluyendo a audiencias jóvenes y segmentos urbanos que migraron a plataformas en línea.

En el plano social, esta transformación abre interrogantes sobre la fragmentación de audiencias y la posibilidad de que la televisión abierta recupere parte del protagonismo perdido frente a plataformas como YouTube, que por primera vez en Chile supera en consumo a celulares y computadores en pantallas de televisión.

Para el público, la novedad se traduce en una oferta más ajustada a sus hábitos reales, pero también en un escenario donde la competencia por la atención se intensifica y la diversidad de contenidos se expande.

Como consecuencia, la industria enfrenta un desafío doble: aprovechar la precisión de esta nueva medición para optimizar recursos, pero también interpretar con rigor los datos para evitar conclusiones simplistas que puedan afectar la pluralidad y calidad del contenido.

En definitiva, la evolución del rating en Chile no solo revela cuántos ven televisión, sino que pone en evidencia la transformación cultural y tecnológica que atraviesa el país. La audiencia ya no es un número abstracto, sino un mosaico complejo que obliga a repensar la televisión abierta en pleno siglo XXI.