
Una batalla de cifras y consecuencias se ha instalado en el escenario político chileno a poco menos de un mes de las elecciones presidenciales y parlamentarias. El 20 de octubre de 2025, José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano y Partido Social Cristiano, anunció un plan para recortar el gasto público en US$ 21.000 millones en cuatro años, con un ajuste inicial de US$ 6.000 millones en los primeros 18 meses. Esta propuesta no solo desató una ola de críticas, sino que abrió un profundo debate sobre el futuro social y económico del país.
"Si nosotros en 18 meses rebajamos el gasto político en US$ 6.000 millones, eso es permanente", afirmó Kast en una actividad pública, enfatizando que las medidas para reducir la evasión en el transporte público y eliminar las falsas licencias médicas generarían ahorros sostenibles en el tiempo. Su jefe económico, Jorge Quiroz, sostiene que este ajuste es posible y necesario para sanear las finanzas estatales y evitar un endeudamiento creciente.
Desde esta perspectiva, el recorte no es una simple reducción temporal, sino un cambio estructural que, según sus defensores, permitirá reasignar recursos y mejorar la eficiencia del Estado.
En contraposición, Jeannette Jara, candidata de Unidad por Chile, advirtió que estos recortes inevitablemente afectarán programas sociales vitales. "Presentarse a la Presidencia no puede ser una competencia por quién ofrece la mayor cifra de recorte", sostuvo Jara, señalando que la propuesta de Kast ha escalado de US$ 6 mil millones a US$ 21 mil millones en cuestión de semanas, lo que demuestra una falta de claridad y un riesgo real para los avances sociales conquistados.
Además, Jara criticó el discurso que alimenta la desconfianza hacia los funcionarios públicos, recordando que el gasto estatal mayor está en los beneficios sociales y no en la burocracia.
Por su parte, Evelyn Matthei, candidata de Chile Vamos, Chile Amarillos y Demócratas, cuestionó la viabilidad técnica del plan y su impacto en la economía. "Eso es totalmente imposible y provocaría un daño terrible a la economía", afirmó, poniendo énfasis en la necesidad de mantener recursos para la reconstrucción de Valparaíso tras los incendios del verano de 2024.
Matthei plantea que un recorte de tal magnitud podría paralizar inversiones públicas y afectar la capacidad del Estado para responder a emergencias y necesidades sociales.
Este enfrentamiento no es solo un choque de propuestas económicas, sino un reflejo de las tensiones políticas y sociales que atraviesan Chile en esta etapa. El discurso de Kast apela a un electorado que demanda orden fiscal y reducción del gasto estatal, mientras que Jara y Matthei representan preocupaciones sobre la protección social y la estabilidad económica.
Las voces ciudadanas, por su parte, muestran inquietudes divididas: algunos valoran la urgencia de controlar el gasto y evitar el déficit, otros temen que los recortes profundicen desigualdades y precaricen servicios básicos.
Tras semanas de debate, se puede concluir que el plan de recorte de gasto público por US$ 21.000 millones es un punto de inflexión en la campaña presidencial, que obliga a los candidatos y a la ciudadanía a confrontar las tensiones entre austeridad fiscal y protección social.
La viabilidad técnica del ajuste sigue en cuestión, con expertos señalando que alcanzar esa cifra sin afectar programas sociales será un desafío mayúsculo. Además, la narrativa que asocia el gasto público con la ineficiencia y el abuso de funcionarios públicos ha calado en parte del electorado, pero también ha generado rechazo en sectores que temen un retroceso en derechos y beneficios.
Este episodio revela la necesidad de un diálogo más profundo y transparente sobre las prioridades y límites del Estado en Chile, más allá de cifras y slogans electorales. La tragedia de este coliseo político está en la tensión entre un país que demanda cambios y otro que teme perder lo poco o mucho que ha ganado.
La pregunta que queda flotando es si la próxima administración podrá encontrar un equilibrio entre austeridad y justicia social, o si la batalla de recortes y defensas continuará erosionando la confianza y la cohesión nacional.
2025-11-11