
Un planteamiento que remeció la campaña presidencial
El 11 de noviembre de 2025, Evelyn Matthei, candidata presidencial de Chile Vamos, abrió la puerta a la implementación de redadas migratorias en Chile, similares a las ejecutadas en Estados Unidos, pero focalizadas en quienes tienen órdenes de expulsión vigentes o antecedentes delictuales. Esta propuesta, anunciada en una entrevista con el programa Mucho Gusto, no solo marcó un quiebre en el discurso migratorio sino que también encendió un debate nacional que hasta ahora no había alcanzado tal nivel de polarización.
“Vamos a empezar con aquellos que ya tienen orden de expulsión. Lo que ocurre es que no puede ser que se dicte una orden de expulsión y nadie sepa dónde está la persona”, afirmó Matthei, subrayando la intención de utilizar tecnología de reconocimiento facial para ubicar a migrantes en situación irregular.
Un enfoque restrictivo con matices humanitarios
Matthei aclaró que estas medidas no serían aplicadas indiscriminadamente. “Con una persona que llegó acá, por ejemplo, que está trabajando, que no ha cometido ningún delito y que además tiene un niño chileno, no se puede hacer una expulsión que deje al niño en el Sename. Eso es una crueldad infinita”, explicó, intentando matizar la dureza de la propuesta con un discurso que apela a la moderación y a la protección de derechos fundamentales.
Sin embargo, su planteamiento incluyó una propuesta polémica de enviar a migrantes venezolanos expulsados a la cárcel de Nayib Bukele en El Salvador, justificando esta medida en la saturación de las cárceles chilenas.
Reacciones y tensiones políticas
Este anuncio no pasó desapercibido en el escenario político. Desde sectores de izquierda y organizaciones de derechos humanos se denunció una política migratoria que podría fomentar la estigmatización y vulnerar derechos básicos. Por otro lado, la derecha tradicional y sectores conservadores vieron en esta propuesta una respuesta necesaria a los problemas de seguridad y orden público.
El debate se enmarca en un contexto electoral donde la seguridad ciudadana y la migración son temas prioritarios para una parte significativa del electorado. La candidata Matthei ha buscado posicionarse como una opción firme en estos asuntos, en contraste con las posturas más flexibles o integracionistas de otros candidatos.
Perspectivas divergentes: seguridad versus derechos humanos
- Desde la derecha, la propuesta es vista como un avance para recuperar el control fronterizo y garantizar la aplicación efectiva de las leyes migratorias.
- Organizaciones sociales y expertos en derechos humanos advierten sobre los riesgos de criminalizar a la migración y la posible vulneración de garantías constitucionales.
- Algunos sectores políticos intermedios llaman a un diálogo más profundo y a políticas integrales que combinen seguridad con inclusión y respeto a los derechos humanos.
Conclusiones y consecuencias visibles
La propuesta de Matthei ha puesto en primer plano la tensión entre la necesidad de seguridad y el respeto a los derechos humanos en la política migratoria chilena. La viabilidad práctica de implementar redadas con tecnología de reconocimiento facial abre interrogantes sobre la privacidad y la eficacia de tales medidas.
Además, el discurso electoral se ha endurecido, evidenciando una fragmentación política donde la migración se convierte en un campo de batalla simbólico y real. La polarización podría afectar la cohesión social y la percepción internacional de Chile como país receptor.
Como señaló un analista independiente consultado por este medio, “la migración no es solo un problema de control, sino un fenómeno complejo que requiere soluciones integrales, y cualquier política restrictiva debe ser evaluada con rigor para no generar más exclusión y conflicto”.
En definitiva, la propuesta de redadas migratorias de Matthei no solo es un reflejo de las preocupaciones ciudadanas sobre seguridad, sino también un desafío para el sistema político chileno, que debe equilibrar diversas demandas y valores en un escenario electoral cada vez más polarizado.